Adrián es oriundo de Buenos Aires. En las últimas horas, tomó relevancia porque ofrece servicio de remis, pero con su moto. Hace poco más de una semana comenzó con este emprendimiento: “Yo laburaba de delivery y hacía mensajería. Estaba fijo en una pizzería pero la plata ya no me servía, por eso se me ocurrió hacer esto, es algo diferente”, expresó.
Cuando tuvo la idea de llevar su “motorebusque” a otro nivel, usó la plataforma de Facebook para conseguir su clientela. “Estoy haciendo MotoUber. Si llegan tarde al trabajo, al cajero, al colegio, a un trámite, a cualquier lado y el colectivo tarda mucho o el remis no llega, me hablan. Papeles al día y casco para el pasajero”, dice la publicación que compartió en la redes, acompañada de su número de teléfono, detalla TN.
Adrián ofrece una alternativa más rápida, y bastante más económica en comparación a un remis convencional, el de cuatro ruedas. Uno pensaría que esto puede traer conflicto con los choferes pero, en su caso, todo lo contrario. “Es algo rápido, muy buena idea tuvo el pibe, lo felicito”, expresó el remisero de su barrio, en Temperley.
En la primera semana, como su propio jefe, las cosas marchan bien; sumó más de dos mil seguidores en las redes y le escriben más de cien personas por día, de todas partes del conurbano. Pero, como todo lo novedoso, genera desconfianza. Si bien los grupos y el market place de Facebook son una buena opción de ofertar tus productos o servicios, también es muy frecuente encontrarte con estafadores.
Por esto hay mucha gente que tiene desconfianza a la hora de contactarse con Adrián y lo mismo le pasa a él cuando lo llama un desconocido. “Cuando estoy llegando al domicilio y veo algún movimiento sospechoso me voy, no me puedo arriesgar a que me roben mi herramienta de trabajo”, relató.
La buena idea del joven de Temperley ya le está empezando a dar sus frutos, y abre la puerta a lo que podría ser un rebusque para muchos en su misma situación. ¿Llegará esta modalidad al resto del país?