A medida que avanza la segunda ola de casos de coronavirus en Mendoza, las autoridades provinciales analizan cuáles serán las próximas medidas a tomar. Una de ellas, que suena cada vez con más fuerza, es la posibilidad de suspender las cirugías programadas.
La decisión, que se definiría entre hoy y mañana, tiene como principal objetivo descomprimir la demanda de camas y darle prioridad a quienes requieren internación por cuadros de coronavirus.
Aunque tanto desde el sector público como del privado reconocen que se viene hablando del tema, y que esto cobró más fuerza la última semana ante el aumento explosivo de casos, será el Ministerio de Salud, a cargo de Ana María Nadal, quien anunciará la medida.
Si bien desde ésa área confirmaron que sigue todo igual y que “aún no está totalmente definido”, cuándo empezarán las restricciones y si las mismas serán totales o no.
Una de las posibilidades es repetir lo que ocurrió durante 2020, dejando de lado completamente las cirugías programadas, dando lugar sólo a las urgencias. La otra, bajar el nivel de las mismas lo más posible, lo que permitiría evitar tantas camas bloqueadas para pre y postoperatorio.
No obstante, fuentes de nosocomios estatales y privados reconocen que inclusive han tenido varias reuniones vía Zoom con funcionarios de la cartera de Salud. “Lo están mirando con más urgencia”, indican.
Por su parte, Walter Vázquez, director médico del Hospital Español, precisó que “va a ser una decisión consensuada entre los actores del sistema de salud”, aunque “la potestad última es del ministerio”.
Es más, en algunos efectores ya han informado a los pacientes que las cirugías programadas se cumplirán hasta el viernes 16 de abril, pero que no hay certeza para fechas posteriores.
Otro factor es la demanda de personal, que a esta altura lleva más de un año afectado a la pandemia, con un estrés y agotamiento importante.
Cifras que preocupan
Si bien Nadal señaló el pasado jueves que “la ocupación de camas de terapia intensiva para Covid en la provincia está en un 70 por ciento”, ese número es el promedio de toda la provincia, teniendo en cuenta regiones de Mendoza que quedaron fuera de la denominada ‘zona roja’, que abarca a Maipú, Godoy Cruz, Ciudad, San Martín, Ciudad, Rivadavia y Luján de Cuyo.
En el sector privado, según confirmó Rodolfo Torres, coordinador médico de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa), durante esa misma jornada las denominadas ‘camas críticas’ presentaban una ocupación del 92 por ciento.
El número es aún más preocupante si se toman en cuenta las plazas de sala común para Covid, que en el área privada llegaron a estar al 100 por ciento de demanda en algunos nosocomios, como la Clínica Francesa y el Hospital Español. De todas maneras, estas últimas tienen alta rotación.
Hace una semana la ministra aseguraba a Los Andes que “si fuese necesario, evaluaremos empezar a tomar medidas con respecto a las cirugías programadas”, aunque entonces, algo que finalmente ocurriría en los próximos días.
Es que durante las últimas dos semanas el aumento de casos positivos superó el ritmo que tuvo durante el pico de la primera ola, en octubre. Entonces, la semana que más incremento registró fue 26 por ciento, mientras que la que pasó fue de 106 por ciento.
Reapertura del sector Covid del Hospital Universitario
Tras su cierre a fines de diciembre, el área Covid del Hospital Universitario volverá a abrir sus puertas a comienzos de mayo, siempre y cuando logre reunir a todo el personal médico necesario.
“El problema es el recuerdo humano, están muy agotados del año pasado y este año hay muchos que no quieren volver. Y se entiende, porque el desgaste no sólo físico, sino también psíquico, es bastante importante”, explicó el director general de la institución, Conrado Risso Patrón.
El cierre del área generó gran polémica en diciembre, principalmente por quienes habían trabajado en la formación de los equipos de trabajo, quienes anunciaban que sería difícil volver a armarlos. Inclusive, la decisión del Comité de Emergencia Covid-19 de la UNCuyo, derivó en la renuncia del entonces director general interino: Jorge Juri.
Risso Patrón aseguró que en enero, apenas asumió, se reunió con el personal y que éste se mostró dispuesto a estar si se lo convocaba nuevamente. Pero sólo parte de los trabajadores han confirmado participar en esta segunda etapa.
“El personal de enfermería y los camilleros son los mismos que estaban antes, sí, pero la convocatoria de médicos no fue tan favorable”, detalló el director, aunque no se mostró preocupado “porque médicos hay”.