Fabián Vargas, el tiktoker que lucha por sacar de la calle a niños humildes de Godoy Cruz

Se crió en el potrero, con la pelota y muy cerca del club del barrio Sol y Sierra. Hoy observa a muchos chicos “sueltos” que necesitan ser contenidos a través del deporte. Ahora pide ayuda para celebrar el Día del Niño.

Fabián Vargas, el tiktoker que lucha por sacar de la calle a niños humildes de Godoy Cruz
En el punto donde organizarán actividades y torneos para el Día del Niño. | Foto: gentileza

Fabián Alejandro Vargas, hijo de una familia humilde y numerosa, nació y se crió en el barrio Sol y Sierra, ubicado en el piedemonte de Godoy Cruz, y su infancia, como la de muchos chicos en su misma situación, transcurrió en el potrero y con una pelota de fútbol, muchas veces fabricada con lo poco que había.

En su hogar no sobraba nada. Su papá Hugo era pintor de obra y su mamá Sandra, empleada doméstica. Las necesidades, muchas veces, acechaban aunque, invariablemente, las puertas de su casa siempre estaban abiertas para compartir una merienda cuando llegaba de jugar a la pelota junto a una banda de amigos.

Tal vez por eso, y por los valores de generosidad y solidaridad que heredó de su familia, hoy es él, amante del fútbol y tiktoker, quien se puso la camiseta en procura de dar una mano en el mismo lugar que lo vio crecer.

Porque, en definitiva, Fabián, que tiene 33 años, dice sentir que representa a cada uno de los niños que se acerca a la cancha situada frente a la manzana 1 del barrio. Es más: asegura que, en gran parte, siente que él es, un poco, cada uno de ellos.

Chicos que, en estos tiempos de crisis económica, atraviesan necesidades extremas y son vulnerables a los flagelos que llegan en muchos casos de la mano con la pobreza, como la droga y la delincuencia.

Por eso, decidió poner manos a la obra e involucrarse de diferentes maneras para, como él dice, “encontrarle la vuelta” al panorama. Eso sí, con escasos recursos, porque a Fabián no le sobra nada: se desempeña, como su padre, como pintor de obras y la “rema” como muchos argentinos de bien.

“Pedacito” de Godoy Cruz

Aunque hoy vive en Las Heras, su corazón y su hogar natal están en ese “pedacito” de Godoy Cruz donde siente que debe “darlo todo” y convertirse en guía, apoyo y sostén de muchos niños que pueden encontrar en la cancha, junto a una pelota y algunas personas dedicadas, un verdadero espacio de contención.

Fabián, a la derecha, cuando empezó a reunir chicos. Tenía apenas 17 años.
Fabián, a la derecha, cuando empezó a reunir chicos. Tenía apenas 17 años.

Lo cierto es que Fabián empezó organizando torneos de fútbol y participando de las actividades que se desarrollan los sábados a la mañana en el lugar, donde numerosos emprendedores del sector venden sus productos. Sin ir más lejos, su madre ofrece empanadas caseras, aunque también se emplazan precarios puestos de garrapiñadas, choripanes y pochoclos.

Los niños, muchos de los cuales le dicen “profe” (aunque no lo sea) se acercan con una enorme necesidad de participar, jugar, competir. Tanto, que Fabián lo percibió y comenzó a tender las redes para lograr la reapertura del club barrio Sol y Sierra, el mismo que a él tantas satisfacciones les dio en su vida y que, lamentablemente, prácticamente está cerrado y en el olvido.

“Sé que lo lograremos porque contamos con gente solidaria y comprometida. Pero necesitamos más ayuda y sobre todo más conciencia. Un chico que está en un club es un chico menos en la calle, a merced de todos los riesgos y peligros de hoy”, reflexiona, en diálogo con Los Andes, para agregar: “Volvamos a ser lo que alguna vez fuimos, un semillero y un espacio de contención”.

Fabián es padre de dos hijas y, aunque suele grabar algunos videos divertidos en TikTok, dice que no se considera influencer. “Pero todo lo que pueda hacer para que los niños tengan un futuro, lo haré sin dudar”, aclara, mientras anticipa que el festejo del Día del Niño, programado para el segundo sábado de agosto, pretende ser la antesala de otras muchas actividades más que ayuden a visibilizar la atención que necesita el sector.

“Me crié humilde, pero con grandes valores y una cultura que, aún hoy, mis padres siguen inculcando a sus nietos. Nunca hemos tenido dinero, pero jamás se le cerró la puerta a ninguno de mis compañeros de equipo cuando llegábamos agotados de jugar en el potrero y muertos de hambre”, evoca y agradece: “Tengo la imagen intacta de mi mamá amasando tortitas y haciendo malabares en la cocina para que no nos faltara nada”.

Desde entonces hasta hoy su familia es muy conocida en el mundo del fútbol. Son, nada menos, que los “Gulas”. Y su padre fue el fundador de esta estirpe. El tiempo fue transcurriendo y hoy aquellas meriendas eternas de niños del barrio se transformaron en sopa y empanadas compartidas en familia.

“Siento mucha felicidad al saber que todo continúa igual y que somos la base de una época inolvidable. Quisiera que se prolongue”, relata, mientras trae a la memoria la emoción que sintió de chico cuando quedó seleccionado por un mentor del fútbol mexicano para jugar en la tierra azteca.

“Pero nos faltaban recursos. A veces no teníamos ni para el transporte. Sin embargo, toda esa movida no nos llevó a México pero sí a jugar en Primera. En mi caso, en el club municipal de Godoy Cruz, donde me formé por mucho tiempo y donde forjé amistades que aún conservo”, reflexiona.

Agrega: “Por todo esto y porque el fútbol brinda valores, es que yo hago lo mismo por los chicos del barrio. Ojalá ellos también puedan sumar gente valiosa como me pasó a mí. El fútbol me dio todo y lucho para que mi historia sirva de inspiración en otros niños”.

“Me siento identificado, me siento capaz. Sé que vamos a lograr mucho en Sol y Sierra. Necesito que más gente se sume a esta campaña”, reclama.

Lo cierto es que el festejo por el Día del Niño requiere de la colaboración de particulares y empresas. Se necesitan juguetes nuevos o en excelente estado; golosinas, calzado, botines, premios en general, ropa y alimentos.

“Tenemos payasos comprometidos a asistir y brindar un show. También inflables y metegoles para ese día. Trataremos de acompañar la actividad con una rica merienda, ya sea jugos o chocolatada con algo rico para compartir”, dice.

Fabián aclara que tiene movilidad para retirar todas las donaciones desde donde sea y para eso dejó su contacto telefónico.

Fabián Vargas junto a Sandra, su mamá, quien siempre lo apoyó.
Fabián Vargas junto a Sandra, su mamá, quien siempre lo apoyó.

“Hay muchos chicos descuidados y me apena. Ser pobre es diferente, pero cuando un niño anda suelto o sin rumbo es peligroso. Luchemos para evitarlo. Estoy dispuesto a hacerlo sin banderas políticas de ningún tipo. Es una cuestión de actitud, de solidaridad y de amor al prójimo”, insiste.

Cómo colaborar

Quien desee ayudar se puede comunicar con Fabián Vargas al teléfono: 2612786951.

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