La cantidad de chicos, niños y adolescentes, bajo la tutela del estado ha aumentado notoriamente. Es algo que se aprecia si se compara con la situación de hace algunos años pero, en particular, es impactante el incremento de los últimos meses.
En diciembre de 2019, antes de la pandemia, eran 500, hoy son 953, casi el doble. Pero incluso, desde diciembre del año pasado hasta el 30 de abril de este, en tan solo 4 meses se sumaron 203, ya que por aquel entonces eran 750.
Lo que advierten en los organismos intervinientes es que hay un deterioro de las condiciones sociales y que hay cada vez más casos de abusos, violencias y vulneraciones derechos e incluso, son de mayor gravedad.
“Las situaciones se complejizan cada vez más, con aumento en la conflictividad, hay maltrato infantil, violencia sexual infantil y negligencia, por eso ingresan los chicos, pero sobre todo con situaciones de mucha más violencia”, refirió la licenciada Verónica Álvarez Ocampos, subsecretaria de Infancias, Adolescencias y Juventudes de la provincia.
La situación presenta un verdadero desafío si se tiene en cuenta la contracara: hay cada vez menos familias con intenciones de adoptar o de fungir como familia temporaria.
Según detallaron desde el área, estas últimas bajaron a la mitad en pocos meses: eran 40 en diciembre pasado y hoy son 20.
Efectivamente, en el Registro Provincial de Adopción ven cómo se reduce la cantidad de personas que se inscriben.
Verónica Gutiérrez Goyochea, Coordinadora Provincial del Registro, detalló que se pasó de 408 familias inscriptas al 25 de agosto del año pasado a 368 al 2 de mayo de este año.
De todas formas dijo que la cantidad de adopciones que se realizan se mantiene en 100 al año.
Otro asunto que complejiza la situación refiere a las edades de los chicos: “Le llamamos proyecto adoptivo o disposición adoptiva : el 87,77% de las personas inscriptas en el registro tiene disposición adoptiva para vincularse con niños de hasta 3 años”, resaltó. Efectivamente, es notorio como la cantidad de legajos en esa condición disminuye dramáticamente a medida que avanza la edad de los chicos y quedan por debajo del 20% en disposición adoptiva para chicos a partir de los 11 años.
Condicionantes
Analizar los factores que inciden en el aumento es complejo y, sobre todo, hay que ponderar que se trata de situaciones multicausales. Pero en una primera aproximación el contexto socioeconómico aparece como determinante, tanto para las condiciones de vida vulneradas dentro de las familias como para la predisposición de las familias de acoger a estos chicos en sus hogares.
Reconocen que es un elemento de peso que impacta en la convivencia: “La situación económica no es ajena a esta situación, en una familia en la que los ingresos no alcanzan se genera situaciones de violencia”, apuntó Álvarez.
Agregó como otro condicionante la variable del consumo problemático que también ha aumentado, respecto a varias sustancias pero, sobre todo, de cocaína.
De hecho, recientemente se conocieron casos conmocionantes. El 19 de abril, un niño de 2 años y una niña de 4 años fueron atendidos de urgencia en Hospital Perrupato (San Martín) por intoxicación, que resultó ser cocaína, mientras estaban con su padre. El 29 de abril, un niño de 5 años fue ingresado al hospital Paroissien de Maipú, después de que se descubriera cocaína en su organismo.
Pero por otra parte, en cuanto a familias que puedan dar contención temporaria o definitiva, pueden estar influyendo los cambios en las condiciones y concepciones de vida. Por un lado, una mayor demanda laboral, asociada al deterioro del poder adquisitivo que ha empujado a muchos a más horas de trabajo o a insertarse en el mercado o no contar con los recursos que creen necesitarán en cuanto a tiempo y dinero, aunque para ellos se dispone de una ayuda del estado.
Pero por otra parte, la tendencia a optar por no tener hijos, en general. De hecho, tanto por las condiciones socioeconómicas -que comenzaron a deteriorarse con la pandemia- como individuales, la natalidad en la provincia también se ha visto afectada y ha bajado 32% en 5 años.
Agravamiento de la violencia
Los chicos que se alojan en estos hogares son desde bebés hasta menores de 18 años.
En la Subsecretaría de Infancias, Adolescencias y Juventudes de la provincia y en los Equipos Técnicos Interdisciplinarios, más conocidos por sus siglas: Etis, vienen notando el agravamiento de la situación que hace saltar las alarmas. Condiciones familiares cada vez más complejas que requieren abordajes desde distintas aristas y que cuando no se puede garantizar la adecuada protección y cuidado por parte de sus padres o tutores debe tomarse la decisión de resguardar a los menores.
La primera opción es buscar familiares que puedan ser un factor protector y puedan acompañar y cuidar a los chicos. Álvarez dijo que incluso a veces surgen respuestas en la comunidad, como vecinos, padres de compañeritos o amigos e incluso maestras que cumplen este rol. Pero no siempre existen esas almas generosas o con posibilidades de responder ante el desafío y es en esos casos que la opción es recibirlos en hogares del estado. A veces las condiciones de la familia mejoran y son restituidos.
Pero Álvarez hizo un llamado al compromiso social al señalar cuántas veces no nos hacemos cargo como sociedad de las situaciones de abusos, violencias y otras que se presentan. “Es un delito maltratar física y psicológicamente a un niño y hay que denunciarlo”, subrayó al destacar que no se puede mirar para otro lado cuando hay vulneración de derechos de un chico, que hay que tener escucha activa cuando cuenta lo que le pasa y actuar.
A partir de los 18 años, deben ganar independencia y ya no pueden ser alojados allí. Álvarez explicó que se los acompaña en el aspecto educativo, en la inserción laboral y se les asigna un subsidio para acompañarlos en la etapa de transición.
Nuevos hogares
La situación implica ajustar acciones para afrontar la problemática desde diversas aristas. Entre ellas, asegurar vivienda y cuidado para estos chicos que usualmente han atravesado diversas situaciones de vulnerabilidad antes de llegar al resguardo de los organismos estatales.
Ante el drástico incremento de la demanda, surgió el riesgo de que se produjera hacinamiento, por eso desde el Ejecutivo anunciaron la creación de 12 nuevos hogares.
Hasta hace unos años, existía el espacio de la ex Dinaf, con macro hogares en el predio. Luego se cambió de perspectiva y se apuntó a brindar a estos chicos una vida lo más parecida al entorno familiar y comenzaron a crearse hogares que se ubican en barrios, para que pudieran asistir al colegio y vivir en comunidad. Actualmente se cuenta con 36 hogares en toda la provincia, pero no alcanzan.
“El trabajo con las infancias, adolescencias y juventudes, tendrá una marcada impronta territorial, fortaleciendo la corresponsabilidad institucional, familiar y comunitaria en materia de protección y garantía de derechos de niños, niñas y adolescentes de nuestra provincia. Por tal motivo, quiero anunciarles también que vamos a crear 12 nuevos hogares para contener y dar respuesta a la demanda que aumenta y es creciente. La apertura de estos nuevos espacios va a requerir además la incorporación de profesionales y equipamiento para un funcionamiento eficiente”, anunció Cornejo.
Por eso, tras realizar un diagnóstico de la situación se dispuso diseñar un plan estratégico, “para que los niños que ingresan tengan condiciones dignas de habitabilidad”, explicó Álvarez.
Efectivamente, este mismo mes esperan habilitar dos: uno en Dorrego, Guaymallén y otro en Godoy Cruz. “La intención es habilitar dos por mes de aquí a fin de año”, detalló la licenciada Álvarez.
“Depende de las casas que consigamos y que los propietarios nos quieran alquilar, nos cuesta bastante conseguir”, apuntó.
Los interesados en tener información sobre adopción pueden consultar en:
https://jusmendoza.gob.ar/registro-provincial-de-adopcion/
Para aportar como familia temporaria contactarse al correo: Prog_acog_familiar@mendoza.gov.ar