Laura Pagani y Diego Villegas Carrizo son los héroes de esta historia. Ambos son policías y el domingo le salvaron la vida a una beba de un año y medio en San Miguel, Buenos Aires. Los efectivos le practicaron resucitación cardiopulmonar (RCP) sobre un patrullero. Tras el dramático episodio, contaron este martes los pormenores de una situación “inexplicable”.
“Vimos la situación y actuamos. Fue lo primero que hicimos, sin pensarlo”, afirmó Pagani. “No tengo hijos, pero la empatía que uno tiene como persona, más allá de portar un uniforme, pasa los límites”, graficó la mujer en diálogo con TN.
Laura es policía bonaerense y realiza tareas adicionales en ese distrito de la Provincia. El domingo, alrededor de las 11 de la mañana, transitaba junto a su compañero por la calle Sarmiento y, al llegar al cruce con Balbín, el pedido desesperado de una mujer los puso en estado de alerta. Sólo les quedó tiempo para actuar.
“Cuando se arrimó mi compañero a la madre, vio que la nena no tenía muchos signos, estaba como convulsionando. Ahí me la trae al móvil, la apoyo sobre mí y veo que la nena estaba largando espuma por la boca y se le iban los ojos para atrás. Inmediatamente le hice RCP, la puse de costado porque estaba largando mucha saliva y empecé a darle palmadas en la espalda”, recordó.
El escenario de tensión extrema comenzó a descomprimirse poco antes de llegar al centro de salud, porque “a una cuadra, la nena tomó color y abrió los ojos”, señaló.
“Fueron minutos eternos, en los que uno tiene que accionar sin pensar. Hay que actuar, y más con una vida”, describió la suboficial, de 26 años.
También sostuvo que “la situación es inexplicable, igual que el momento”. “La madre atrás pidiéndonos ayuda, mi compañero manejando, tratando de evitar un choque y que la criatura reaccionara ante la convulsión que estaba pasando... Fue un momento que no tengo palabras para explicarlo. Hice lo mejor que pude desde mi conocimiento, desde mis prácticas”, señaló.
Al dejar a la beba en el hospital, bajo el cuidado de los médicos, Pagani estalló en llanto. “Me salió de adentro. No podía creer lo que había hecho, la situación y el momento que viví. Es algo que hasta el día que tenga hijos o forme familia, o me pase algo, me lo voy a guardar en mi corazón”, remarcó. Según dijo, tampoco olvidará en su vida el abrazo que le dio la mamá.
Villegas Carrizo, quien manejó el móvil policial hasta el hospital entre las súplicas a Dios de su compañera para que le permitiera salvar a la niña, los gritos desesperados de la madre de la menor que provenían del asiento trasero de la unidad y un tráfico que por momentos le dificultó la tarea, quedó “tranquilo” por “haber finalizado con el deber cumplido”.
“Tengo dos hijas y en su momento, como todo padre y como todo hijo, le llega. Hasta el día de hoy no puedo entender cómo reaccionamos”, manifestó el hombre de 35 años que hace 5 forma parte de la policía municipal, y que tiene un pasado extenso en el Ejército.
“Nos dieron el alta a las 22. Ahora a controlar, mi nena está bien, jugando, gritando y corriendo como siempre lo hizo”, dijo la mamá de la chiquita, quien agradeció a todo el personal de seguridad y salud.
Según el Ministerio de Salud, el inicio inmediato de RCP por parte de alguien entrenado, aunque no sea un profesional, puede aumentar un 40% las posibilidades de supervivencia.