La gran nevada registrada días atrás en Malargüe, si bien trajo aparejada una histórica temporada invernal que acaparó gran cantidad de turismo en Las Leñas, dejó también consecuencias trágicas y dolorosas en los puestos situados en las zonas rurales debido a las voladuras de techos, falta de energía eléctrica e intransitabilidad en los caminos, entre otros factores.
El saldo más grave de este histórico temporal sucedido puntualmente los días 22 y 23 de agosto pasado, fue la muerte de dos puesteros, uno de los cuales quedó atrapado cuando cayó un techo, producto del peso de la nieve, mientras que el restante sufrió una descompensación cardíaca, por lo que intentó caminar hacia el pueblo para recibir asistencia y falleció en el camino.
Sin embargo, las pérdidas de gran parte del capital de los crianceros fue otra de las grandes consecuencias, en este caso de índole económica, y será muy difícil de recuperar.
Específicamente, según se informó, debido a la muerte de muchísimas cabras que quedaron atrapadas bajo el manto blanco y sin alimentos.
Solidaridad 4x4
En este difícil contexto que afecta al departamento más grande de Mendoza, el grupo “Fuera de ruta 4x4 Malargüe”, fue uno de los que decidió poner manos a la obra a través de colectas y campañas de ropa de abrigo, alimentos, medicamentos y, por supuesto, vehículos para poder asistir a algunas de las familias que quedaron aisladas.
Se trata de un grupo que tiene alrededor de 30 integrantes en su comisión directiva, aunque otros tantos colaboran de otras maneras, por ejemplo, aportando un bono-contribución todos los meses del año.
Si bien suelen llevar ayuda en determinados días festivos, porque las carencias siempre existen, lo hacen también, y con más razón, frente a estas contingencias dramáticas producto del clima.
De este modo, el último miércoles al mediodía, siete camionetas con alrededor de cuatro personas cada una, trasladaron a los diferentes puestos gran cantidad de víveres, alimentos para animales y otras donaciones.
Roberto Monte, un enfermero que integra el grupo solidario, dijo a Los Andes que el panorama en la zona rural es desolador y lamentó que las autoridades “no hayan estado a la altura de las circunstancias”.
“Sólo grupos de apoyo, en su mayoría privados, se han acercado o han colaborado de distintas formas. Nosotros hacemos esto desde siempre, pero esta vez el panorama resultó mucho más grave de lo que la gente se imagina porque hacía 40 años que no nevaba de esta manera”, expresó.
Pérdidas lamentables
El pasado martes 22 la localidad y los puestos quedaron sin energía eléctrica y así permanecieron durante 48 largas horas. Los chivos y las cabras, en su mayoría preñadas, por la época del año, fabricaron cavernas que resultaron tapadas de nieve, por lo tanto, murieron de frío, poniendo en riesgo la producción caprina en adelante.
“Durante 24 horas nevó sin parar y las consecuencias fueron terribles, pero no se habla de esto. Muy pocos lo saben. Dos hombres se llevaron la peor parte al morir de manera dramática, uno por haberle impactado un techo en su cuerpo y el otro hombre, que se sentía descompensado, intentó caminar hacia la sala médica y quedó en el camino. Lamentable manera de morir”, reflexionó Monte.
Agregó que hay personas en tratamiento prolongado, muchísimos adultos mayores y niños. Todos ellos, aislados. Fue así que el grupo “Fuera de ruta” se organizó rápidamente y acudió en apoyo a sus vecinos.
Muchos puesteros, indicó Roberto Monte, tenían reservas de forrajes pero carecían de movilidad para acercarle a los animales, de manera que las camionetas de esta agrupación solidaria tuvieron un rol esencial. “El pasto, alimento de los caballos, chivos y vacas, quedó totalmente tapado por el manto blanco y así muchos murieron de hambre. Otros la están peleando porque llevan 10 días sin alimento”, puntualizó.
Una necesaria colecta
La colecta que el grupo llevó a cabo esta vez focalizó en ropa y calzado de nieve, además de lentes debido a las quemaduras que puede provocarles el clima a quienes trabajan a la intemperie.
“Pudimos llegar a tres puestos con muchísimo esfuerzo. El hecho de ser enfermero me posibilitó suministrar medicamentos a quienes los necesitaban. Una farmacia hizo una importante donación”, relató Monte.
Las maniobras para poder acceder al lugar, prácticamente intransitable, fueron de película y, por supuesto, se utilizaron las cadenas, indispensables para acceder a los distintos puestos. Si bien la nieve alcanza los 60 centímetros, las camionetas lograron generar una huella que permitirá un mejor acceso en los próximos días, siempre y cuando no continúe nevando.
“La idea es acceder nuevamente el sábado para seguir acercando víveres y donaciones de todo tipo. Casi todas las personas que viajamos el miércoles llevábamos equipos de radio y uno de los integrantes es miembro del Radio Club Malargüe”, indicó el enfermero solidario. Y señaló que es la única manera de mantener comunicación en esos sitios inhóspitos.
“Fue muy triste llegar a los distintos lugares y encontrarnos con ese panorama tan duro. Las familias se mostraron agradecidas, aunque con angustia. Y no es para menos: han perdido a sus animales y los que quedan aún están en riesgo. Es su capital económico, teniendo en cuenta que los chivos y las cabras son el fuerte en esta zona”, manifestó Monte. Agregó que, justamente, muchas cabras en plena preñez abortaron por el frío, en el mejor de los casos, o directamente resultaron muertas.
“Insisto, nadie tiene demasiada noción de todo esto porque en general no se habla, no se difunde, esa zona de Malargüe está olvidada. En general se piensa en la nieve como suceso turístico, es decir, suele ser lo más novedoso pero no se informa sobre las enormes pérdidas humanas y económicas que cada temporal trae aparejado”, subrayó.
Según pobladores del lugar, hacía 40 años que no precipitaba de este modo con consecuencias tan tremendas. Según dijo Monte, los protocolos se iniciaron de manera tardía y fueron los propios vecinos con vehículos especializados quienes colaboraron para despejar las calles.
“Recién ahora estamos observando maquinarias trabajando, pero es tarde. Ya han pasado 10 días y quedó nuevamente demostrada la falta de conectividad que padece Malargüe”, apuntó.
Y concluyó: “Al llegar a los puestos fue muy dramático el testimonio de los protagonistas y sabemos que el sábado volveremos a vivir la misma experiencia”. Es que los pobladores padecen la incertidumbre que les provoca el no tener certezas de un sustento económico en adelante.
Cómo ayudar
Quienes deseen colaborar con el grupo, pueden contactarse al teléfono de Roberto Monte: 2604558849.