Durante esta semana, los habitantes de las localidades costeras de Villa Gesell, Pinamar y Cariló fueron testigos de un fenómeno natural extraordinario que iluminó las aguas de la Costa Atlántica con deslumbrantes luces celestes fosforescentes. El suceso quedó registrado por los transeúntes y posteriormente viralizado en las redes.
Este espectáculo, que podría haberse confundido con alguna manifestación extraterrestre, resultó ser obra de una sorprendente especie de fauna marina conocida como “bichitos de luz marinos”. Acto seguido, según detallaron desde La Gaceta, los especialistas se pronunciaron al respecto.
Aunque los tonos fosforescentes en el mar podrían despertar inquietudes sobre posibles peligros, desde el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) rápidamente tranquilizaron a la población asegurando que este fenómeno es completamente natural y no representa ningún riesgo.
“AZUL, COMO EL MAR AZUL”
De acuerdo con lo informado por el INIDEP, estas luces marinas son generadas por una especie de la fauna marina llamada Noctiluca Scintillans, popularmente conocida como “bichitos de luz marinos” o “chispa de mar” debido a su capacidad única de emitir luz de manera fosforescente. Además, el instituto aclaró que esta especie no es tóxica y no supone ninguna amenaza para los bañistas.
La explicación científica detrás de este impresionante fenómeno radica en la presencia de las noctilucas, organismos unicelulares que miden apenas un milímetro y tienen la capacidad de generar bioluminiscencia, es decir, la capacidad de emitir luz. De este modo, las pequeñas “chispas de mar” desencadenan destellos de luz celestial que, según los expertos, son estimulados por el movimiento de las olas.
Este fenómeno de color celeste fosforescente no es nuevo en la región, por lo que ya se ha extendido a lo largo de la Costa Atlántica. Es más, la semana pasada estas luces marinas se observaron en las orillas de Pinamar, lo que llevó al intendente Martin Yeza a compartir su emoción en X (Twitter). Al respecto, Yeza expresó que “uno de los espectáculos más extraordinarios era ver a las noctilucas”.
Y sumó: “No siempre se las ve, incluso se llegó a decir que ‘habían desaparecido’”. Cabe destacar que en las costas del país vecino, Uruguay, este característico tono celeste fosforescente es un fenómeno más común, gracias a la presencia regular de noctilucas. Ciudades como Rocha y Montevideo son testigos habituales de este maravilloso espectáculo de luces durante las cálidas noches de verano.