Oscar Szwarcman, el jefe de la Unidad Febril de Urgencia (UFU) del hospital Donación Francisco Santojanni de la Ciudad de Buenos Aires sufrió una fuerte agresión este viernes por una persona enojada que no pudo ser testeado por coronavirus.
El médico relató que luego de haber recibido el golpe, “Yo estaba sangrando y la gente me preguntaba si por uno que me pegó una piña no iban a ser hisopados. Seguían viendo su propio ombligo”.
Según informó TN, a Szwarcman le fracturaron la nariz y el hecho determinó una medida de fuerza por parte de la Asociación de Médicos Municipales (AMM) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, esta llamó a suspender la atención en las 20 UFU porteñas.
El profesional de la salud -en diálogo con Nelson Castro por Todo Noticias- reveló que, “Venimos en un in crescendo de situaciones de violencia. La gente viene cada vez más nerviosa. El mismo tipo de agresión que vive la sociedad, la vivimos en las UFU”.
Szwarcman confirmó que la demanda de hisopados tuvo un salto en los últimos días de unos 200 diarios a 500. “Nos es imposible atender a tanta gente. Éramos tres médicos en total. Llegamos a hisopar a 240 personas, en cinco horas. Una persona por minuto y segundos. Pero quedaron 250 personas sin atenderse”, agregó.
“Muchos nos cuestionaban: ‘¿Cómo me vas a hacer pasar la Navidad sin mi familia?’. A las 12 y pico, cuando dimos aviso que ya no íbamos a dar más números, las personas se empezaron a violentar. Los médicos y las enfermeras se atrincheraron en la UFU. La gente se violentó”, añadió.
Cómo fue la agresión al médico del Santojanni
Luego llegó la agresión. “Yo seguía hisopando atrás. Apareció una persona de la nada y me dijo: ‘¿Vos sos el jefe de febriles? Te quiero decir algo’. Me di vuelta y me encontré con el puño en la cara”, relató Szwarcman. El médico dijo además que una médica del la UFU se fue llorando y quiso renunciar porque “tuvo miedo de que la maten”.
Szwarcman reclamó mayor seguridad y mayor número de profesionales. También advirtió que hay que recordar que Unidades Febriles de Urgencia atienden a gente con síntomas, y quienes quieran testearse pero no tengan síntomas deben recurrir a los centros de testeo.
“Aparecieron 10 policías para tratar de frenar la situación y la gente se abalanzó sobre ellos, empujones, escupitajos... Los policías no pueden actuar, porque ante un intento de reprimir se comen ellos un problema. Lo único que hicieron fue tratar de mediar”, finalizó el médico.