Caminando en la más absoluta soledad y en una zona de campo del departamento de Santa Rosa, en el Este mendocino. Sin ningún otro ser vivo –ni animal ni humano- a su alrededor y con la desorientación que cualquier especie que se encuentra fuera de su hábitat natural presentaría y evidenciaría. En efecto, su estado distaba mucho de ser el óptimo, tanto que en la actualidad su pronóstico es reservado.
Así fue encontrado el domingo por la tarde, por unos puesteros, un ejemplar de un oso melero (también conocido como oso hormiguero amazónico -Tamandua tetradactyla según su nombre científico-) en la provincia. Más concretamente fue en las inmediaciones del puesto “La Difunta”, ubicado al norte del distrito de Las Catitas.
El particular hallazgo lo realizaron los dueños del puesto -la Familia Argüello-, quienes habían salido a hacer una revisión de rutina de los alambrados y sus animales.
“Los puesteros salieron a caminar por el campo y se encontraron con huellas en forma de ‘V’, de un tamaño considerable. Empezaron a seguirlas y dieron con el bichito subido a un algarrobo comiendo hormigas”, destacó la veterinaria Jennifer Ibarra, presidenta de la Fundación Cullunche y quien recibió al oso hormiguero para trabajar en la recuperación dentro del centro de rescate de la ONG.
“Es un oso hormiguero adulto, macho, y su estado de ánimo es bueno dentro de todo. No obstante, está muy bajo de peso, es piel y hueso casi. Porque es una especie que se estresa mucho y no come. Ayer le dejamos algo para que coma, pero lo tiró todo. Ahora le hemos dado de nuevo y estamos monitoreándolo constantemente”, detalló Ibarra.
Desde del departamento de Fauna Silvestre, en tanto, investigan el circuito que podría haber traído a este ejemplar de oso hormiguero (o melero) hasta Mendoza. Es que no quedan dudas de que se trata de un caso de tráfico ilegal de fauna, ya que no es Mendoza el territorio donde habitan estos ejemplares.
Los trabajos de investigación incluyen, además, seguir las pistas para determinar quién –o quiénes- lo tenían consigo en cautiverio en el Este, algo que -se estima- no debería ser muy lejos de donde fue hallado por los dos pobladores. “No se descarta que lo haya traído escondido un camionero en su vehículo”, destacó la presidenta de Cullunche.
El sorpresivo hallazgo
Si bien los Argüello avistaron las huellas extrañas -”parecían dos patitas de bebé”, se dijeron entre sí, según consigna el sitio Somos Noticias Santa Rosa- antes del mediodía, fue después del almuerzo del domingo que salieron a la búsqueda del extraño visitante.
Así fue como, tras media hora de caminata por campo traviesa, se encontraron con un animal ajeno a los de sus corrales. Al principio, el extraño visitante se mantuvo en cuatro patas, aunque cuando vio aproximarse a los puesteros se paró sobre sus dos patas traseras, como sintiéndose amenazado.
Sin embargo, cuando los Argüello se acercaron para sujetarlo con un cinturón, el oso hormiguero no opuso resistencia.
Al ver padre e hijo el estado en que se encontraba el extraño visitante, los dueños del campo le ofrecieron agua (¡bebió cerca de 3 litros casi sin detenerse!). Acto seguido, dieron aviso a la Policía Rural, quienes llegaron al puesto para trasladarlo a la Reserva de Ñacuñán.
De inmediato quedó bajo el cuidado de personal de Guardaparques, quienes le brindaron una asistencia primaria. Tras dar aviso a las autoridades del departamento de Fauna Silvestre de la Provincia –dependiente de la Dirección de Recursos Naturales Renovables-, el oso hormiguero fue derivado a la médica veterinaria Jennifer Ibarra, de la Fundación Cullunche, quien se encargó de realizar una observación y atención más integral.
“Tiene algunas heridas en las garra, quizás producto de que se haya querido escapar. Llegó al centro de rescate ayer por la mañana (por el lunes) y aprovechamos para sedarlo, lo hidratamos con suero y le dimos antibióticos. Eso lo animó y se puso mejor”, destacó Ibarra, quien agregó que su pronóstico es reservado (dado que no se está alimentando).
Lejos de casa: cómo llegó el oso hormiguero a Mendoza
El hábitat natural de los osos meleros u osos hormigueros amazónicos es el Norte y Noreste Argentino (desde las yungas -selvas de montaña- en Salta, Tucumán, Chaco y Formosa hasta Corrientes y Misiones). Teniendo en cuenta esta realidad, es un hecho de que el ejemplar llegó a Mendoza escondido en algún vehículo y de forma ilegal. Según han reforzado una y otra vez desde Fauna, el tráfico clandestino de fauna silvestre es una problemática cada vez más notoria y preocupante.
“La principal hipótesis es que el oso melero estaba encerrado y escondido en una casa y se escapó, así fue como lo encontraron caminando y en mal estado en el puesto”, destacó uno de los participantes del operativo que derivó en el rescate y la asistencia del animal cerca de las 17:30 del domingo.
“Estamos coordinando con las autoridades de Fauna de las provincias y zonas donde habita este oso hormiguero para intentar llevarlo a su lugar de origen y reinsertarlo apenas mejore un poco. Debería ser antes de que empiece el frío en Mendoza, ya que es una especie que no resiste temperaturas tan bajas”, concluyó Ibarra.