Como si fuera una escena de película de catástrofes, de esas que ocupan el prime time televisivo o las carteleras de los cines, pero en la vida real y con un avión de línea de la empresa JetSmart. Así puede describirse en pocas palabras los segundos que se vivieron durante la tarde de ayer en el aeropuerto Presidente Perón, de Neuquén, y en el momento en que la aeronave intentaba aterrizar en la pista mientras fuertes ráfagas de viento castigaban la superficie y -además- habían levantado una intensa polvareda que reducía notoriamente la visibilidad.
El video viralizado dura apenas 40 segundos, suficientes para quitarle la respiración a cualquiera que lo ve de principio a fin. Y durante la secuencia se ve cómo el avión intenta -sin éxito- en reiteradas oportunidades aterrizar en la pista del aeropuerto y en medio de ese importante temporal de viento.
Tras sacudirse para un lado y para el otro como consecuencia de las ráfagas -y tras un par de intentos fallidos de tocar tierra firme-, finalmente el avión volvió a levantar vuelo y debió se redirigido al Aeropuerto de Mendoza, ya que no quedaban dudas de que no había chances concretas de lograr un aterrizaje tranquilo y salvo en tierras neuquinas y con esas condiciones atmosféricas y meteorológicas.
La destreza del piloto evitó una tragedia
Si bien en los videos se observa cómo el avión se encontraba a pocos metros de la pista de aterrizaje en el aeropuerto neuquino cerca de las 16 de ayer, también queda en claro que no asomaba ni siquiera la posibilidad de que el viento diera una tregua. En este contexto, cualquier movimiento brusco -como, por ejemplo, podría haber sido el apoyo del tren de aterrizaje en la pista- podría haber desencadenado una verdadera tragedia para el avión y su tripulación. Y por esto mismo es que se decidió que el vuelo fuera desviado a Mendoza, para que hiciera el aterrizaje en el Aeropuerto El Plumerillo.
“Tocó la pista con una rueda y tuvo que volver a elevarse”, destacó uno de los testigos del dramático momento y cuyo testimonio fue citado por Clarín. De acuerdo a la planificación inicial, el avión debería haber aterrizado a las 16:01 en Neuquén. Sin embargo, este imprevisto que lo trajo hasta Mendoza derivó en que recién pudiese llegar a la provincia sureña a las 19:18, cuando el temporal ya se había calmado.
Según destacaron desde la empresa JetSmart a Clarín, se trataba del vuelo WJ 3444, que había partido del Aeroparque Jorge Newbery (Buenos Aires) y cuyas condiciones llegaron a empeorar al momento de intentar aterrizar en Neuquén. “Esto motivó al capitán del avión LV-JQE a llevar a la aeronave a Mendoza para esperar que las condiciones mejorasen. Luego, con la mejora de las condiciones, el vuelo volvió a Neuquén, completando el recorrido”, explicaron desde la firma.