La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH)-Regional San Luis manifestó “su profundo repudio” a la inauguración de un monumento conmemorativo del Mundial de Fútbol 1978 en la ciudad de La Punta, distante a 20 kilómetros de esta Capital, el 17 de noviembre último y a propósito del inicio de Qatar 2022.
En una carta dirigida al intendente de esa ciudad, Martín Olivero, la APDH recordó que en 1978 “cuando la Junta de Comandantes, integrada por Videla, Massera y Agosti (condenada en 1985) abría la ceremonia, decenas de detenidos desaparecidos escuchaban los gritos del festejo en el estadio, mientras convivían con el horror de la salas de torturas”.
“El Museo de la Memoria (ex ESMA) que se encontraba a pocas cuadras, fue uno de los más de 700 Centros Clandestinos de Detención que existieron entre 1976 y 1983, muchos de los allí alojados fueron arrojados vivos al mar o al río y muchos continúan desaparecidos”, indicaron.
La desaparición forzada es un delito de ejecución continua -afirmaron-, ya que aún hoy “por el pacto de silencio de los genocidas no se puede conocer el destino y ni siquiera recuperar los restos de las víctimas”, y agregaron que solo en el mes del mundial “desaparecieron 49 personas, entre ellas 6 mujeres embarazadas, continuando hasta hoy la lucha de las Abuelas para recuperar a sus nietos”.
Recordaron que la APDH desde hace 38 años “viene luchando por mantener viva la Memoria exigiendo Justicia, para que nunca más vuelvan a repetirse Golpes Militares, pero de repente suceden actos como este de implementar un monumento al fatídico Mundial 1978″.
”Este no es más que un acto negacionista como a menudo se quiere instaurar en nuestro país por los mismos que apoyaron el Golpe”, ya que ese mundial 2se planificó para tapar el genocidio interno y casi nos llevan a la guerra con Chile luego derivada en la Guerra de Malvinas donde dejamos en mar y suelo Isleño casi mil chicos -colimbas- y suboficiales y oficiales argentinos”.
La APDH apuntó que en 1978 existía un cartel alrededor del obelisco que decía “el silencio es salud”, y no se refería “a las bandas de rock argentino que proliferaron en esa época sino a que si hablabas te mataban o desaparecían”, como la campaña “los argentinos somos derechos y humanos”.
Por todo esto solicitaron al intendente que arbitre “las medidas que disponga la eliminación del mencionado monumento” porque “no nos merecemos los argentinos hacer nuestra historia en base a mentiras, muertes, desapariciones”.