Toda historia puede tener tres tipos de finales: triste, feliz o abierto (aunque, técnicamente, no es un final ya que la historia se mantiene y permanece inconclusa). Y, afortunadamente, la del robo de la escultura del artista y escribano Jorge Carnino tuvo un final feliz.
Y es que el mendocino de 48 años recuperó la obra de arte del Caballo de Troya (Ilion, como él la bautizó y que significa Troya en griego) que le habían robado el viernes pasado, mientras estaba en el interior de un merendero y comedor de Buena Nueva (Guaymallén). Carnino había ido al lugar a llevar ropa y mercadería y, además, a compartir una charla con los chicos del lugar sobre la historia del Caballo de Troya.
Por esto mismo había llevado esta impactante escultura, hecha por él mismo y por su hijo Antonio hace ya 4 años. Pero cuando se disponía a marcharse, y luego de haber guardado la obra en su camioneta y haber regresado al espacio comunitario para despedirse, cuando regresó a su vehículo descubrió que le habían robado la obra.
“Un chico que tiene un taller mecánico en la zona me llamó para avisarme que la había encontrado tirada en las inmediaciones del merendero. Se llama Marcelo Domínguez quien la encontró, y no quiero dejar de agradecerle”, destacó, con una mezcla de nervios y felicidad, Jorge.
Luego de ver la nota del robo en Los Andes y las publicaciones en las redes sociales, el mecánico -que encontró la obra tirada- se contactó con Jorge Carnino para darle aviso del hallazgo.
Y si bien a la obra le faltaban algunas partes -aparentemente alguien la rompió con la idea de vender el material como chatarra-, son detalles mínimos que el propio artista refaccionará.
El valor de la obra no radica tanto en lo material, sino más bien en lo afectivo. Y es que es una obra muy importante para toda la familia de Jorge, y sobre todo para el vínculo padre - hijo.
UN TRISTE ROBO
El viernes por la tarde, Jorge Carnino vivió una situación por demás angustiante y llamativa en Buena Nueva (Guaymallén). En el momento en que se retiraba del comedor y merendero “Amar es Dar”, al que suele asistir para llevar ropa y mercadería, le robaron de la caja de su camioneta una obra de arte que él mismo había realizado con una base de madera y hierro batido (sin bronce).
El robo no tuvo lugar en el merendero propiamente dicho, sino en las inmediaciones del lugar, donde Carnino había estacionado la camioneta y acababa de dejar su obra antes de regresar al espacio comunitario para saludar y regresar a casa.
“Fueron unos pocos minutos, porque yo había llevado la obra para contarles a los chicos la historia del Caballo de Troya, y es una obra que hice con mi hijo sobre esa historia. Dejamos la obra en la caja, entré para saludar y agradecer por todo, y cuando volví al vehículo ya se la habían robado”, describió el artista mendocino en diálogo con Los Andes este martes.
El robo tuvo lugar en las inmediaciones de calles Higueritas y Julio Argentina Roca, donde se encuentra el merendero al que Carnino asiste periódicamente al lugar y lleva ropa, alimento y otras mercaderías.
Jorge había llegado al lugar con la idea de, además de llevar prendas y comida, dar una charla a los casi 60 niños y niñas que asisten al lugar. Y la temática elegida fue la historia del Caballo de Troya, por lo que llevó como apoyo la escultura.
Antonio (12), hijo de Jorge y con quien hizo la escultura, también lo acompañó. Y llevó su juego de ajedrez, con la idea de enseñar y practicar con quien quisiera en el lugar. Como cada vez que Carnino va al lugar, todo transcurrió con mucha tranquilidad y armonía.
En cuanto a las características de la pieza robada y ahora recuperada, se trata de una obra que pesa 35 kilos y es toda de hierro. Mide 65 centímetros de largo por 60 de alto, y tiene en la base ruedas que la convierten en móvil.