13 de marzo de 2025 - 07:30

Historias de vida: la hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y da trabajo a 600 familias

Tras casi 100 años desde su fundación y habiendo estado al borde del cierre, hace una década un empresario recuperó la hilandería y tejeduría Warmi Sayajsunqo para dar trabajo a las comunidades de la puna. La historia de este motor de economía social.

Cuando en 2013 Juan Collado recibió el llamado de quienes eran por entonces los dueños de una histórica hilandería y tejeduría ubicada en San Salvador de Jujuy, supo que era de esas oportunidades que solo se presentan una vez en la vida. Y es que la histórica empresa, fundada en la década de 1920 por el Gobierno de Jujuy, había pasado a manos privadas en la década del 50 sin haber llegado a funcionar en plenitud. Y desde entonces, entre traspaso y traspaso –siempre entre privados-, poco a poco se había ido achicando y desarmando.

“Me llamaron los últimos dueños y me contaron que la iban a cerrar, pero que se habían enterado que yo estaba interesado en proyectos sociales para ayudar a las comunidades locales. Entonces me ofrecieron comprarla”, rememora Collado, empresario y emprendedor salteño, referente de Endeavor en el NOA y fundador de distintas empresas.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

Entre los emprendimientos fundados por Juan Collado, se destaca Warmi Sayajsunqo, que actualmente da trabajo a más de 600 familias de la puna jujeña en sus dos plantas de Abra Pampa (3.600 msnm) y de Palpalá. Y que es aquella hilandería y tejeduría que adquirió y que comenzó a funcionar en marzo del 2014 para, no sólo recuperarla y refundarla, sino para convertirla en una empresa social para que, de una vez por todas, pudiera cumplir aquel fin con que había sido pensada en 1922.

En este proceso inicial fue una actriz importante y con un rol clave Rosario Quispe, una líder colla de la puna jujeña y creadora precisamente de la asociación Warmi Sayajsunqo (que en quechua significa ‘mujer perseverante’).

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

“Rosario había creado la asociación en los '90 y a raíz de muchos problemas que se veían entre quienes vivían en la puna. Por un lado, mucha gente se iba. Y, entre quienes quedaban, había muchos problemas de alcoholismo y desempleo entre los hombres. Entonces creó esta asociación para subsistir, y eran 9 mujeres al comienzo”, agrega Collado.

Desde su humilde lugar, la referente consiguió fondos para otorgar créditos a las mujeres de la zona, para que pudiesen aprender artesanías o ampliar la cantidad de llamas que tenían.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

Fue la propia Rosario quien le contó a Collado la historia de la hilandería y tejeduría que se había proyectado en la década de 1920 para potenciar a quienes vivían en la zona, así como también –hasta entonces- de los múltiples intentos fallidos por ponerla en marcha como motor productivo para las comunidades locales.

“Todo nuestro proceso cuenta con la particularidad de que estamos de punta a punta en la cadena textil. Desde el productor adquiriendo la fibra de llama hasta la venta al consumidor. No hay intermediarios, todo compra, se produce y se confecciona en Jujuy”, agrega a su turno el CEO de Warmi Sayajsunqo, Gastón Arostegui.

La histórica hilandería y tejeduría de Jujuy, fundada hace más de 100 años

A comienzos de la década de 1920, por iniciativa e impulso del entonces gobernador de Jujuy, Benjamín Villafañe, se fundó la “Primera Hilandería y Tejeduría de Jujuy" (ese era su nombre).

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

Desde el principio el espíritu del emprendimiento fue ayudar a prosperar a aquellas comunidades andinas que habitaban en la zona y quienes, desde hace casi 30.000 años que convivían con la llama y la habían incorporado a sus rutinas diarias.

El equipamiento fue traído desde Bélgica. No obstante, en aquel momento no se logró poner en marcha ante la falta de recursos, por lo que todos los containers prácticamente quedaron guardados durante 30 años tal y como habían llegado.

En la década de 1950, de la mano de dos familias húngaras que habían llegado a Argentina huyendo de la postguerra en Europa –y quienes habían tenido en su tierra natal desarrollos textiles-, finalmente se puso en marcha la hilandería y tejeduría. No obstante, tras radicarse en Jujuy, los inmigrantes húngaros deciden poner en funcionamiento la empresa en la capital (San Salvador) y no en la puna.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

Durante los primeros años, la planta trabajó dentro del esquema público – privado, con participación estatal y dándole trabajo a más de 1.000 personas. No obstante, con el correr de los años, el sistema fue perdiendo rentabilidad, sumado a que el Estado se retiró.

Poco a poco se dio un fenómeno gradual de decadencia, se fue achicando la planta, se vendieron los equipos y se traspasó varias veces entre privados. Todo hasta llegar a aquel llamado de 2013 en que la planta fue ofrecida a Juan Collado como un último intento por salvarla antes de lo que asomaba como un cierre inminente.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

Warmi Sayajsunqo, el proyecto que da trabajo a más de 600 familias

Cuando Collado profundizó en la historia de la hilandería y tejeduría y en aquel espíritu que buscaba convertirla en una alternativa para las comunidades originarias andinas de la puna jujeña –objetivo que llevaba casi 100 años trunco-, no lo pensó dos veces y la compró.

“Sentí que lo tenía que hacer. Me paré al lado de la carda (NdA: instrumento que se utiliza para limpiar y separar las hebras), que es como el corazón de la hilandería y donde se convierte el vellón en trenzas de fibra, y se me ocurrió armar una empresa social que sea de las comunidades locales. Y también que invite a otros emprendedores a aportar dinero. Además, que todo el beneficio vaya a las comunidades y que permita hacer crecer el empleo y el bienestar en la puna”, describe Collado sobre el día en que tomó la decisión de adquirirla, momento en que dejó aquel nombre residual de “Primera Hilandería y Tejeduría de Jujuy” para pasar a ser Warmi Sayajsunqo.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

Entre los objetivos que se había fijado Collado sobresalía el de encontrar un proyecto autóctono y que permitiera, desde el NOA, crear algo distintivo y de calidad.

Según destaca Gastón Arostegui, en total –y entre las dos plantas- están trabajando con 600 familias de pequeños productores de 19 comunidades de la puna jujeña

La planta de hilatura se encuentra en Abra Pampa, en el corazón de la puna jujeña, a 80 kilómetros del límite con Bolivia y a una altura de 3.600 msnm.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

“Producimos con condiciones realmente hostiles, con decir que todos los inviernos se nos rompen las cañerías de agua. El anteaño pasado el récord de temperatura mínima en Argentina estuvo en Abra Pampa y fue de 26 grados bajo cero”, ejemplifica .

En el sitio precisan, además, contar con humidificadores de manera permanente, puesto que las condiciones ideales pata trabajar la fibra incluyen una humedad de ambiente superior a 80%, mientras que Abra Pampa llega a 15% a duras penas.

Allí habitan 12.000 personas entre las 300 comunidades andinas diseminadas en distintos parajes y es una especie de centro neurálgico de la puna.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

“Logramos el anhelo de Rosario Quise y que era que la hilandería funcionara en la puna. Logramos cumplir el desafío que se había propuesto hace más de 100 años”, describe Collado.

En tanto, la tejeduría de Warmi Sayajsunqo está situada en Palpalá. Ambas plantas están separadas por 230 kilómetros.

En lo que tiene que ver con la producción, se ha enfocado en dos grandes rubros. Por un lado se destacan la indumentaria y los accesorios (con ponchos, chalinas y bufandas como protagonistas, llegando a incursionar en buzos de fibra de llama), mientras que la otra línea es de decoración. Aquí sobresalen las mantas, los pies de cama y las alfombras.

En lo que hace al proceso productivo, son 39 las familias que participan de la elaboración, mientras que de manera indirecta –incluyendo a quienes abastecen de fibra de llama (no es lana) y otra materia prima- se alcanza la cifra de 600 familias que viven de la hilandería y tejeduría.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

“Son 600 familias de la puna que pueden vender a un precio justo, y también trabajamos con artesanos, ya que ellos producen las etiquetas. Pero lo más importante es que ponemos los valores en las comunidades ancestrales de la puna y queda en claro que la tecnología es una gran aliada para causas nobles”, concluye Collado.

Cómo conseguir la ropa elaborada por comunidades autóctonas de la puna en Mendoza

Por fuera de las dos plantas de la hilandería y tejeduría, Warmi Sayajsunqo tiene solamente dos sucursales en Argentina para vender sus productos. La primera de ellas está en Purmamarca, mientras que la segunda está en Mendoza.

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La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

La histórica hilandería de la puna que tiene más de 100 años, casi cierra y hoy da trabajo a más de 600 familias. Foto: Gentileza Warmi Sayajsunqo.

Puntualmente, se ubica en calle Belgrano, pegado al Hotel Diplomatic y a metros de la esquina con Sarmiento.

“Con Mendoza nos une la Cordillera de los Andes y tenemos muchos aspectos comunes entre Warmi Sayajsunqo y Mendoza. Compartimos el clima, la amplitud térmica, seguimos la línea andina. ¡Y también Warmi Sayajsunqo se lleva muy bien con el vino!”, concluye a su turno Arostegui.

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