“Levantamos la obligatoriedad del uso del tapaboca al aire libre, sin personas alrededor ni en aglomeraciones”, anunció esta mañana la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti.
“Continúa siendo obligatorio en lugares cerrados (aula, cine, teatro, ámbitos de trabajo, transporte público, espectáculos y eventos masivos) y al aire libre cuando hay aglomerados de personas”, aclaró a continuación.
Lo hizo junto al flamante jefe de Gabinete, Juan Manzur, en el marco del anticipo de la eliminación de otras restricciones como la apertura de las fronteras y más posibilidades para las reuniones sociales.
Pero, desde el Ministerio de Salud de la provincia le pusieron freno de mano al entusiasmo: no es que ya se puede salir libremente sin el barbijo. Por el momento, todo seguirá igual en cuanto a todas las medidas dispuestas por la pandemia de Covid-19. Por ello, en Casa de Gobierno están a la espera de la publicación del DNU para tener detalles de lo dispuesto y decidir los próximos pasos.
“Por ahora se han hecho declaraciones, hay que ver qué dice el DNU y si este da autonomía a las jurisdicciones para tomar diferentes medidas o debe adherirse totalmente”, explicó a Los Andes una fuente del área.
En este punto hay que decir dos cosas. Por un lado, el barbijo ya había comenzado a ser historia en algunos entornos al aire libre, como quienes van a realizar una práctica deportiva en soledad o salen a caminar o correr con convivientes. Basta dar una vuelta por cualquier parque para ver que una buena proporción de gente va a cara descubierta. Hay quienes advierten que el tapabocas les dificulta la respiración cuando se agitan. El uso de barbijo se implementó en la provincia desde el 15 de abril de 2020, casi un mes después del primer caso de Covid en Mendoza y de la implementación del aislamiento obligatorio.
Por otra parte, el gobierno de Rodolfo Suárez se ha mostrado en todo momento con actitud aperturista y de hecho, ha disentido con restricciones impuestas por Nación. Incluso ha sido causa de roces, tal el caso del retorno a mayor presencialidad en las escuelas o el aislamiento impuesto en mayo durante 9 días. El gobierno local ha manifestado que pretende un equilibrio entre lo sanitario y lo económico y por ello se ha manifestado en favor de abrir, dentro de lo posible, la actividad económica e impulsado desde hace semanas la apertura del aeropuerto, que ya consiguió. Por ello, puede anticiparse que podría estar de acuerdo con gran parte de las medidas dispuestas, sobre todo en un contexto epidemiológico que en Mendoza es el mejor del año, que muestra mejoras semana a semana con muy pocas notificaciones de casos diarios de Covid-19. Puede suponerse mas allá: que las medidas sean bien recibidas en una provincia cuyas autoridades han buscado favorecer la actividad turística, lo que involucra parte de los anuncios.
Cabe recordar que desde el sábado, Mendoza habilitó nuevas flexibilizaciones. Se ampliaron los límites de ocupación para eventos y espectáculos al aire libre, así como en espacios cerrados, con una ocupación del 70% de la capacidad máxima. Sin embargo, no se habilitó la modalidad de “boliches”, lo que generó una situación de “alerta” de la Cámara de la Industria del Entretenimiento Argentino de Cuyo (Idear), algo que sí ha contemplado Nación en sus anuncios.
Así, bares y restaurantes comenzaron a funcionar con normalidad y ya no hay control de temperatura en los ingresos.
Los eventos al aire libre y espectáculos pueden acoger un máximo de 5.000 personas y se habilitaron los eventos y espectáculos en espacios cerrados, que tendrán que cumplir con un 70% de ocupación máxima, y un límite de 4.000 personas.