En medio de la celebración de la Semana del Adulto en los CENS de toda la provincia, dos estudiantes con historias diferentes, aunque con la misma convicción de finalizar el secundario, representan un ejemplo para la sociedad y demuestran el verdadero sentido de esta oferta educativa. Los centros educativos de nivel Secundario (CENS) están destinados a jóvenes y adultos que deseen iniciar o retomar sus estudios secundarios y que, por diferentes motivos, no pudieron hacerlo antes.
Antonella Lorente tiene 30 años, es viuda y mamá de tres hijas pequeñas. Carlos Vera tiene 76 y es un alumno ejemplar. Ambos cursan tercer año y, por sus distintas historias de vida, realizan un gran sacrificio para recibir su tan ansiado diploma en el CENS 3-404 Josefa Dominga Balcarce San Martín, ubicado en Paso de Los Andes y Manuel A. Sáez, en la Quinta Sección de la Ciudad de Mendoza.
A la institución asisten estudiantes que van desde los 17 hasta los 76 años, quienes, al concluir sus estudios, obtienen el título de Bachiller en Agro y Ambiente. Es por eso que este CENS, por su especialidad, posee una huerta en pleno centro de Mendoza donde los estudiantes cultivan lechuga, acelga, perejil, zanahoria, rabanitos y ajo, entre otros y llevan a cabo un seguimiento riguroso con ayuda de los docentes. También realizan la elaboración de conservas, desde dulces a escabeches, siempre guiados por sus profesores.
“Rescato de este establecimiento el hecho de que me abrió las puertas desinteresadamente a pesar de mis dificultades. Me contuvieron y me ayudaron a que pudiera cursar, incluso cuando me vi obligada a venir con mis tres hijas”, reflexiona Antonella, con una sonrisa ancha. Y agrega: “No tengo más que palabras de agradecimiento para preceptoras y profesoras que cuidaban a mis niñas mientras rendía alguna materia”.
Para Carlos, el CENS es una “gran familia”; por eso, disfruta cada momento. Es un alumno meticuloso y cumplidor, aunque, eso sí: el té con tortitas de las 9 de la noche jamás se lo pierde y es, posiblemente, lo que más le gusta compartir con sus pares.
“Tengo la oportunidad de charlar con todo el mundo y eso me hace bien. El hecho de que los docentes y alumnos me hayan integrado no tiene precio y siempre estaré agradecido”, sostiene.
Sergio Torrico, director del CENS 3-404, expresó a Los Andes que la semana del Adulto se conmemora hasta el 9 de este mes y es una hermosa ocasión para que todos los estudiantes se reúnan y compartan momentos de recreación, reflexión y charla.
“Es un momento para que todos nos reunamos a esta altura del año, evaluemos todo lo que ya ha transcurrido y saber que falta poco para terminar el año para algunos estudiantes y, para otros, finalizar su ansiada secundaria”, reflexiona.
“En los CENS convergen infinidad de realidades, gente que trabaja y luego viene a sus clases, gente que por diversas razones abandonó sus estudios cuando era joven y hoy quiere terminarlos y también personas que postergaron su formación por el trabajo o por su familia y hoy desean comenzar. Lo importante es que ven en la educación para adultos la oportunidad de poder terminar sus estudios secundarios y, en muchos casos, poder seguir carreras universitarias”, apunta.
Torrico destacó especialmente el compromiso, el esfuerzo y la resiliencia de algunos alumnos que son solo una parte de las grandes historias que suceden en forma cotidiana a lo largo y ancho de toda la provincia de Mendoza.
“Carlos es abanderado de la insignia nacional y cursa tercer año presencial, por lo tanto, está a punto de concluir un ciclo importantísimo. Es un estudiante siempre atento a todo lo que les sucede a sus compañeros y siempre dispuesto a colaborar en lo que necesiten. También se preocupa por todo lo que pueda necesitar la escuela; por eso, representa un ejemplo de cómo la edad no es un impedimento para poder estudiar e integrarse en un curso con alumnos mucho más jóvenes que él”, define Torrico.
Enfocado en una franja particular
Por otro lado, Torrico se refirió al otro ejemplo del espíritu que persiguen los CENS a través de la historia de Antonella, quien cursa tercer año en forma semipresencial.
“Tiene tres nenas y la menor de apenas dos años de vida. A pesar de todo lo vivido sigue con sus estudios y con la meta de terminar la secundaria. Ella también es un caso especial ya que muchas veces ha tenido que concurrir con sus hijas a la escuela, cuando nadie puede cuidar de ellas, y ahí es donde se ve el alma del CENS”, sostiene.
Para el director, existen muchas maneras de conmemorar esta fecha especial junto a los verdaderos protagonistas de la Semana del Adulto. “Es importante valorizar y reivindicar a quienes realizan un esfuerzo y apuestan al estudio que no pudieron cumplir antes”, dice.
Por eso, entre esas maneras de celebrar mencionó aquello que, al menos en el CENS 3-404, están llevando a cabo desde que comenzó la festividad: charlas, karaoke, juegos de mesa y meriendas compartidas.
Además de Sergio Torrico, se desempeñan la secretaria Melisa Ortiz; las preceptoras Laura Calderón, Alejandra Vera y Belén Cáseres y el equipo del Servicio de Orientación Psicopedagógico formado por Betiana Ledda y Gisela Marcuzzi. Los celadores Walter, Fabián, Silvia y Johana, según se explicó, realizan una importante tarea de contención en todo el alumnado. Finalmente, se mencionó a Flavio Muñoz como encargado del proyecto Huerta.
Cabe señalar que la matrícula actual es de 102 alumnos en las modalidades presencial, semipresencial y multiciclo.
