Gabriela Desirée Rodríguez Sitta, evoluciona favorablemente, se informó desde el hospital Central, donde permanece internada. Se trata de la víctima más grave de la tragedia en el teatro Plaza de Godoy Cruz, el domingo 10 de julio.
“Va muy lento, le han realizado algunas pruebas para que empiece a respirar por sus propios medios y ha tenido buena respuesta”, agregaron las fuentes, para advertir, de todos modos, que su pronóstico sigue siendo reservado.
Su amiga Nancy Elizabeth Auriem confirmó la noticia en diálogo con Los Andes, aunque también fue cauta. “De a poco va mejorando, aunque tiene para más tiempo en Terapia Intensiva. Los médicos dicen que hay que tener paciencia, aunque el cerebro de a poco se va desinflamando”, indicó la mujer.
Estudiante de Medicina en la UNCuyo, Gabriela Desirée tiene 27 años y trabaja como secretaria en el colegio Portezuelo. El domingo 10 había ido a la función con su mamá y esperaban una foto con las actrices cuando el vehículo las sorprendió de espaldas.
En ese preciso instante un vehículo automático dio marcha atrás a toda velocidad e impactó a 23 personas al finalizar la función “Dos locas de remate”.
Desirée se hallaba en la vereda mirando hacia el interior del salón a la espera de saludar a Soledad Silveyra y Verónica Llinás y tomarse una fotografía. En ese instante fue impactada y quedó literalmente debajo del vehículo, tal como lo muestra el video que circuló poco después, y resultó ser la víctima de mayor gravedad entre los 23 afectados.
Ingresó al hospital Central con un traumatismo encefalocraneano grave y varios politraumatismos. Su mamá, en tanto, recibió un golpe en un costado del cuerpo y fue atendida en el lugar, aunque no requirió internación.
Hija única, siempre sonriente, estudiosa, buena amiga y gran persona. Junto a sus padres, es devota de la parroquia Castelmonte de Godoy Cruz donde, además, ella integra un grupo de jóvenes. La familia completa suele concurrir a la misa todos los domingos.
Nancy Elizabeth Auriem es vecina y amiga de la familia de toda una vida. “Es una persona empática, simpática, buena hija y buena gente. Tiene una vida por delante, es muy joven y tengo fe en que se va a recuperar”, se esperanzó la mujer, que, al igual que Desirée, vive a unas 10 cuadras de la plaza de Godoy Cruz.
Agregó que toda la familia es muy creyente, de modo que está aferrada más que nunca a la fe, al igual que la gran cantidad de miembros de la parroquia Castelmonte, que han iniciado numerosas cadenas de oración.
