En Argentina se denunciaron dos casos de hepatitis aguda grave en las últimas 48 horas, uno en Rosario y el otro en Neuquén y el sistema sanitario en pediatría se mantiene en alerta ante la aparición de los síntomas como vómitos, diarrea, dolor abdominal para aplicar un protocolo que permita descartar los agentes conocidos hasta ahora y otras causas como toxicológicas, de este agente que se busca identificar.
El Jefe del Laboratorio de Salud Pública de Mendoza, Carlos Espul indicó que “hasta el momento tiene una etiología desconocida, entonces lo que uno puede hacer es estar atentos al grupo etario en el que impacta o involucra esta enfermedad y descartar como son los virus que están relacionados que son la hepatitis A, B, C,D, E. Lo que pasa es que se ha encontrado en algunos pacientes otro virus, pero no se da en la mayoría de los casos testigo que están en estudio. Esto hace que no tengamos claro cuál es el agente de la patología”.
En declaraciones a Aurora Argentina, Espul también advirtió que en esta investigación epidemiológica que se está haciendo a nivel mundial y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto todos los esfuerzos, “se ha detectado un adenovirus respiratorio que también puede provocar casos de gastroenteritis en un 30% de los chicos con esta enfermedad, pero vuelvo a repetir no en todos, por eso hay que seguir analizado, como también la evolución clínica”.
Los científicos y la comunidad médica también se enfocan en establecer la relación con el coronavirus, que se presentó como una infección conjunta a la de la hepatitis desconocida.
Mientras tanto, fuentes del Hospital Pediátrico Humberto Notti indicaron que por ahora no hay consultas vinculadas a hepatitis misteriosa, o asistencia con cuadros de diarreas vinculadas a este adenovirus, al que se le suscribe esta patología.
Cómo llegó a la Argentina
Los primeros casos de la hepatitis desconocida en el mundo se detectaron primero en Reino Unido y luego en Estados Unidos, a finales del 2021. Todavía no hay una explicación de la aparición de la enfermedad en el país.
“Por ejemplo si lo comparamos con la pandemia, se produce en un punto y se empieza a expandir. Pero en este caso no se encontró una determinación científica o epidemiológica o microbiológica por la cual aparezca este tipo de afectación. Habrá que ver estos dos casos que hay en la Argentina, cuál es su evolución”, advirtió el especialista.
Qué dice la Sociedad Argentina de Pediatría
El presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Pablo Moreno, llevó tranquilidad ante la aparición de esta enfermedad y la denuncia de dos casos en Argentina y recordó “siempre hubo casos de hepatitis en donde nunca se supo cuál fue el agente causal, si bien es cierto que las hepatitis graves han disminuido desde que la vacuna de la hepatitis A y la B están en el calendario de vacunación y que los casos graves que requerían trasplantes ya no se ven, ha habido un grupo de niños en donde no se ha encontrado la causa”.
Es por eso que el galeno llamó a estar atentos y a dar cuenta de los casos que son sospechosos, pero no crear pánico en la comunidad.
“Tenemos que estar atentos a los síntomas, vómitos, náuseas, dolor abdominal y coloración amarillenta en la piel para consultar al pediatra o a los servicios de emergencia, pero además mantener las medidas de higiene que son el lavado de manos, la limpieza en el hogar y la ventilación de los ambientes”, recalcó.
La explicación de que se continúen con las medidas de prevención tomadas contra el coronavirus, es porque el adenovirus que se cree que es el causante, aunque no hay suficiente evidencia, es un virus respiratorio.
Los casos en Argentina
Este viernes recibió el alta médica el niño de cuatro años al que se le detectó la patología en Neuquén. El paciente tuvo una evolución favorable y por eso, continúa con la recuperación en su domicilio. Hasta el momento se desconoce el agente que causó el cuadro.
Andrés Gallardo, director médico de la clínica San Lucas, donde estaba hospitalizado, detalló que “cuando lo evaluamos se hizo el diagnóstico de hepatitis aguda y se pidió un laboratorio de urgencia para ver cómo estaba el hígado. Por el resultado preliminar se decidió internarlo porque había riesgo de una insuficiencia hepática”.
Gallardo agregó que el niño tenía el esquema de vacunación completo, que protege contra las variantes de hepatitis A y B.
En tanto, el menor de Rosario que fue el primer caso testigo del país, sigue en estado crítico.
El Jefe de la Unidad de Hígado y Trasplante Hepático del Sanatorio de la Mujer, Alejandro Costaguta, informó que el “paciente continúa internado en Terapia Intensiva en estado crítico”. “Dentro de lo crítico, hoy sigue estable y es evaluado constantemente”, añadió el médico.
Los signos de alerta
Los infectólogos pediátricos como fiebre elevada, signos de deshidratación, decaimiento general, heces claras, orina oscura y color amarillento de la piel son los síntomas que si se presentan en niñas o niños deben llevar a realizar una consulta médica.
“No todas las diarreas son para alarmarse. Como en toda enfermedad hay que observar el cuadro general. Si el chico tiene fiebre alta, el estado general es malo o presenta signos de deshidratación como boca muy seca o le tocas las piel y queda marcado hay que realizar la consulta”, indicó la infectóloga pediátrica Analía De Cristófano, en declaraciones a Télam.
“Por supuesto que hay otros signos más específicos como el pis oscuro, las heces claras o el color amarillo en la piel, que son pautas claras para hacer la consulta”.
Por último, la jefa de Clínica del área ambulatoria del Servicio de Epidemiología e Infectología del Hospital Garrahan sostuvo que “no hace falta que todos los niños con un cuadro gastrointestinal simple vayan a una guardia; tienen que hacerlo los pacientes cuyos padres no los ven bien, tienen vómitos persistentes, sangre en la materia fecal o cualquier cambio más allá de una diarrea simple”.