Avanza la investigación del caso de las gemelas argentinas que cayeron desde el tercer piso del edificio donde vivían, en el municipio de Sallent, España. En las últimas horas medios locales difundieron algunos fragmentos de las cartas que las menores de 12 años dejaron en el balcón desde el cual se precipitaron. De los manuscritos surgiría el motivo por el que una de ellas habría decidido terminar con su vida y la voluntad manifiesta de su hermana de acompañarla.
De acuerdo a lo informado por el canal de televisión Telecinco, Alana, quien además de sufrir acoso escolar por su acento argentino era discriminada por haberse autoidentificado recientemente como “Iván”, manifestó en su escrito: “Estoy cansada de que me hagan bullying en la escuela, no lo soporto. Yo quiero ser feliz, pero evidentemente yo esto lo voy a sufrir el resto de mi vida y tomé la decisión de no seguir”.
En la carta dejada por Leila, la menor expresa la determinación de seguir a su gemela en su decisión, con un pedido de disculpas dirigido a sus allegados. “Disculpas a todos. Ustedes saben lo que yo amo a mi hermana. Yo vi todo el bullying que sufre ella. Voy a hacer lo que ella decida. La voy a acompañar a donde ella quiere”, escribió Leila.
El contenido de los textos refuerza la hipótesis del suicidio por acoso escolar por motivos de xenofobia o transfobia. Por este motivo, esta hipótesis empezó a ser investigada en las últimas jornadas por el Departamento de Educación de la Generalidad, mientras que en paralelo se desarrolla la correspondiente causa judicial.
Testimonios que refuerzan la hipótesis de xenofobia o transfobia
Durante la última semana, numerosos testimonios alimentaron la hipótesis de que Alana y Leila eran víctimas de un feroz acoso escolar. En diálogo con medios españoles, Kevin, un primo segundo de las gemelas, fue el primero en asegurar que las niñas sufrían bullying en el instituto Llobregat.
“Sus padres hablaron con la dirección del instituto. Eran dos niñas muy buenas que no se metían con nadie, pero había un grupo que se reía de ellas por su acento. Dos criaturas hermosas y pequeñas que no habían aprendido todavía a vivir y que siempre estaban sonriendo. Lo estaban pasando mal y de hecho tenían hora para ir al psicólogo. Pero sus padres no eran conscientes de que la situación era tan grave”, detalló Kevin.
Más tarde, una vecina de las menores sostuvo que ambas sufrían bullying en el instituto y que regresaban a su casa “fastidiadas”. Además, la mujer cuya identidad no trascendió, agregó que en Sallent “si eres nuevo o extranjero, no te aceptan”.
A ambos testimonios se sumaron los de varios compañeros de escuela de las gemelas, quienes apuntaron en la misma dirección. Los alumnos de un curso superior al de las víctimas indicaron que el “bullying” hacia ellas era “algo generalizado”.
“Se reían de ellas por su acento y la identidad sexual de Alana”, declaró uno de los estudiantes, quien también recordó que en diversas ocasiones los profesores del centro “cambiaban a las dos hermanas de patio” para evitar problemas.
“Era un grupo numeroso el que las acosaba, instigado sobre todo por tres chavales, que las llamaban ‘las argentinas’ y se reían de ellas por el acento”, añadió otra compañera, y continuó: “Las chicas tenían alguna otra amiga, pero en general se las consideraba conflictivas y siempre que algo sucedía estaban ellas involucradas”.