La decisión del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que ordenó destruir 360.000 huevos en una avícola de Corrientes este fin de semana ante la posibilidad de un brote de “gripe aviar” -a pesar de que en el establecimiento los resultados de los testeos habían dado negativo-, despertó todo tipo de críticas.
Es que los propios trabajadores de la empresa y los vecinos del lugar cuestionaron la decisión del organismo nacional. Y en las redes, las repercusiones también dieron que hablar y no tardaron en propagarse, en especial en el contexto de crisis y de que la pobreza supera 45% en el país.
“A pesar del resultado negativo de las pruebas del 13/4, nos obligaron a destruir hoy 360.000 huevos aptos para consumo. Esta triste imagen se va a repetir día a día hasta que termine el bloqueo impuesto por Senasa. ¡Queremos volver a trabajar!”, destacaron en una publicación en las redes sociales desde la avícola Santa Ana, el establecimiento de Corrientes donde se dio la llamativa secuencia. Además, acompañaron la publicación con las impactantes imágenes donde se ve cómo entierran los huevos en una fosa.
Luego de que el Senasa tomara muestras para detectar si había indicios o riesgo del virus de gripe aviar en el lugar -por orden de la Justicia Federal-, los resultados confirmaron que no había nada atípico ni peligroso. No obstante, de igual manera la dependencia nacional dispuso la destrucción de los productos. Incluso, desde la avícola afectada acusaron que existe un bloqueo a la empresa -también por parte del Senasa- y hasta resaltaron que habían propuesto donar los huevos que finalmente fueron destruidos, aunque esa propuesta fue rechazada.
Fueron tantas las críticas y de tal alcance que hubo protestas de productores en Entre Ríos (en solidaridad con los afectados en Corrientes) y hasta el diputado nacional Ricardo Buryaile convocó a las autoridades del Senasa para que brinden detalles y expliquen en el Congreso de la Nación (en la Comisión de Agricultura y Ganadería) los motivos de la cuestionada decisión sanitaria.
La polémica decisión
El viernes pasado, luego de que la Justicia Federal solicitara que se hicieran testeos detallados en los productos de la avícola Santa Ana, el Senasa confirmó que las pruebas habían arrojado resultados negativos ante la posibilidad de que pudieran presentar gripe aviar o ser focos de contagio y transmisión. Se trató del segundo estudio que se hizo en el lugar, y esta reciente confirmación logró evitar el sacrificio de 200.000 gallinas ponedoras que se encuentran en el lugar, donde -además- trabajan cerca de 300 personas.
En cuanto al primer estudio, lo llevó adelante el Senasa y luego de que en las inmediaciones de la avícola se detectaran casos positivos de gripe aviar. En ese momento, el organismo sanitario dispuso la toma de pruebas y muestras de los productos y las aves de la firma, aunque la metodología fue cuestionada por los responsables de la avícola Santa Ana. “(La toma de muestras se hizo) a través de un kit que nunca se utilizó, pero que según el organismo dio positivo en 20 animales. Las consecuencias serían la matanza de 200.000 gallinas, la destrucción de más de 15.000 docenas de huevos por día, el cierre una empresa con 40 años de trayectoria y el desempleo de al menos 300 personas”, explicó oportunamente la avícola a través de un comunicado.
Fue en este contexto en que los responsables del lugar recurrieron a la Justicia Federal y presentaron un recurso de amparo que intentara frenar esa decisión, mientras que -en simultáneo- los empleados del lugar iniciaron una protesta para dejar en claro su preocupación. Por orden de la misma Justicia, se repitieron las pruebas y durante este último estudio arrojaron resultados negativos para gripe aviar.
Más allá de los contundentes resultados de este segundo estudio y del descarte de posibilidades de gripe aviar en el lugar, el Senasa ordenó la destrucción de 360.000 huevos. En impactante el video publicado por las autoridades de la avícola correntina en las últimas horas, se ve como -con topadoras- se arrojan en grandes cantidades y se aplastan los maples de huevos a fosas del lugar, destruyendo toda esa producción.
“Lo que ustedes ven se va a repetir cada día de acá hasta que termine el bloqueo que nos ha impuesto Senasa. Solo pedimos volver a trabajar”, concluye el video de poco menos de un minuto.
La justificación del Senasa
Más allá de los resultados del segundo examen a los huevos y aves del lugar -que arrojaron resultados negativos para gripe aviar-, el Senasa determinó que se mantendría “la interdicción por sospecha del establecimiento al menos hasta cumplidos 14 días desde la primera toma de muestras (4 de abril de 2023) y realizar una tercera toma de muestras para el desarrollo de técnicas tanto moleculares (RT- PCR) como serológicas, lo que fue comunicado a la autoridad judicial”.
“Las medidas que realiza el Senasa ante la detección de un caso positivo de IAAP (NdA: Influencia Aviar de Alta Patogenicidad) siguen los protocolos internacionales y tienen por objetivo contener la dispersión de la enfermedad para evitar un mal mayor como sería que el virus alcance al resto de la avicultura de Corrientes y otras provincias, como Entre Ríos, que es el principal productor avícola en nuestro país”, explicaron desde el Senasa en un comunicado.
“Como el período de incubación de la IAAP puede ser de hasta 14 días, lo que significa que los síntomas clínicos o mortandades en una granja pueden demorar ese tiempo en aparecer, se dispone el despoblamiento de la granja donde se haya detectado el virus para evitar que circule y se disemine hacia otros lados a través del tránsito de personas o con aves, tanto domésticas como silvestres que tomen contacto”, cerraron.