El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) impidió el ingreso al país a un perro que había llegado con su dueño desde Hungría. Tras el reclamo de la familia y animalistas, el organismo ordenó que el animal se quede en cuarentena.
Coco llegó con su dueño Franco Gavidia, un ciudadano argentino que juega al handball de manera profesional. Debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, el hombre decidió volver a su Córdoba natal.
Luego de 48 horas entre aeropuertos y vuelos, llegó a Ezeiza pero las autoridades del Senasa no dejaron ingresar al perro por faltarle una aplicación de la vacuna antirrábica.
Ante esto, el organismo le informó a Gavidia el procedimiento y “la necesidad de que vuelva al país de origen para completar la documentación faltante”.
“La vacuna debe tener de 8 a 9 días de vencida. Le falta también una autorización de un veterinario húngaro diciendo que el perro está sano”, explicó en diálogo con Mediodía Noticias.
“Lo que no entienden es que me fui de Hungría un poco también porque volvieron a declarar estado de alarma. Decidí venirme con mi mujer y mi hija que están acá, un poco a las corridas”, agregó.
En el exterior, Gavidia se dedicaba al handball pero su actividad se vio interrumpida por la guerra. Allí vivía cerca de la frontera entre Hungría y Ucrania y de hecho recibió refugiados en su casa.
“No veo a mi hija hace 8 meses, hoy es su cumpleaños, le traje a Coco que es su perro también, y no me dejan pasar”, se lamentó.
“Acá no me dijeron concretamente que lo van a matar, pero con estas opciones es prácticamente lo mismo. Porque no lo van a aceptar en ningún país, por la vacuna”, relató Gavidia. “Además no tendría tampoco a nadie para que lo reciba en Hungría”, agregó.
“La jefa del Senasa acá en Ezeiza, con quien hablé desde el principio, me está tratando como un delincuente. Yo ofrecí pagar un veterinario si es necesario, y una multa o un lugar de cuarentena. Porque es algo que yo hice mal, pero quiero que se pueda solucionar acá”, aseguró.
“Coco es parte de mi familia, no lo pueden deportar. Ahora no sé dónde está, porque se lo llevaron y no me dieron más información. Me sacaron como un delincuente”, insistió.
“Propuse todas las opciones. No me voy a mover de acá sin mi perro. Ahora está con desconocidos después de un viaje traumático. No pido que se haga nada ilegal, yo me hago cargo de todo, pero quiero que se quede en mi país conmigo”, pidió.
Senasa ordenó poner a Coco en cuarentena
Debido a la repercusión del caso, en la tarde de este jueves el Senasa informó que “Coco” entraría en cuarentena en un espacio brindado por la Aduana.
Además, explicaron que el perro será vacunado contra la rabia en la zona primaria del aeropuerto internacional de Ezeiza donde se encuentra en este momento ya que aún no puede ingresar al país.
Desde el organismo explicaron que el perro no puede entrar al país porque se pone en riesgo a la población que tome contacto con el mismo.
“En estas circunstancias es un potencial factor de riesgo ya que al tener la vacuna antirrábica vencida, podría incluso ser un portador de esta enfermedad que afecta a los humanos”, informaron.
Dado que la vacuna tarda 21 días en brindar la inmunización al animal, su ingreso sin la vacuna correspondiente representa un riesgo para la salud pública y una responsabilidad para el Senasa que esté sin protección antirrábica.
Además, informaron que el país de origen, Hungría en ese caso, es el responsable de autorizar el embarque de los animales con la documentación sanitaria exigida por el país de destino.