Facundo Macarrón habló del homicidio de su madre Nora Dalmasso y contó cómo ese traumático hecho cambió su vida para siempre. “La extraño horrores. Es una constante nostalgia, he contenido muchas lágrimas porque el sobreviviente no tiene tiempo para llorar”, dijo el joven en una entrevista para Infobae.
Por estos días, el joven está atravesando el juicio oral en contra de su padre Marcelo Macarrón por ser el presunto autor intelectual del crimen de su madre.
Facundo no solo debió enfrentar la traumática muerte de su mamá sino que además fue acusado falsamente de abusar y de violar a su madre. El joven fue imputado el 4 de junio de 2007 y absuelto el 4 de octubre de 2012.
Al ser consultado por el juicio, que tardó más de una década en llegar, el joven dijo: “creo que siempre existieron durante estos 15 años dos procesos paralelos, uno mediático y otro judicial. A mi me parece que judicialmente la razón por la cual mi viejo está sentado hoy en día en el banquillo de los acusados es absurda y eso se refleja todos los días en las distintas testimoniales”.
“No surge en el juicio, porque no existe, ninguna prueba en contra de mi viejo, ni siquiera indicios. Cuando el fiscal de instrucción Pizarro armó la acusación delirante que vino a transformar la autoría material de la muerte de mamá en una supuesta autoría intelectual. Se basó en las supuestas desavenencias matrimoniales y en segundo lugar un supuesto rasgo de la personalidad de mi papá que sería la avaricia. Hasta ahora en el juicio en ningún momento ninguno de los testigos afirmó que existieran esos móviles”, agregó.
El joven contó que él y su familia fueron querellantes durante tres años y doce imputados. “Es difícil pedir justicia cuando es la misma Justicia la que te está persiguiendo”, dijo.
“Más allá de destruir mi juventud, lo que hizo el fiscal Di Santo y el aparato judicial que lo respaldó fue intentar matarme socialmente. No les alcanzó con dejar impune el crimen de mi madre, quisieron matar a su hijo no solo por facilismo en resolver la causa sino por una marcada y explícita homofobia institucionalizada. Nunca les escuché pedir disculpas, ni creo que les interese hacerlo”, manifestó el joven.
Facundo dijo que los fiscales se metieron con su vida privada y con su sexualidad. El joven, que en ese momento tenía 18 años, se refugió en su familia y sus abuelas se convirtieron en madres.
“Mis amigos de la facultad, mi novio en ese momento. Mucha gente se puso en mi lugar y me acompañó muy bien y me hizo salir adelante. Hubo una cámara oculta en la facultad, una tapa en revista Noticias que hablaba de lazos de amor y de sangre, algo así jugando con ese morbo de siempre”, recordó.
“Me sacaron de los pelos del closet. Si es que vivía en un closet. Era mi vida privada pero me agarraron de los pelos y me tiraron en medio del circo. Y hubo una nota que publicó Página12 en su momento que se titula ´El violento abrazo de los medios´, y habla justamente cómo a partir de la narración muchos medios de comunicación, referentes a nivel nacional de distintos sectores empezaron a construir un monstruo en torno a mí para marcar una diferencia respecto de lo normal”, dijo.
Facundo recuerda el calvario qué pasó en su ciudad, Río Cuarto, por el ensañamiento de un periodista local. “Empezó a hablar desde la esquina de mi casa para un programa y dijo que ya tenía confirmados tres amantes de mi mamá. Eso no es todo. Fue capaz de hablar que hubo incesto entre mi hermana y mi papá. Además se burló de mi sexualidad y se sigue burlando constantemente de nuestro sufrimiento”, contó con dolor.
El joven dijo que el asedio de los medios le afectó gravemente su vida social y que no podía salir a la calle sin usar gorra y lentes de sol. Incluso aseguró que hasta el día de hoy no puede sentarse a tomar un café en Río Cuarto.
“Me perdí la música de moda, no sé que se escuchaba en los boliches, me quisieron preso por ser gay de algún modo, pero me terminaron poniendo preso socialmente”, dijo.
Hoy, es diplomático y vive en París. No es el primer país donde ha trabajado, ya antes había estado en Egipto, un lugar que lo apasiona desde chico. Desde que su madre, Nora Dalmasso, le regaló un libro sobre la cultura de ese país.