Los reality shows tienen ese no sé qué… Luego del furor por Masterchef, el 24 de junio comenzó en la pantalla de Telefe (y de Canal 9 en Mendoza) la edición 2021 de La Voz Argentina. Y las repercusiones se mantienen en el mismo nivel en que el reality de cocina dejó las expectativas.
Con sus destacadas voces y sus historias de vida a cuestas, ya transcurrieron los primeros 15 días de La Voz Argentina y son cuatro los mendocinos que han sido seleccionados por alguno de los integrantes del jurado. Sin embargo, este tipo de programas televisivos han visto pasar a varios mendocinos durante los últimos años. Pero ¿qué pasa cuando las luces de los estudios de televisión se apagan y la masiva popularidad de la pantalla se aleja?
Cristian Soloa, Johana Quinteros (en Operación Triunfo) y Mario Vilurón (en La Voz Argentina) son tres de ellos y quienes evidenciaron un antes y un después en sus vidas tras haber pasado por estos programas.
“Si hubiese tenido esa oportunidad de ganar con más edad, también tendría mucha más maduración de la cabeza. Todo ha cambiado mucho, hoy en día las redes sociales sirven y ayudan porque los productores musicales ven números allí. A eso súmale que, cuando gané, solo se manejaba el disco en formato físico y la gente podía acceder comprándolo en las casas de música. Pero hoy hay muchas plataformas digitales donde los artistas pueden proyectarse”, resume Soloa, quien actualmente tiene 33 años y tenía 22 cuando fue el gran ganador de Operación Triunfo en 2009.
“Participar de Operación Triunfo ha tenido sus pro y sus contras. Siempre tuve una personalidad muy de barrio y cuando salí de allá, creo que no dimensionaba dónde estaba. En esos momentos no había tantas redes y una no se daba cuenta de la cantidad de gente que podían estar siguiéndolo”, sintetizó por su parte la maipucina Quinteros, finalista de la misma edición que ganó Soloa, y quien actualmente tiene su propia academia de canto.
“Mi paso por La Voz cambió mi forma de ver las cosas, el aprendizaje y un montón de aspectos. Fue lo mejor que me pudo haber pasado”, se sinceró a su turno el sanrafaelino Vilurón, semifinalista de La Voz en 2018 y quien estuvo viviendo en Buenos Aires hasta el inicio de la pandemia.
Cristian Soloa (ganador de Operación Triunfo)
En el 2009, el mendocino Cristian Soloa se convirtió en el ganador de Operación Triunfo, otro de los realities que tuvo su espacio en el prime time de la TV. El palmirense hizo historia y se convirtió en único mendocino en haber ganado uno de estos certámenes hasta el momento.
“Todo era muy nuevo y fueron emociones muy intensas. En ese momento yo no tenía un horizonte marcado con la música. Tenía una bandita de barrio y salíamos a tocar, pero me estaba planteando si dedicarme a la música o no”, rememora.
Una vez superado el casting y habiendo sido confirmado para la edición 2009 de OT, Cristian vio cómo fue creciendo su oportunidad, aunque confiesa que nunca se vio ganador, ni siquiera estando ya en la final. “Cuando gané, creo que ahí se terminó de completar la barrita de cumplir mi sueño”, destaca con humildad.
Lejos de lo que puede llegar a creerse o de lo que, se suponía, debería haber ocurrido, la serie de episodios que se sucedieron tras consagrarse ganador confabularon para que la vida artística de Soloa se hiciera cuesta arriba. “Ni bien terminé el programa se terminó el contrato con Telefe y empezó otro con Warner. Pero la época en que gané justo coincidió con la transición del CD a la música digital. Entonces Warner cerró sus oficinas y se achicó. Me tocó ganar en un momento crítico para la industria discográfica”, repasa.
Como artista esto también lo afectó, ya que no alcanzó a lanzar su segundo disco, que ya estaba grabado y terminado. “Tuve que rescindir contrato con Warner para poder lanzar el disco de forma independiente. Recién pude hacerlo en 2016”, recuerda.
Todo el proceso de reinvención no fue nada fácil para el palmirense. Porque a la coincidencia de su consagración en OT con uno de los peores momentos para las discográficas se sumó otra fatídica situación: el terremoto en Chile en 2010. “Había llegado a la final del Festival de Viña del Mar pero se suspendió por el terremoto. Le había puesto el mejor empeño, pero no pude culminar el certamen. Y yo estaba convencido de que podía ganar”, reflexiona Cristian, quien aclara que todo lo que ha vivido lo ayudó para formarse como persona y empresario.
Actualmente, Cristian sigue cantando con una banda. Además, su familia (tiene 3 hijos) es lo que le ocupa la mayor dedicación y tiempo. “Soy un eterno convencido de que las cosas tienen que ir mejorando y todos vamos a salir adelante”, destaca con optimismo.
Otro de los emprendimientos que encaró en el último tiempo y que –a la fuerza- debió modificar luego del brote de la pandemia fue el de un salón de eventos propio. Ahora ha fraccionado el lugar e instalado locales comerciales.
“Además, por intermedio de un amigo me he metido en el rubro vitivinícola. Estoy produciendo un vino de marca propia, trabajando con una bodega y un enólogo”, destaca el talentoso artista.
Como dato de color, él mismo aclara que dos de los participantes mendocinos de la actual edición de La Voz Argentina son sus primos. Se trata de los gemelos Daniel y Leandro Vílchez, oriundos de San Martín.
Johana Quinteros (finalista de Operación Triunfo)
En la misma edición de Operación Triunfo 2009 que ganó Soloa, Mendoza dijo presente con otro rostro que dejó a la provincia bien posicionada. Entre los cuatro finalistas estuvo Johana Quinteros, la maipucina que fue la única mujer que alcanzó la instancia definitiva en aquella oportunidad.
“Operación Triunfo era un show totalmente distinto al de La Voz. En mi caso, participar me cambió la vida. Yo venía de los escenarios y los shows, nunca me imaginé lo que significaría participar ahí. Y creo que nunca llegué a dimensionarlo del todo”, cuenta la artista de 32 años, quien hace dos años abrió su propia academia de canto, que lleva su nombre.
“Poder abrir mi espacio, compartir la experiencia y transformar a las personas es algo que me volvió loca. Y tiene que ver con el amor; era una faceta no se había despertado. Me gusta mucho el perfil del coaching y justamente el otro día hablaba con mis alumnos y les decía que creo que nunca, incluso al día de hoy, caí en la cuenta de donde estuve”, destaca.
Desde su incursión en Operación Triunfo a la fecha, Johana vivió grandes experiencias. Hizo temporada en Carlos Paz junto a Cacho Garay en 2010, grabó su propio disco y lo presentó en el teatro Independencia, abrió su academia y llegó al escenario de la Fiesta Nacional de la Vendimia.
“Haber entrado fue único y la final fue una experiencia maravillosa. No había tenido la posibilidad de formarme musicalmente; había empezado a cantar por una cuestión de pasión en ese momento”, repasa Johana, quien tiene en claro que ni antes, ni durante ni después de participar del reality dejó de ser “una piba de barrio”.
Por decisión propia, la carrera de Johana Quinteros se focalizó en Mendoza y fue en la provincia donde eligió trascender y prosperar. Más allá de que la fama no la abrumó en ningún momento –según ella misma aclara una y otra vez-, sí recuerda con una sonrisa la locura post programa. “Apenas salí, la gente se creía que yo era Shakira (risas) y no podía caminar por la calle ¡No entendía nada!”, destaca con su característica simpatía.
Johana tiene una hija de 8 años –Isabella- y la niña también se está animando a componer sus propias canciones. “Haber vivido lo que viví en OT no tiene precio. Hoy vivo de lo que amo y con muchas ganas de seguir, de continuar formándome. Desde hace un tiempo me acepté y me puedo mirar al espejo sin pudor. En la época del reality, no me gustaba mi cara y no me gustaba verme pero siempre me gustó mi manera de ser. Hoy duermo tranquila, me siento una mujer independiente”, sintetiza quien será jurado del próximo reality show mendocino, Cordillera de Talentos.
Mario Vilurón (semifinalista de La Voz Argentina)
Ya en La Voz Argentina, en 2018 el país conoció al sanrafaelino Mario Vilurón. Con su talento y estilo particulares, cautivó a Ricardo Montaner (quien lo eligió para su equipo en la audición a ciegas) y a millones de argentinos. “Llegué hasta la semifinal con Braulio y allí me quedé. Y Braulio fue quien ganó el certamen”, rememora el músico de 27 años, quien continúa dedicando su vida a la música y está en proceso de grabación de su primer disco.
Aunque la pandemia frenó su actividad y lo trajo de regreso a su San Rafael natal, Vilurón estuvo viviendo un tiempo en Buenos Aires. Allí trabajaba en otra actividad entre semana, mientras que los fines de semana cantaba. “Mi paso por La Voz fue una experiencia tremenda. Viví muchas cosas lindas, conocí a mucha gente buena e hice muchos amigos”, destaca.
Mario no tiene dudas de que el reality show marcó el comienzo de una ascendente carrera. “Antes de La Voz, yo ya me había dedicado a la música y tocaba en distintos lugares de Mendoza y hasta en Neuquén. Pero el programa fue como una catapulta que nos llevó a otro plano. Fue una explosión y yo llegué a hacer shows hasta en Uruguay”, sostiene.
Cuatro talentos del Este en “La Voz”
Durante la actual edición de La Voz Argentina, son seis los mendocinos que han pasado por el escenario mayor y las audiciones a ciegas, mientras que cuatro de ellos fueron elegidos por alguno de los jurados y coaches.
La particularidad es que los cuatro son del departamento San Martín. Se trata de Esperanza Careri (quien se inclinó por el equipo de Mau y Ricky), el tatuador y skater Marcos Olaguibet (eligió también a los hijos de Ricardo Montaner) y los gemelos Daniel y Leandro Vílchez (primos de Cristian Soloa), quienes audicionaron a dúo. Y eligieron al equipo de Soledad Pastorutti.