Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa de un circo que vivía encadenada y era exhibida al público

En 2007, luego de una denuncia y a raíz de una nota de Los Andes, personal de Recursos Naturales secuestró el animal en una finca de Rivadavia. En el lugar le habían mutilado las garras para que no fuera peligroso. Fue llevado al ex Zoo. Actualmente aguarda en el Ecoparque por su traslado.

Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa de un circo que vivía encadenada y era exhibida al público
Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa que vivía encadenada y era exhibida al público en Rivadavia. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

Dentro de los ejemplares exóticos que quedan en el Ecoparque mendocino para su traslado o derivación (no seguirán en el espacio), hay algunos que -por su imponencia y majestuosidad- sobresalen frente a los demás. Los elefantes Kenya y Tamy son los más populares, ya que luego del traslado de Pocha y Guillermina, todos los focos se centraron en ellos y se espera por novedades respecto a su situación y a si se avanzará con el traslado (los resultados de la autopsia de Pocha, quien murió en el santuario de Brasil, serán cruciales). Sin embargo, también están Violeta y Luci, quienes -tal vez- no gozan de tanta prensa como los paquidermos.

Violeta y Luci son dos tigresas de Bengala, las únicas dos que quedan en el Ecoparque local y que llegaron al espacio en la época en que funcionaba como Zoológico de Mendoza. Ambas permanecen en un reducido recinto de piedras, rejas y alambres, y transcurren gran parte del día echadas sin que nadie las moleste, ya que el paseo está cerrado al público desde mayo de 2016. Sin embargo, la manera en que Violeta llegó al ex paseo mendocino es por demás llamativa: fue secuestrada de una finca particular en Rivadavia, donde un hombre la mantenía en cautiverio y la había criado de cachorra. Incluso, su ex “dueño” la había integrado a un museo y era visitada por turistas y chicos de las escuelas.

Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa que vivía encadenada y era exhibida al público en Rivadavia. Foto: Archivo Los Andes.
Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa que vivía encadenada y era exhibida al público en Rivadavia. Foto: Archivo Los Andes.

“El hombre salió en notas del diario, incluso, mostrando a la tigresa y posando con ella. Pero, por ley, está prohibido en Mendoza y en Argentina la tenencia en cautiverio de estos ejemplares, por lo que en 2007 se hizo el operativo donde se la secuestró y se la llevó al entonces Zoológico de Mendoza”, destacó a Los Andes uno de los participantes de aquel operativo de hace ya 15 años y en el que se rescató al ejemplar.

Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa de un circo que vivía encadenada y era exhibida al público. Foto: Gentileza.
Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa de un circo que vivía encadenada y era exhibida al público. Foto: Gentileza.

La tigresa no estaba en malas condiciones en cuanto a su estado o aspecto, pero era mantenida encadenada en el predio de Rivadavia donde vivía (la cadena tenía 3 metros y era complementada por un cable de acero de 150 metros). “A Fauna llegó una denuncia anónima referida a que, posiblemente, tenían a un tigre de Bengala en un campo de Rivadavia. Cuando fuimos a visitar a la persona para el procedimiento, el hombre colaboró voluntariamente en la entrega del animal. En aquel momento fuimos con personal del ex Zoológico de Mendoza y de la Policía Rural al domicilio, y con la colaboración del dueño -él mismo manipuló a Violeta- pudimos subirla y trasladarla al entonces Zoo”, destacó aquel participante del operativo en Rivadavia.

La historia de Violeta, la tigresa del ex Zoo de Mendoza

En 2005, cuando era apenas una cachorra de 25 días, Violeta llegó a manos de quien -durante 2 años- fue su dueño. Su tutor explicó en 2007, en una nota a Los Andes, que había recibió a la felina de parte de un circo que había pasado por ese departamento del Este. Y la misma explicación le dio a las autoridades de Fauna de Mendoza cuando se apersonaron en el lugar para incautar al imponente ejemplar para hacer cumplir lo que establece la normativa.

Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa que vivía encadenada y era exhibida al público en Rivadavia. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.
Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa que vivía encadenada y era exhibida al público en Rivadavia. Foto: Claudio Gutiérrez / Los Andes.

“Cuando llegamos, la tigresa ya tenía entre 2 y 3 años, pesaba 160 kilos estaba casi entrando a una zona de madurez. Él (por el dueño) nos contó que lo recibió de un circo, que la tigresa estaba muy mal y él la había recuperado y dado de comer. Lo que ocurre es que el circo nunca se hizo responsable ni registró el nacimiento ni la tenencia de este ejemplar. Era la época en que estaba permitida la exhibición de animales en circos que llegaran a Mendoza, algo que luego fue prohibido”, explica el hombre que participó del rescate hace 15 años ya.

Criado como doméstico

En una nota brindada a Los Andes y publicada el 5 de agosto de 2007, el hoy ex dueño de Violeta -aunque en ese momento todavía la mantenía en su finca- contó que la tigresa se había criado de cachorra entre la gente, que estaba “completamente domesticado” y que no representaba ningún peligro. “Incluso, le sacamos la garra cazadora para que sus juegos sean inofensivos”, explicó el hombre en esta nota publicada antes de que se incautara a la felina.

En la misma nota, el otrora tutor de Violeta contó que le fue entregada la tigresa cuando era cachorra ya que había nacido “muy enferma y débil”.

Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa de un circo que vivía encadenada y era exhibida al público. Foto: Gentileza.
Historias del Zoo de Mendoza: Violeta, la tigresa de un circo que vivía encadenada y era exhibida al público. Foto: Gentileza.

En el Ecoparque y a la espera de una definición sobre su futuro

Desde el momento en que se realizó el operativo y se secuestró a la tigresa de Bengala, Violeta permanece en su recinto del predio ubicado al costado del Cerro de la Gloria. Durante los primeros años, el dueño del predio de Rivadavia que la mantuvo durante sus primeros dos años de vida la fue a visitar asiduamente al entonces Zoológico y hasta le llevaba comida y hacía compañía por extensos periodos.

Desde 2011, Violeta tiene compañía: al predio llegó Luci, otra tigresa de Bengala que ingresó en el momento en que -todavía- se permitían el intercambio de animales en el lugar (algo que ya no se hace). Sus recintos están ubicados uno al lado del otro, pero entre ellas están separadas.

Cuando el ex Zoo mutó a Ecoparque, la meta con los animales exóticos pasó a ser la de trasladarlos a santuarios o a espacios adaptados para su estadía y que se amoldaran un poco más a su hábitat natural.

Si bien los traslados de estos ejemplares desde Mendoza han quedado en stand by hasta tanto se determine la causa de muerte de la elefanta Pocha (falleció hace un mes en el Santuario de Brasil al que llegó procedente desde Mendoza), la intención es que las tigresas Luci y Violeta viajen a un santuario. Más concretamente, sería al Wild Sanctuary de Colorado, Estados Unidos. Es el mismo espacio en el que se encuentran los 10 osos pardos que estuvieron en el Ecoparque y fueron trasladados en noviembre de 2019.

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