San Carlos es el departamento más antiguo de la provincia, el centro de las tradiciones, cuna de importantes decisiones y personajes desde la época precolombina hasta nuestros días. Un sitio que en 1575 tiene sus primeros antecedentes históricos, cuando el capitán Domingo Sánchez Chaparro tomó posesión de las tierras de Caseopot, nombre que le dieron los originarios del lugar.
El primer asentamiento español fue la estancia El Cepillo (actuales distritos de Chilecito, Eugenio Bustos y La Consulta). En 1770 se fundó el fuerte de San Carlos, el primero que se construyó en el territorio provincial para protegerse del ataque de los grupos indígenas más belicosos, ubicados al sur. La villa de San Carlos fue creada en 1772.
Estos datos figuran en la literatura oficial de Mendoza, como así también en el libro Crónicas de mi tierra, del periodista Roberto Suárez, quien presentó su obra en la Feria del Libro hace unos días. En esas páginas se nota la impronta del autor nacido en este departamento, el primero del Valle de Uco, que un siglo después fue dividido para dar origen a Tupungato y a Tunuyán.
Roberto, hermano del gobernador Rodolfo Suárez, nació en La Consulta, donde tuvo lugar la histórica reunión entre el General San Martín y representantes de la nación Pehuenche, para permitir el paso del Ejército Libertador por sus tierras, con el objetivo de independizar a Chile de la Corona española.
En la parte inicial de su obra, Suárez explica que la leyenda afirma que su nombre se debe a “la consulta” o “entrevista” que José de San Martín llevó a cabo con los indios Pehuenches. Asegura que hay documentos históricos que muestran que esto no fue así. “San Martín se entrevistó con el jefe Ñacuñán (Águila Blanca) y otros caciques en el Fuerte de San Carlos. Nunca iba a realizar el Gran Libertador de América una entrevista con los Pehuenches a cielo abierto, como se enmarcaba en la zona llamada Del Molino en la actual calle San Martín, a la entrada de la ciudad”, expresa el autor. Y añade que existe un archivo judicial del siglo XIX donde se hace referencia a una demanda de herencia ubicada en el “Abra La Consulta”, como la llamaban los Pehuenches a este paraje ubicado tras dos cerros antes de penetrar el río Tunuyán en el valle. Suárez expresa: “Este expediente está caratulado ‘Expediente 1309 año 1705. Asunto Moyano Cornejo, pide posesión de estancia’. Esto demuestra que 100 años antes de la era sanmartiniana existía el nombre de La Consulta”.
Más adelante, el autor habla de las diferencias entre las poblaciones Pehuenches y Huilliches; y destaca el valor histórico de la iglesia San Carlos Borromeo, que para muchos historiadores es la más antigua de Mendoza. Data de 1772 y queda el recuerdo de la imagen del Cristo Huarpe, originaria de la época en la que estos pueblos originarios emigraron al Sur y en la cuál, habría rezado San Martín en su paso por la región como parte de su expedición libertadora. Además se lamenta de la casi total desaparición del fuerte. Se produjo en la década de 1920, debido a la construcción de una comisaría y solo se dejaron las ruinas de un baluarte y un cañón como testimonio histórico.
En otra parte de su trabajo, el autor le dedica varias páginas a su familia, los orígenes de los Suárez-Reinoso, siempre ligada al radicalismo. Su abuelo farmacéutico, el primer Ulpiano Suárez en la provincia, mantuvo la tradición, mientras que su abuelo materno, Ricardo Reinoso (yrigoyenista) fue uno de los tantos radicales que con el advenimiento del peronismo se sumó a las filas del movimiento. También comenta que el tío de su abuelo, Ulpiano Suárez Alonso (el primer Ulpiano) fue una de las víctimas de la dictadura de Francisco Franco tras la Guerra Civil Española y murió fusilado. Cabe aclarar que el cuarto Ulpiano Suárez es el actual intendente de la Ciudad de Mendoza, sobrino del autor del libro.
Entre los personajes destacados que nacieron en San Carlos, Roberto Suárez resalta las figuras de Fray Inalicán, Ñancuñán, La India Magdalena, el ex fraile y militar José Félix Aldao, el puestero Juan Gualberto García, la escritora Manuela Mur; los famosos músicos Daniel Altamirano y Pancho Navarro; el ex campeón mundial de boxeo Hugo Pastor Corro, y los gobernadores Alfredo Cornejo y Rodolfo Suarez.
Fray Francisco Inalicán, mapuche nacido en Chile, hablaba varias lenguas originarias y sirvió de intérprete a las fuerzas expedicionarias primero y al General San Martín después. Del cacique Ñacuñán, uno de los líderes de la entrevista con el Libertador, destaca su agudeza para conocer a las personas y descubrir las intenciones de la otra parte. La India Magdalena, también nacida en estas tierras fue quien se encargó de teñir de azul algunos de los uniformes de los soldados de Ejército Libertador.
Sobre José Félix Aldao, hace referencia a que es uno de los personajes más polémicos. Un fraile dominico y luego militar, líder del Partido Federal, que además tuvo una valerosa participación en la batalla de Chacabuco, decisiva para la emancipación de Chile. “Para algunos fue un eficaz gobernante, y su capacidad como líder militar llegó a ser legendaria, así como su crueldad, alimentada por la biografía que escribió de él, Domingo Faustino Sarmiento”, señala Suárez en su libro.
Ya en el siglo XX, Roberto rinde homenaje a Juan Gualberto García, el puestero de Pareditas que encontró al aviador Henry Guillaumet, que venía caminando desde hacía cinco días por la montaña, luego de realizar un aterrizaje de emergencia en la zona de la Laguna del Diamante. Fue en junio de 1930, el chico de 14 años logró divisar casi desvanecido al piloto cerca del arroyo Yaucha. En San Carlos, Guillaumet se reencontró con su amigo, colega y compatriota, Antoine de Saint-Exupery, autor de El Principito, entre otras obras. En 2001, García fue condecorado por el gobierno francés, con la Legión de Honor, otorgada por el presidente Jacques Chirac.
En la parte final de sus crónicas, Roberto Suárez habla de José Néstor Lencinas, probablemente el motivo principal que impulsó a este sancarlino a escribir un nuevo libro. Destaca que el sancarlino Lencinas fue el primer gobernador de Mendoza elegido por el voto popular en el marco de la Ley Sáenz Peña, con voto universal, obligatorio y secreto, que se convirtió en gobernador del pueblo rival directo del conservador Emilio Civit. Un caudillo, apodado el “gaucho”, que se había especializado en derecho minero. Subraya: “La historia nos iba a decir que 100 años después, San Carlos tendría dos gobernadores más nacidos en sus entrañas: Alfredo Cornejo y Rodolfo Suarez”. Y rescata al caudillo y uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical, revolucionario en 1893 y 1905 y gobernador de la provincia en 1918.
El autor
Roberto Suarez nació en La Consulta, San Carlos, el 18 de septiembre de 1952. Lleva 52 años ejerciendo como periodista: trabajó en radio, televisión y prensa gráfica mayormente en Mendoza y también en Córdoba y Buenos Aires.
Autor de Crónicas de guantes, Crónicas de Alfonso, Crónicas de retórica, Crónicas de una pasión insaciable y Cicatrices de la vida, presenta en esta oportunidad la obra dedicada a la tierra en que nació y se crió.
Roberto Suarez también fue subsecretario de Comunicación Social de la provincia en el inicio de la restauración de la democracia, en 1983, durante el gobierno de Santiago Felipe Llaver.
Creó el primer noticiero de la televisión por cable en Mendoza, Aconcagua Noticias, la Radio Veintiuno FM, el primer periódico gratuito de la provincia, Diario Jornada, el diario digital ̈jornadaonline.com y también Radio Jornada FM 91.9. Realizó las primeras transmisiones vía satélite desde el extranjero para la televisión mendocina. Ha cubierto siete campeonatos mundiales de fútbol para distintos medios. Luego de ser editor general durante 18 años en el Grupo Jornada, se desempeña actualmente en el Grupo Crónica de Buenos Aires. También fue coautor de los libros ¨Pena de muerte y ¨El indulto.
El libro Crónicas de mi tierra está disponible en la librería Cúspide, avenida San Martín 931 de Ciudad.
