George Papanicolaou y su esposa: la historia detrás de la prueba que salvó la vida de millones de mujeres

Fue quien desarrolló la prueba ginecológica. Su esposa fue clave para que su investigación tuviera éxito.

George Papanicolaou y su esposa: la historia detrás de la prueba que salvó la vida de millones de mujeres
Viajó a Estados Unidos porque “quería ser científico”. / Gentileza

George Papanicolaou fue un médico griego afincado en Estados Unidos que, junto a su esposa, desarrolló la prueba ginecológica que ayuda a combatir el cáncer de útero y que hoy lleva su nombre.

La mayor contribución del siglo a la salud de la mujer estadounidense, a las mujeres de todo el mundo, y de hecho representa el descubrimiento más significativo, prácticamente útil, del gran campo del cáncer de nuestro tiempo”, fueron las palabras con las que lo anunciaron en su momento.

El doctor originario de la isla griega Eubea, estudió varias carreras antes de dedicarse a la medicina. Su variada construcción académica está conformada por filosofía, lenguajes, música y literatura, hasta que siguió el consejo de su padre y se convirtió en cirujano.

En su vida también se formó en Alemania en el sector de zoología, realizó una investigación oceanográfica con Alberto I de Mónaco y también sirvió en la Primera Guerra de los Balcanes.

A la edad de 30 años, viajó a Estados Unidos sin la bendición de su padre, según comentó Olga Stamatiou (sobrina nieta) a la BBC. Decidido a seguir su única pasión, viajó porque “quería ser científico”.

El viaje más importante de su vida lo hizo acompañado. “Vine a EE.UU como inmigrante con mi amada esposa y 250 dólares”, aseguró hace años en una entrevista. Su esposa era Andromachi “Mary” Mavrogeni, quien en el futuro se convirtió en su sujeto de investigación y asistente de laboratorio.

Luego de buscar empleo en varios lugares y trabajar en tantos otros, llegó su momento. El primer sitio que le dio espacio para comenzar a vivir un sueño fue el Colegio Médico de la Universidad de Cornell.

Trabajando en citología, estudiando las células para diagnosticar y prevenir enfermedades, llegó a ser lo que siempre quiso: un científico. De esta manera, la investigación invadió la vida de él y su esposa para siempre.

Establecidos y con trabajo lograron instalarse cerca de la familia de su sobrina nieta Olga Stamatiou. “Mi tío tenía un estudio maravilloso que solíamos visitar con mi hermana. Era un lugar muy tranquilo y en su escritorio había un microscopio genial que nos dejaba usar”, contó la mujer sobre el espacio de trabajo donde Papanicolaou comenzó a estudiar conejillos de indias.

Para 1928, su extensa e interesante investigación tuvo éxito. Tomó una muestra de células del cuello uterino y al frotarlas en un portaobjetos de vidrio encontró que eran cancerosas. En ese momento, las autoridades médicas no le dieron importancia al avance médico que él denominó “prueba de frotis cervical”.

El mundo de la ciencia no estaba muy interesado en ver lo que yo veía”. “A la profesión médica, para decirlo sin tapujos, no le impresionó mi artículo, titulado ‘Nuevo diagnóstico de cáncer’. En ese momento, por alguna razón, no pude inspirar la fe de mis colegas en la viabilidad de este procedimiento”, afirmó.

En 1940 pudo publicar el trabajo más detallado y tuvo la fortuna de que la llamada “prueba de frotis” fue considerada una ayuda útil para diagnosticar el cáncer de cuello uterino.

Su amada compañera de laboratorio

Todos los días y durante más de 20 años, su esposa Mary se sometió a la prueba para ayudarlo en su investigación. “Si pude lograr algo útil fue en gran parte gracias a su ayuda y devoción”, reconocía Papanicolaou.

Andromachi “Mary” Mavrogeni, esposa de Papanicolaou. / Gentileza
Andromachi “Mary” Mavrogeni, esposa de Papanicolaou. / Gentileza

“Fue una relación muy increíble porque eran un equipo. No creo que pudiera haberlo hecho sin ella”, señala la sobrina nieta. “Él era muy tímido y no creía en sí mismo. Su dedicación y su total fe en él lo mantuvieron”.

Para que la prueba se hiciera conocida, durante 1950 el matrimonio le pagaba a las enfermeras para que se realizaran la prueba de Pap. Fue así como pasó a ser reconocida por el apellido del científico y doctor Papanicolaou.

Actualmente, la prueba incluye chequeos del virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo. De esta manera la OMS espera que este test junto a las vacunas puedan concluir en la eliminación del cáncer para el próximo siglo.

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