El 25 de marzo se celebra el Día del Niño por Nacer, una jornada dedicada a recordar y honrar los nueve meses de gestación dentro del vientre materno y a reconocer los derechos inherentes a esa vida en desarrollo.
La elección de esta fecha tiene un significado simbólico en la tradición católica, ya que entre el 25 de marzo y el 25 de diciembre transcurren los nueve meses previos al nacimiento de Jesús, coincidiendo también con la celebración de la Anunciación a la Virgen María.
El principal objetivo del Día del Niño por Nacer es la defensa y protección de los derechos de los niños aún no nacidos en todo el mundo. Se busca fomentar una cultura que valore la vida y la salud de todas las personas, con el fin de reducir los índices de mortalidad infantil y materna.
¿Qué países lo celebran?
La celebración de esta fecha ha sido adoptada por numerosos países, quienes se han unido a la iniciativa con el propósito de concienciar sobre la importancia de proteger la vida prenatal. Algunos de estos países y las fechas de su adhesión son:
- El Salvador: Fue el primer país en decretar esta celebración en 1993, bajo el nombre de “Día del Derecho a Nacer”.
- Argentina: Declaró oficialmente el “Día del Niño por Nacer” el 7 de diciembre de 1998, celebrándose por primera vez el 25 de marzo de 1999.
- Chile, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, Perú: Se sumaron sucesivamente a la iniciativa en los años siguientes.
- México: Celebra el “Día de la Vida concebida en el seno materno”.
- Brasil: Observa el “Día del Niño No Nacido” o “Día del Niño que ha de Nacer”.
- Austria: Conmemora el “Día del Niño No Nacido”.
- Eslovaquia: Reconoce el “Día del Niño Concebido”.
Esta conmemoración no se limita a estos países, sino que se extiende a otras naciones como España, Ecuador, Uruguay, Paraguay, entre otras, donde se promueve la reflexión y el respeto hacia la vida prenatal.
En un mundo donde la protección de los derechos humanos es fundamental, el Día del Niño por Nacer representa un recordatorio valioso de la importancia de proteger y valorar cada etapa de la vida, desde su concepción hasta su nacimiento.