En su cruzada por la desburocratización, el gobierno de Javier Milei anunció más cambios en las transferencias de autos y motos al oficializar que, a partir de ahora, las grandes concesionarias podrán verificar las autopartes, un trámite que hasta el momento realizaba la Policía.
A través de la disposición 181/2024 publicada hoy en el Boletín Oficial con la firma del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, el Gobierno señaló que “a partir de ahora concesionarias e intermediarios del mercado de autos y motos podrán certificar por sí mismos la identidad de las partes (lo que abre la puerta a una interacción puramente remota en la transacción) y verificar por cuenta propia que los automotores usados no son robados”.
Justamente, la verificación que se realiza en cada vehículo sirve para constatar que el número de motor, de chasis y el tipo de automotor correspondan con lo especificado en la documentación. Es un paso obligatorio para concretar la inscripción inicial de un 0 kilómetro y la transferencia de dominio de un vehículo usado, entre otros trámites.
“El Ministerio de Justicia dio un nuevo paso, que no será el último, en la reforma del régimen de registración automotor”, resaltó en X el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, también encargado en la últimas semanas de dar a conocer novedades similares.
Con la disposición “también se facilitan las operaciones y reducen los trámites en el caso de dadores de leasing”.
En los anexos de la nueva normativa, el Gobierno precisó que podrán dar cuenta de las verificaciones quienes “acrediten un volumen mensual no inferior a ciento cincuenta (150) operaciones de compraventa de automotores usados”, de allí que se hable de grandes concesionarias.
“Estas facilitaciones redundarán en menores costos para la industria y por lo tanto en un menor gasto para los compradores. Esta nueva baja de costos se suma a la que ya se reglamentó limitando los aranceles de los registros e impidiendo que las inscripciones estén condicionadas al pago de impuestos locales, lo que ya había reducido los costos de transferencia de cerca de un 5% a un 1% del valor de la transacción”, añadió Sturzenegger.