Los memes irrumpieron desde hace años en nuestras vidas empujados por el crecimiento de las redes sociales y la creación de una manera distinta de comunicar, ligada al humor pero con códigos que los “no-conectados” se les dificulta comprender mucho más que los nativos digitales.
¿Qué es un meme?
La palabra meme hace referencia a ideas, comportamientos o estilos que se extienden culturalmente entre personas. Fue acuñada por Richard Dawkings en su libro «El gen egoísta». Es un derivado del griego “mimema” que hace referencia a lo que es imitado.
Este concepto se ha trasladado a internet para describir ideas que se viralizan o son replicadas de forma masiva a través de las redes sociales, blogs, emails… y pasan de persona a persona de manera explosiva, describe el sitio 40defiebre.com en su diccionario de Marketing y Comunicación Digital.
El formato de un meme puede ser una frase, una imagen, un vídeo o un concepto más abstracto. En general su temática es humorística rozando casi lo absurdo aunque en ocasiones también se conviertan en pequeñas píldoras filosóficas. Por lo tanto, no deberíamos nunca pensar que un meme es tan sólo una mera broma.
Antes y después: así están los protagonistas de los memes más famosos
Muchos protagonistas de memes, la mayoría, son involuntarios. Nunca quisieron aparecer en miles y miles de muros de redes sociales y en innumerables grupos de WhatsApp con frases que, lógicamente nunca dijeron, y que abarcan temas tan variados como descabellados.
Sus rostros han quedado grabados en millones de usuarios de redes pero un “tuitero” realizó un trabajo de investigación que, respondiendo a la misma lógica del título del “proyecto”, se viralizó de inmediato.
El usuario George Paganza creo un hilo con el “Antes y Después de los memes famosos”. El meme y la foto actual de su protagonista nos muestran a la persona más allá del meme. Desde “Brian mala suerte” hasta la nena con cara de desconfianza.