Lejos quedaron aquellos lugares privilegiados, donde sólo los nobles y miembros de la alta sociedad analizaban minuciosamente cada jugada y, con estrategia, vencían a sus oponentes. También se disipó la densa nube de humo que cubría los tableros en tugurios donde al alcohol y otros juegos se mezclaban en un oscuro rincón. Este fin de semana y ante cientos de espectadores, decenas de mendocinos apasionados por el ajedrez disputaron un importante torneo para celebrar los 50 años de la Federación Mendocina de Ajedrez (FMA) y su triunfo de lograr una mayor difusión de este deporte.
Fue gracias al trabajo continuo de un puñado de entusiastas que el ajedrez dejó de lado ese perfil elitista que se le atribuyó para abrirlo, a tal punto, que los próximos días se jugará en una plaza céntrica con notables figuras del apasionante mundo de las 64 casillas.
“La Federación tiene su origen, como todos los deportes amateur, en la inquietud de un grupo. En este caso, de gente de Mendoza que se juntaba en torno a una mesita en un café o en algunos clubes pioneros como lo fueron Godoy Cruz, Agua y Energía, el Club Español. Allí había un grupito de gente que despuntaba el vicio. El ajedrez es un deporte muy antiguo y a Mendoza llegó de la mano de los españoles, allá por el 1700, pero como deporte federado arrancó más o menos en 1920″, cuenta a Los Andes Fernando Previtera, vicepresidente de la organización.
“Surgió la necesidad de agrupar a todas esas instituciones pequeñas donde se jugaba ajedrez. La primera fundación no consiguió en ese momento personería jurídica ya por aquella época, en los años ‘50, era algo bastante complejo. Lo que hoy estamos festejando son los 50 años de la Federación Mendocina de Ajedrez con papeles y todo. Se presentó en abril de 1974, se formó la primera comisión, se hicieron los estatutos y se conformó lo que finalmente en el año 79 terminó siendo la personería jurídica”, agrega, apasionado.
En la FMA, que actualmente nuclea a 23 clubes con aproximadamente 500 jugadores federados, sostienen que su propósito es “fomentar su juego desde una temprana edad y en los más diversos ámbitos como el escolar, clubes, cafés, bibliotecas, polideportivos, centros vecinales para una posterior incursión en el ajedrez de competición federado, inculcando valores y herramientas que acompañarán a las personas a lo largo de su vida”.
Respecto del perfil de antaño del jugador, Previtera apunta: “En la actualidad se ha ganado notoriedad a otro nivel y entonces el ajedrecista está mejor visto, pero siempre fue como un bicho raro. En la década del ‘70 y principios de los ‘80 el ajedrez se jugaba en antros donde también había billar, metegol, pool. En esos lugares había también unos mazos de cartas dando vueltas y en los rincones había un par de mesitas de ajedrez donde los tipos despuntaban el vicio, con el humo que los tapaba, con un potrillo de tinto al lado o cualquier otra bebida”.
“En esas condiciones costaba mucho acercar a los chicos a que jugaran. Con el tiempo, eso fue cambiando para que los chicos se fueran acercando a este deporte que es maravilloso”, evoca.
Aprendizaje y constancia
Una de las tareas de la Federación fue avanzar en la formación de profesores para reforzar el aprendizaje de los niños. “Se priorizó la educación, el desarrollo y la capacitación de profesores. Porque ya no puede ser que el amigo del barrio que mejor juega te enseñe. Hay cuestiones de pedagogía y manejo de grupos que ya no se pueden obviar y que son importantes cuando uno se para frente a un grupo de chicos que empiezan a estudiar ajedrez”, apunta Previtera.
La presidenta de la FMA, Raquel Herrera, considera que la edad ideal para iniciarse en el mundo del ajedrez es a los 6 años, aunque no es impedimento empezar en cualquier etapa de la vida. “Eso depende mucho de cada profe y de cada club. Lo ideal es a partir de los 6 años, a una edad escolarizada, porque en los niveles de juego tienen que ver mucho las abstracciones. Hay mucho pensamiento que, a nivel operativo, los chicos lo adquieren cuando empiezan la escolaridad”, explica la dirigente.
“Hay profes que pueden incentivar a chicos de 4 o 5 años, otros que prefieren que sean un poquito más grandes. Eso depende de la metodología del profesor que esté a cargo. Pero se puede empezar a cualquier edad; incluso hay muchos jugadores que han empezado ya siendo grandes y han tenido muy buen nivel”, aclara.
Para Herrera, destacarse en el ajedrez depende de cada jugador. “Tiene que ver con la constancia, la disciplina para estudiar, para poder practicar. Si vas a entrar en un circuito competitivo es un deporte que implica, como cualquier otro, entrenamiento, estudio, el ejercicio diario, aunque no sea hacer abdominales. La entrada en calor que hacen en otros deportes, acá es con ejercicios para poder resolver y adquirir táctica, estrategia”, apunta.
Previtera coincide en la edad inicial para encarar el estudio. “La edad ideal para que un chico empiece a jugar ajedrez es cuando aprende a escribir. Tienen que saber leer textos de ajedrez y escribir para, mínimamente, poder anotar lo que ellos juegan. Porque las partidas se anotan para uno poder revisarlas”, explica quien estuvo 10 años al frente de la FMA.
La irrupción de la tecnología favoreció a este deporte y permitió un avance en los jugadores, aunque continúen las clases presenciales en los clubes. “Ahora te conectas a una de las plataformas que hay, que te permiten jugar en vivo, y jugás partidas. Es mucho más fácil porque tenés torneos todos los días y antes tenías que esperar meses para el próximo. Antes jugabas, con suerte, tres torneos en el año y ahora podés jugar tres torneos en el día en esas plataformas”, diferencia Previtera.
Para las autoridades de la FMA, no hay un perfil del ajedrecista, aunque reconocen que deben adquirirse ciertas habilidades para el análisis de las partidas. “No existe un perfil determinado. Es más una mirada del resto de la gente hacia el ajedrecista que lo que realmente sucede. Yo, por ejemplo, jugaba al ajedrez, al fútbol, al básquet. Era inquieto y me gustaba el deporte, pero no era un genio, ni porque me dedicaba a eso era más inteligente”, señala Fernando Previtera.
Y completa: “El chico que se termina destacando en este juego es porque tiene ciertas habilidades específicas para el análisis, para el cálculo. Entonces, siempre nos acercaron con la matemática y cosas por el estilo, pero no es un gran porcentaje de los que juegan al ajedrez. Además de practicarlo jugando, se estudia. Hay que estudiar mucho para poder competir. Hay mucho que estudiar de estrategia, de táctica. De ahí en más, destacarse en el juego tiene que ver también con talentos personales. Si te dan una pelota y practicás, más o menos, aprendés a jugar al fútbol, pero no llegas a ser Messi; tenés que nacer con ese talento”, ejemplifica.
Cambiando estereotipos
“El ajedrez está muy relacionado con la cultura, porque siempre donde hubo un desarrollo cultural importante que marcó una época, por ejemplo el Renacimiento, el ajedrez florecía. Donde hay un desarrollo importante en la tecnología, en la ciencia, en la cultura, el ajedrez florece. En este momento, los ajedrecistas más importantes del mundo son chinos o indios, donde está el desarrollo”, sentencia el vicepresidente de la Federación.
Y la titular de la entidad agrega: “Es un deporte que puede ser para todas las edades y que no implica un impedimento de género. Hay muchas cuestiones que están pasando para que, cada vez más, pueda participar en el ajedrez toda la comunidad. En Mendoza estamos haciendo una fuerte campaña para eso”.
“Si bien históricamente jugar al ajedrez era para las élites, los nobles o la gente de la alta sociedad, hay una ruptura de eso y se está transformando en la misma ruptura que para las mujeres. Somos un porcentaje mínimo las mujeres que jugamos ajedrez, pero eso de a poco se va rompiendo y en buena hora que esté pasando”, celebra Raquel Herrera.
“El ajedrez es un hecho artístico. Por la belleza, pero obviamente la belleza está en quien la pueda apreciar; eso pasa con todo el arte en general. Para los que jugamos al ajedrez, es un hecho artístico en sí. ¿Todos los artistas pueden jugar al ajedrez? No, pero todos los ajedrecistas son artistas, como decía el famoso pintor Marcel Duchamp, que también era ajedrecista”, concluye Previtera sobre el juego que alegra sus días.
Un mes lleno de ajedrez
Los festejos por los 50 años de la Federación Mendocina de Ajedrez iniciaron el pasado 6 de abril con un torneo en las instalaciones de la UTN y continuaron este fin de semana con el Campeonato Mendocino Blitz en Chacras Park, Luján.
Las actividades para celebrar las cinco décadas continuarán con las llamadas simultáneas desde el 15 al 19 de abril, de 18 a 20 horas, en la plaza San Martín, de Ciudad, si el buen tiempo lo permite. En caso de presentarse tormentas, los tableros se trasladarán a la báscula de la Nave Cultural. “La idea es que sean intervenciones en la calle. Va a ir el campeón mendocino de 2023, Indalecio López Miller, los campeones de categoría sub-14 y sub-20, y va a ir el maestro internacional Alejandro Needleman. Se ponen 20 tableros y van desafiando varios al campeón”, resume Raquel Herrera, presidenta de la FMA.
“El objetivo es que la gente se acerque, pueda jugar con el campeón o con el maestro, y puedan conocer un poco más este deporte”, completa, entusiasmada. El viernes 19 combinará música y ajedrez, con la presencia del Ballet Municipal de Ciudad.
“El 26, 27 y 28 de abril tenemos otro torneo, así que la idea es copar con el ajedrez todo el mes en Mendoza”, sentencia Herrera.
Cómo contactarse
Ubicación: calle Ituzaingó s/n, Parque Urbano, Ciudad de Mendoza.
Correo: fmendocinadeajedrez@gmail.com
Sitio web: ajedrezenmendoza.com.ar