Física Médica: qué es y su empleo en la clínica moderna

Esta especialidad asociada con el diagnóstico y el tratamiento de los seres humanos ha tenido un desarrollo exponencial en los últimos 50 años gracias a la tecnología aplicada a la salud. Aquí se describe de qué se trata y su papel en el ámbito clínico.

Física Médica: qué es y su empleo en la clínica moderna
Una vista de la sala de tratamiento con brazo giratorio, en el Centro de Protonterapia d’Orsay, Instituto Curie (Francia).

La Física Médica es la aplicación de la física a la medicina, aunque resulta simplista restringirla únicamente a la física en los tiempos actuales, pues aplica conceptos y técnicas básicas y específicas de la física, biología, ingeniería y medicina al área médica tanto en áreas de investigación y desarrollo como en el ámbito clínico de la terapia y el diagnóstico.

Establece las bases para la comprensión de la tecnología médica moderna y define los criterios de utilización segura de agentes físicos, que tienen la capacidad de interactuar con la materia y producir un efecto en el área de la salud.

El concepto de Física Médica no es nuevo. Existen registros escritos de la Edad antigua con aplicaciones definidas de la física a la medicina, siendo el famoso médico griego Hipócrates quien describió (400 años aC) el primer método para generar un mapa de temperatura corporal aplicando la física a la medicina. Aunque la aplicación de la física a la medicina fue exhaustiva a lo largo de toda la historia, la expresión ‘física médica’ se encuentra por primera vez en el “nuevo diccionario de Medicina, de Cirugía, de Física, de Química y de Historia Natural” de Nysten en 1814 (Francia).

Sin embargo, podemos decir que la Física Médica moderna nació a comienzos del siglo XX, en un período comprendido entre 1895 y 1910 con el trabajo de Wilhelm Roentgen, Henri Becquerel y Marie Curie, quienes descubrieron los rayos X y diferentes sustancias radiactivas viendo inmediatamente su aplicación a la salud y, particularmente, al tratamiento del cáncer.

Se creó la primera sociedad radiológica del mundo en Londres, la Sociedad Roentgen, y el impacto biológico de las radiaciones (tanto beneficioso como adverso) fue rápidamente identificado, aunque su comprensión tomó mucho más tiempo. Para 1910 las aplicaciones principales de las radiaciones ionizantes a la medicina estaban firmemente establecidas, y fueron seguidas por un veloz desarrollo tecnológico. Luego de la Primera Guerra Mundial aparecieron fármacos basados en radio, así como centros hospitalarios (base de los modernos centros de oncología), que se denominaron “institutos del radium”, y a partir de 1950 surgieron varias instituciones, entre ellas la Comisión Nacional de Energía Atómica en nuestro país, que regularían tanto el desarrollo de armas nucleares como el uso y las aplicaciones de las radiaciones con fines pacíficos. Asimismo, en la década del 60 se discutió la necesidad de formar una organización internacional dedicada a la física médica, lo que llevó a la creación de la Organización Internacional para la Física Médica (IOMP, International Organization for Medical Physics) y diversas organizaciones nacionales, como la Sociedad Argentina de Física Médica (Safim).

En los últimos 50 años se ha dado un desarrollo exponencial de tecnología y técnicas aplicadas a la salud, en el que nuestro país no es ajeno, con equipamiento avanzado para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oncológicas, donde la física médica y el físico médico clínico resultan piezas fundamentales en estos sistemas. Aunque la gama de aplicaciones es inmensa, abarcando todo el espectro de radiaciones e inventos afines, las áreas de interés más usuales pueden enumerarse en:

• El estudio de los riesgos de las radiaciones y la forma de protegerse contra ellos (protección radiológica).

• El diagnóstico imagenológico, con diferentes longitudes de onda, del espectro electromagnético (rayos X, ultrasonido, resonancia magnética, diagnóstico por imágenes).

• El diagnóstico mediante el uso de imágenes a partir de la emisión de radioisótopos (medicina nuclear).

• El tratamiento del cáncer a través de radiación ionizante (radioterapia).

• La intervención quirúrgica mediante uso de láser (cirugía con láser) o radiación ionizante (radiocirugía).

• Investigaciones sobre usos médicos de la radiación infrarroja (termografía).

En todas estas áreas podemos resumir cuatro aspectos interrelacionados: seguridad radiológica; garantía y control de calidad; docencia e investigación; gerencia y administración.

Por lo dicho hasta ahora, dentro de la práctica clínica, esta especialidad encuadra un profesional específico, que se denomina físico médico clínico y es quien, junto a otros profesionales de la salud, participa en las áreas de radioterapia, medicina nuclear y diagnóstico por imágenes.

Pero, ¿qué función específica cumple el físico médico clínico? Es un profesional con una formación en física médica de grado (Ingeniería o licenciatura) o posgrado (especialización o maestría), y un entrenamiento intensivo en la clínica (equivalente a la residencia médica).

Dentro de su formación se espera que el físico médico posea un amplio conocimiento: por un lado, de física, con especial énfasis en bioestadística e instrumentación y física de las radiaciones, y por el otro, en medicina, comprendiendo la biología molecular, anatomía, genética, bioquímica, patología y fisiología humana.

En el ámbito hospitalario, las tareas son concretas y la primera responsabilidad es asistencial, directamente para con el paciente, propiciando mejoras en el diagnóstico o asegurando que se entregue el mejor tratamiento disponible. Esto involucra responsabilidad en el desarrollo de especificaciones para el uso de los equipos, la planificación de los tratamientos radiantes, el diseño y control de las instalaciones y el control de calidad de los equipos.

Todas estas funciones no son aisladas, surgen desde el Departamento de Física Médica y dependen de la participación de todos los componentes involucrados en la atención del paciente, incluyendo ingenieros, administradores, técnicos y médicos.

El trabajo del físico médico es muy interesante y versátil, con un campo de acción en expansión, tanto en la clínica como en la investigación donde abarca temáticas diversas que cubren la genómica y radiónica, radiobiología, aceleradores y micro haces, nuevas terapias moleculares, inteligencia artificial y machine learning por nombrar algunas. Actualmente existe una amplia demanda de profesionales en esta área, siendo, según los egresados, una profesión muy gratificante.

*El autor es Físico médico clínico en Radioterapia.

Edición y Producción: Miguel Títiro.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA