Los casos de dengue en Mendoza van en franco aumento en el contexto de una epidemia histórica en la región. De algún modo, para la provincia también lo es en tanto que se trata de una infección poco frecuente en estas tierras. Hasta hace un par de años no se registraban casos autóctonos sino que a lo sumo llegaban algunos importados de alguna región del país donde la enfermedad estaba más instalada. Pero esta temporada, cuando ha transcurrido solo la mitad, se han notificado 781% más casos que en toda la anterior. Más aún, y tal cual habían anticipado las autoridades sanitarias, la tendencia iría en ascenso y los últimos dos meses y medio se han concentrado 98% de las infecciones detectadas.
La enfermedad es transmitida por el mosquito Aedes aegypti cuando pica a alguien con el virus y luego a una persona sana y dejó de ser propia de algunas regiones del país para llegar a todas las provincias. Ante la movilidad de las personas, la situación epidemiológica y ya con varios casos autóctonos en Mendoza, el Ministerio de Salud local ha dispuesto fortalecer acciones que apuntan ante todo a la prevención.
Por ello, ha desplegado una serie de estrategias que incluyen especialmente acciones conjuntas con los municipios, detección de reservorios, estudio de las larvas y ante todo convocar a la población para que se comprometa en el cuidado de su entorno. Es que las acciones de la comunidad son sustanciales para el éxito de la cruzada: lo indispensable es eliminar los reservorios de mosquitos y evitar que se reproduzcan y hacer esto al interior de los domicilios es algo que debe hacer cada uno.
Tal cual señaló la licenciada Yanina Mazzaresi, directora de Promoción y Prevención de la Salud de la provincia, se trata no sólo de actuar frente a las condiciones actuales sino de tomar los recaudos necesarios para atenuar las infecciones la próxima temporada. En este sentido, la intención es evitar que queden reservorios de larvas que pasen el invierno y empiecen a circular la próxima época estival. Es que los huevos son capaces de sobrevivir durante el invierno, hasta por un año, y el virus del dengue se pasa a la larvas y estas lo contendrían.
De hecho, si bien durante el invierno el mosquito reduce se su actividad, el año pasado se presentaron casos de dengue aun durante la época fría en el país.
En aumento
En lo que va de la temporada, los casos notificados hasta ayer en Mendoza eran 1.084, de los cuales fueron confirmados 323.
Esto teniendo en cuenta que la temporada de dengue se considera de agosto de un año a agosto del año siguiente, es decir desde la semana epidemiológica (SE) 31 de un año a la SE 30 del próximo.
En media temporada es 781% de aumento en relación a los 123 que fueron notificados en el periodo anterior: 2022-23. En ese lapso habían sido confirmadas 33 infecciones, según la Dirección de Epidemiología de Mendoza.
De los informados este periodo, 1.064 sospechosos se han registrado solo en lo que va de 2024 y 321 confirmados. Es una prueba del aumento: 98% de los casos corresponden a los últimos dos meses y medio, desde el 1 de enero.
Para tener una noción del cambio de condiciones, en la temporada 2020- 2021, se había confirmado 1 caso y en la 2021-2022, ninguno.
“En los tres últimos períodos epidémicos, 2020-2021, 2021-2022 y 2022-2023 se notificaron en la provincia un total 133 casos sospechosos de Dengue (...) el 92,5% (123) de los casos notificados corresponden a los reportados en el último periodo epidémico (2022-23). Esto pone en evidencia que, en la provincia de Mendoza, se produjo un significativo aumento del número de casos reportados en relación con los registros históricos.”, advertía el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud local. Era un anticipo de lo que ocurriría este periodo, cuando el mosquito y la infección ganaron Mendoza, mientras que antes era propio de ciertas zonas y llegaban casos importados.
El insecto que funciona como vector ha extendido su territorio de dominio y esta es la causa del aumento. “Las razones por las que esta enfermedad representa una reemergencia tiene que ver con el cambio climático, la deforestación, la presencia del vector en áreas nuevas y la gran movilidad de las personas en un mundo globalizado”, consideró la directora de Epidemiología, Andrea Falaschi.
Estrategias
Quizás parte de la necesidad de fortalecer la estrategia de prevención tenga que ver con que para los mendocinos esta no era hasta hace un tiempo una amenaza que se sintiera demasiado cercana. Pero ahora -advierten- se hace necesario incorporar conductas para prevenir riesgos de infección.
“Quizás pasa que todavía no se logra asociar que ha habido un aumento de casos para las características históricas de esta enfermedad”, consideró Mazzaresi. En este punto, desde el ministerio salen a convocar a las personas para que se comprometan y se despliegan estrategias en el territorio.
Una de las patas es la acción en fuerte coordinación con los municipios, lo que se ha fortalecido. La funcionaria explicó que hay que hacer hincapié en evitar la propagación del mosquito, no dar lugar al criadero de larvas, lo que tiene mucho de domiciliario. “Dependemos de que las medidas de higiene sanitarias también las tomen las personas en sus casas”, subrayó.
Cabe recordar que para esto es fundamental eliminar agua estancada en floreros, macetas, bebederos, canaletas, etcétera, cada no más de tres días y cepillar los bordes porque allí quedan larvas. Además evitar dejar envases y lugares donde pueda acumularse agua, entre otras medidas como desmalezar y evitar picaduras.
“Es una tarea cotidiana , realmente el mosquito encuentra en los domicilios lugares propicios para reproducirse, la campaña la estamos enfocando mucho en un trabajo conjunto con los municipios”, subrayó. Tanto desde el ministerio como desde las comunas salen equipos a hacer limpieza para el control de larvas, hablar con los vecinos, recolectar muestras y derivarlas a la Dirección de Zoonosis para su análisis.
“Creemos que tenemos que ampliar los equipos, trabajar codo a codo con los municipios y tomar acciones concretas que sean efectivas con lo que buscamos que es eliminar la larva y evitar la propagación”, remarcó.
Cuando hay un caso se busca trabajar con los vecinos y el control de larvas en 8 cuadras a la redonda.
Asimismo, se apunta al análisis de las larvas para hacer un muestreo y anticiparse al invierno, para cuando la intención no es solo mantener estas acciones sino fortalecerlas aún más para prevenir la proliferación de cara a la época estival. La intención es minimizar la existencia de larvas antes de setiembre u octubre.
De todas formas, dijo que la persistencia del mosquito va a depender de las condiciones climáticas de Mendoza, las condiciones de proliferación del mosquito y anticiparse con estas medidas.
Se mantendrá la notificación obligatoria de infecciones, que dijo que existió siempre, y la vigilancia vectorial que involucra el control de larvas, la toma de muestras e identificar posibles criaderos para eliminarlos.
La capacitación es parte de la estrategia por lo que se ha generado material como manuales, protocolos y guías técnicas. La intención es que sean amigables y accesibles, aún para personas que no están habituadas a este tipo de información y se han dictado a referentes de áreas sanitarias de cada municipio.
Asimismo, la funcionaria aclaró que la fumigación no es una estrategia que se aplique de manera general. Es útil solo cuando existe una comunidad populosa de mosquitos y además, debe estar en contacto con el insecto, no sirve para los huevos. Asimismo. dijo que debe planificarse de manera inteligente ya que además puede generar resistencia y afectar el ecosistema.