“Todo esto empezó cuando me di cuenta de la necesidad que había en mis pacientes de tener más conocimiento, más autoconocimiento de qué es lo normal en temas de ginecología y sexualidad para, de esa manera, saber qué es lo anormal entonces y cuándo consultar. Siempre ha habido un déficit en temas de Educación Sexual, en conocer los métodos anticonceptivos y hasta en hacer hincapié en lo que es el consentimiento al momento de una relación sexual. ‘Sí’ es el único consentimiento; cualquier otra respuesta – ‘no’, ‘no sé’, ‘tal vez’, ‘mañana’- es un ‘no’”, cuenta, verborrágica y didáctica –fiel a su estilo- la ginecóloga (especializada en tocoginecología) y obstetra, Graciela Díaz Guitart (39).
La especialista encontró en la red social Instagram la herramienta para masificar y replicar su voz, que combina los conocimientos en su especialidad con el histrionismo, el humor y los discursos sin tabúes para enseñar y concientizar a chicas, chicos, adolescentes, mujeres y hombres sobre salud sexual y sexología. “Ginecoloca” es el nombre de su usuario en Instagram y es parte de un proyecto que comenzó allá por junio – julio de 2020, en plena pandemia y ante la evidente falencia en conocimiento y formación sexual.
“Cuando creé mi usuario, le puse ‘ginecoloca’, porque soy ginecóloga y estoy un poco loca”, sintetiza la especialista entre risas. “Decidí hacerlo con humor y, como de por sí tengo un toque actoral, se me ocurrió unir las dos cosas”, agrega Díaz Guitart quien, además, es profesora de danza clásica.
Fotos, memes, videos (reels) y algunos vivos –cuando tiene tiempo- son los contenidos que la ginecóloga mendocina comparte en @ginecoloca, siempre relacionados a su especialidad y complementados con información ampliada sobre el tema (incluye información y links al final de cada publicación). “Tengo mi consultorio, hago guardias y tengo dos hijas. Y en base a esto, en mi tiempo libre, genero contenido de acuerdo a las dudas y preguntas que surgen. Por lo general, hay muchísimos errores en cuanto a nuestra anatomía, la anatomía vulvar. Me encontré con chicas que eran pacientes, me iban a ver al consultorio y no sabían qué hacer ante una infección urinaria”, ejemplifica la médica.
Con su estilo descontracturado e informal –aunque eso no implique menor rigor científico en absoluto-, Díaz Guitart propone eliminar los tabúes y que no existan temas de los que las mujeres y hombres trans no se animen a hablar. “Poder abordar todos estos temas implica un mayor placer femenino. Hay temas que siempre son tabúes, como la menstruación por ejemplo. ¡Pero es algo fisiológico y normal! Por eso lo quise mostrar en las redes y eliminar ese tabú. Que las chicas sepan qué es el ciclo menstrual, cuándo ovulan y cuándo no, que sepan que las pastillas inhiben justamente el ciclo menstrual. Hay mucha desinformación y errores. Lamentablemente todo lo fisiológico es tabú, desde la menstruación hasta el mismísimo orgasmo”, destaca. Y, con preocupación, advierte que estos tabúes, inentendiblemente, llegan hasta a la medicina, donde tampoco se enseñan ni abordan temas de sexualidad.
De eso sí se habla
Díaz Guitart vive en Godoy Cruz con su esposo, sus dos hijas y su perro. Se recibió de ginecóloga hace 12 años y atiende en su consultorio particular, además de estar en el servicio del Hospital Lagomaggiore. “Cuando tengo tiempo, genero algo para ‘Ginecoloca’. Ya me he acostumbrado a dormir 5 horas por día”, se sincera, una vez más sonriente.
Por la mañana o por la tarde, diariamente trabaja 4 horas en su consultorio. Sus consultas no son breves como –valga la frase- “visitas de médico”, ya que no destina menos de 30 o 40 minutos por cada paciente. “Por mañana o por tarde no veo a más de 8 pacientes en esas 4 horas”, describe. A ello se suma un día más a la semana en que atiende por obras sociales en otro consultorio, y culmina con un día entero a la semana con una guardia de 24 horas en el Lagomaggiore.
“Creo que mi perfil de profe de danza clásica tiene mucho que ver en la forma en que cuento algo en las redes. Lo hago con ironía y de forma graciosa, es mi personalidad. Pero no estoy actuando, no hago stand up ni nada; es simplemente algo espontáneo y lo muestro de la manera en que me sale a mí, que soy una mujer igual que las pacientes”, describe con simpleza.
Las consultas más comunes
Díaz Guitart sabe y tiene asumido que en muchas de las consultas tradicionales y de rutina, las mujeres no hacen todas las consultas que les surgen y que, muchas veces, es la vergüenza el principal condicionante. “Ni hablar de los chicos trans, directamente la mayoría de ellos no tienen consultas ginecológicas”, destaca, con asombro, pero –a la vez- dejando en claro que debería ser algo completamente natural.
“La incontinencia de orina no es algo normal, pero los médicos no hablan de eso. Tengo chicos trans como pacientes y que no tenían un médico al que ir. Por suerte se han ido pasando el dato y llegan a mí, donde se sienten cómodos. Pero muchos de ellos ni siquiera tenían controles, ya sea por vergüenza o por discriminación”, advierte.´
Las cuestiones físicas y estéticas, marcadas por paradigmas idealistas que se han fijado como dominantes, son otros de los tabúes que la ginecóloga Graciela Díaz Guitart intenta derrumbar. Y que, lamentablemente, actúan como muros vergonzantes. “El vello y la depilación es una decisión de cada persona. No hay que pedirle perdón al ginecólogo y sentirse avergonzada por no depilarse para la consulta, que es algo que suele ocurrir. Hay personas con sobrepeso, incluso, que sienten vergüenza de ir una consulta. No hay que naturalizar nada de eso”, sigue.
La especialista mendocina está completando, además, su doctorado en Sexología. Esta temática suele ser muy frecuente entre las consultas que recibe y son planos de los que antes, directamente, no se hablaba.
La ginecóloga que no pudo tener
Su experiencia y perfil más descontracturados y el no tener limitaciones que avergüencen al momento de las consultas llevan a que las y los pacientes de Graciela Díaz Guitart hayan prácticamente perdido cualquier vestigio de temor.
“Mi relación ‘médico – paciente’ siempre fue relajada. Cuando vienen a una consulta, mis pacientes siempre me escriben después para contarme que salieron contentas, tranquilas y que se divirtieron. Es algo que intento mantener desde que hice la residencia. Para mí, marcar esta diferencia fue por la necesidad que tengo que alguien me hubiera atendido a mí de esa manera cuando fui al ginecólogo o la ginecóloga. Es algo que a mí no me pasó, pero necesitaba y quería. Por eso intento ofrecerlo”, reflexiona.
La propia especialista sabe que, dentro de la profesión y entre sus colegas, hay reacciones de todo tipo ante este perfil. “Por supuesto que están los y las colegas a quienes les parece ridículo y poco serio, pero también están los otros que me han confesado que les encantaría ser así, pero sienten que no tienen el carisma, la simpatía y la personalidad que se necesita. La verdad es que a mí no me va esa postura paternalista de que el médico dispone y ordena y el paciente obedece”, sintetiza.
Distinguida por la Legislatura de Mendoza
Graciela Díaz Guitart fue una de las 16 mujeres mendocinas reconocidas el 8 de marzo pasado por el contexto del Día Internacional de la Mujer en la Legislatura de Mendoza. Durante su presentación en el recinto y al momento de describir su labor dentro del Instagram @ginecoloca, Díaz Guitart hizo hincapié en que siempre supo que quería ser ginecóloga y que por ello estudió Medicina.
“Me impulsa la necesidad de llevar al médico al nivel del paciente, ponernos a su altura, explicar con palabras que comprendan. Además, por la necesidad que vi en ellos de conocer, conocer cómo es la fisonomía, que es lo normal o no para consultar. Y también para quitar el tabú de la menstruación, de que manchamos o no. ¡Menstruamos y es algo normal y les pasa a todas las personas con vulva! Hay que desmitificar y sacar ese tabú, que dejen de poner toallitas con color azul en la televisión, porque la menstruación es roja, es sangre, y es vida”, sintetizó.
También se refirió en la necesidad de dejar de avergonzarse al momento de hablar del placer femenino. “Hay que quitar el culto centrismo de que todo es penetración, relaciones sexuales con varones y con personas con pene y nada más. Tenemos que saber qué es el placer femenino, cómo estimularlo, qué es el clítoris. Es algo que no lo enseñan ni en la facultad ni en la residencia”, siguió.
Además hizo hincapié en profundizar en la educación sexual. “Es algo muy importante y que falta, y a los adolescentes no se les llega de otra manera que no sea por las redes sociales”, cerró.