El camote, boniato o batata es un tubérculo que, si bien lo encontramos en cualquier época del año, pertenece a los meses más fríos.
Los términos ‘boniato’ o ‘batata’ son realmente sinónimos y pueden referirse indistintamente a cualquier variedad de este vegetal. También se conoce como camote, moniato, papa o patata dulce, que es también el nombre que adopta en inglés (sweet potato) o alemán (Süßkartoffel).
Como la papa, existen muchos tipos de batata, con diferencias muy pequeñas en cuanto al sabor y al tamaño, sin embargo lo más llamativo es su interior que cambia drásticamente. Las batatas naranjas son las más populares, pero podemos encontrar también variedades más amarillentas, casi blancas, e incluso moradas.
Propiedades nutricionales de la batata
La bata o boniato es una fuente de hidratos de carbono pero aporta a menos calorías que la papa por cada porción comestible una vez asado o cocido.
Al ser algo más dulce, el boniato posee algo más de azúcar natural, pero destaca sobre todo por el almidón resistente que aporta saciedad y reduce el índice glucémico de las comidas, siendo una excelente fuente de energía.
También es fuente de fibra, vitaminas antioxidantes y minerales esenciales, destacando su contenido en vitamina C y, sobre todo, vitamina A (retinol), doblando a la patata, particularmente en las variedades anaranjadas. Además aporta una buena cantidad de potasio, magnesio y calcio; incluso algunos investigadores la clasifiquen como un alimento antidiabético.
Cómo hacer dulce de batata
INGREDIENTES
1 kilo de puré de batatas
750 gramos de azúcar
1 cucharada de glucosa
1 cucharada de agar agar (se puede reemplazar por gelatina sin sabor)
50 ccs. de agua fría
1 cucharada de esencia de vainilla
ELABORACIÓN
En una olla colocamos el puré de batata, junto al azúcar y la glucosa. Llevamos a fuego suave, revolviendo constantemente con cuchara de madera, hasta que la preparación se despegue del fondo de la olla. Por otro lado, disolvemos el agar agar en el agua fría y agregamos al puré. Cocinamos unos minutos más, sin dejar de revolver, hasta lograr el punto deseado. Luego, añadimos una cucharada de esencia de vainilla y retiramos del fuego.
Vertemos la preparación dentro de un molde de budín, previamente forrado con papel film. Dejamos enfriar y desmoldamos. Por último, para su conservación, lo guardamos en la heladera dentro de un recipiente tapado.
No presenta mayor grado de dificultad y su tiempo de preparación es relativamente corto.