Si bien hay alimentos como el pan blanco, el helado y las frituras que aumentan el tamaño, la grasa abdominal puede ser también provocada por un cuadro de estrés. De allí que sea necesario aplicar algunas técnicas para relajación corporal, ejercicio y descanso.
Cómo saber si tengo grasa en el abdomen por estrés
Cuando estamos estresados a diario, se provoca una liberación crónica de cortisol. ¿Qué es el cortisol? Pues la misión de esta hormona esteroidea es ayudarnos a sobrevivir en situaciones de estrés: incrementa el nivel de azúcar en la sangre (glucemia) a través de la gluconeogénesis, suprime el sistema inmunológico y colabora al metabolismo de las grasas, proteínas y carbohidratos.
El estrés cotidiano no solo puede generarnos cansancio, caída de pelo o dolor de cabeza, sino también grasa en la zona del abdomen. Si sentís ansiedad, es más que probable que tengas antojos e ingieras más cantidad de comida y de peor calidad, ya que buscás algo rápido y rico.
Al tener un nivel alto de cortisol, el cuerpo entra en un modo de “retención de grasa” y se baja, además, la noción de saciedad.
Por otra parte, dormir menos de las horas recomendadas (ocho diarias, hoy casi una utopía frente al trabajo y estudio) no solo hará que estés cansado, con mala cara y poca energía al día siguiente, sino que disparará tu producción de cortisol.
Con este combo, es posible que enfrentes ganas de llorar, menos sentido del humor, ira, cambios notorios de comportamiento y/o problemas digestivos.
Cómo eliminar grasa abdominal por estrés
El movimiento, clásico indiscutido ante la grasa
Hacer ejercicio físico es crucial. Atención: todas las partes del cuerpo deben entrenarse.
Ante la gran cantidad de tareas diarias por cumplir, armar un circuito aeróbico para trabajar todos los músculos puede ser una opción para medir tiempo y ganas. La caminata mínima de 30 minutos por día, recomendación absoluta.
Hacer abdominales solo tonifica los músculos. Entonces, estos estarán más fortalecidos, pero no se verán a causa de la grasa que puede estar sobre ellos. Por eso, optá por actividades aeróbicas que contribuyan a quemar grasas: yoga, pilates, running, stretching.
Cómo alimentarse para quitar la grasa abdominal
No se trata de comer poco, sino lo preciso para mantener el metabolismo activo. Esto se logra con tres o cuatro comidas diarias principales, que aporten nutrientes (como fibras, proteínas, vitaminas y minerales) y no calorías vacías.
Sí, cuesta, pero levantate con tiempo y tomá un desayuno sano (tostadas de salvado, queso, mermelada, fruta, leche descremada, té, café, jugo natural) sin caer en las medialunas, galletitas de chocolate, alfajores y demás alimentos tan calóricos.
Evitá el exceso de hidratos de carbono simples (como cereales azucarados, papas, choclo, batatas, pastas, arroz, pan, galletitas), ya que tienden a distender el abdomen.
Buscá la ingesta de fibras que están presentes en el brócoli, las zanahorias, las ciruelas, las manzanas, las peras, las lentejas y los cereales. Incorporá proteína con huevos, carne magra y legumbres.