Más allá del duro comunicado que emitió en las últimas horas la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa) en cuanto a los inconvenientes que genera la falta de insumos médicos, hoy el panorama es aún más grave y podría ser peor, advirtió, en diálogo con Los Andes, el doctor Rodolfo Torres, coordinador médico de la entidad.
Efectivamente el profesional sostuvo que la venta de insumos se complejiza debido a que los mismos proveedores acortan los plazos de pago y piden contado mientras que los financiadores, es decir, las obras sociales, siguen pagando con atraso.
“Por lo tanto es inviable sostener un sistema de este modo”, sintetizó Torres, para agregar que esto trae aparejadas consecuencias que recaen en los pacientes.
“Por ejemplo, no ingresan prótesis importadas para el área de Traumatología, ni siquiera pagándolas, de manera que es muy complicado brindar un turno para cirugías. Nosotros necesitamos garantizar la atención del paciente, pero no tendremos más remedios que frenar, no podemos seguir operando ante la falta de stock”, sostuvo.
La situación, que afecta a todo el país (Córdoba emitió un comunicado similar al de Mendoza), impacta, además, en las farmacias hospitalarias, donde ya se advierten faltantes de medicación para pacientes diabéticos y tiras reactivas.
Dijo que el comunicado enviado la semana pasada tuvo como objetivo hacerle saber el crítico cuadro a la población. “Los usuarios deben estar al tanto de lo que está pasando al tiempo que los financiadores deben rever el tema de los pagos y los proveedores vender sin especulaciones, sin que este término signifique una mala palabra. Necesitamos de la solidaridad”, consideró el coordinador médico de Aclisa.
Como dato no menor que agrava lo expuesto, mencionó la elevada inflación reinante. Según dijo, en este rubro es aún más significativa que en el resto de los artículos.
“Ejemplo, el pollo que servimos en las viandas para los pacientes aumenta como todo, aunque en los insumos médicos se nota aún más el impacto”, manifestó, para concluir que el desfasaje es inevitable y extremadamente preocupante.
“Creo que a nivel público sucede lo mismo, salvo que tal vez tengan más capacidad de stockearse”, concluyó.
Por su parte, un vocero confiable del Hospital Español sostuvo a Los Andes que en ese sanatorio comenzaron a advertirse faltantes.
“Por distintos motivos, ya sea especulación, aumentos o falta de insumos, estamos comenzando a notar una situación que nos preocupa”, dijo la fuente.
Agregó: “Hoy podemos sustituir algunos insumos, aunque no es la solución. No sabemos lo que ocurrirá en el corto y mediano plazo”, advirtió.
¿Faltantes en el Hospital Central?
Por su parte, el área de Prensa del Hospital Central, uno de los más grandes centros de referencia de la zona, se aseguró que hasta el momento no se advirtieron faltantes de insumos ni medicamentos.
“Se está sobrellevando la situación con normalidad y hasta ahora no hemos tenido ningún hecho llamativo. Esperamos seguir así”, dijo la fuente.
Sin embargo, muy diferente resultó la opinión de una enfermera con muchos años en el Central.
“Con solo darse una vuelta por el hospital uno se da cuenta de que falta medicación y muchos insumos. Por eso se da una espera muy larga para las cirugías. No es cierto que todo está bien”, dijo la mujer.
En tanto, desde el Hospital Dr. Humberto Notti se informó que la situación es normal.
El panorama
Días atrás, la Asociación de Clínicas y Sanatorios de la Provincia de Mendoza puso en conocimiento de las autoridades y de la comunidad en general que desde el día lunes de la semana anterior no ha podido adquirir los insumos, descartables y medicamentos de uso habitual en sus clínicas y sanatorios. El comunicado señala que esto, además del desabastecimiento existente, pone en riesgo la atención de la salud de la población en el corto plazo dado que también se han producido aumentos desmesurados que dificultan la actividad de las instituciones.
“De este modo, (las clínicas) resultan imposibilitadas de funcionar en esas condiciones, recibiendo muy pocos insumos y en muchos de los casos sin precio determinado, es decir, se entrega solo con remito sin saber el precio de compra, pero se cobran las prestaciones efectuadas en mayo”, indica.
Agrega que el desabastecimiento denunciado se suma al desfinanciamiento preexistente, los plazos prolongados para percibir las prestaciones brindadas y el costo elevado de la prestación que en muchos casos es cobrada por debajo del mismo.
“El sector necesita del financiamiento inmediato ya que es una actividad que no admite stockearse o frenar su funcionamiento hasta tanto el panorama esté claro. Los pagos de las prestaciones se producen, como mínimo a los 90 días de realizadas, por lo que se evalúa el traslado de dichos costos al beneficiario de la prestación con el llamado pago de bolsillo, para poder así intentar garantizar la continuidad de la atención médica, la que puede verse afectada si las condiciones de abastecimiento no se restablecen o si los ingresos de las instituciones no son suficientes para cubrir los costos”.
Desabastecimiento
Según expuso Clarín, firmas de insumos médicos no se presentan a licitaciones por el actual contexto económico. Empresas del sector privado de la salud alertaron por el desabastecimiento y las subas de más del 100% en los precios de insumos médicos en el último mes.
De este modo, se puso el foco en las dificultades para comprar materiales descartables y medicamentos de uso habitual. En el Hospital Fernández la situación es similar a la de los sanatorios mendocinos.
“No falta stock de nada sólo porque tenemos insumos adentro (en el sentido de asegurados) por tres meses. Pero ya tenemos empresas que rechazaron presentarse a licitación, porque no tienen precio. Nos faltan proveedores de insumos para cirugías cardiovasculares”, sostuvo una fuente de ese hospital.
“Tuvimos varias reuniones con proveedores. Nos cuentan que la situación es crítica. Pero acordamos trabajar y ponernos de acuerdo en los niveles de aumentos de precios. Todos nos prometen que no va a haber falta de abastecimiento en la Ciudad, pero solicitan encarecidamente que entendamos la situación”, señalaron a Clarín desde el Ministerio de Salud de la Ciudad.
Sin embargo, como se dijo, la problemática se da a nivel nacional ya que se vive en un marco de devaluación cambiaria e inflación, sumado a las características propias de las normas oficiales vigentes a nivel de comercio exterior, cambiarias y fiscales, que complejizan la operatividad diaria para el funcionamiento del equipamiento médico.