Ya se ha dicho y recalcado: no se puede anticipar demasiado de la pandemia de Covid-19 pero lo seguro es que no ha terminado. Por eso, aunque ahora esté haciendo “la plancha” en Mendoza, se espera un repunte de casos para la temporada fría. Y según se estima, lo más probable es que sea otra vez ómicron, pero esta vez, del nuevo sub-linaje detectado y que gana terreno en el mundo.
Se trata de BA.2, pariente cercana de BA.1, el linaje de la variante ómicron que ocasionó la tercera ola en enero en Mendoza.
El 31 de enero fue identificado en Argentina el primer caso de variante ómicron sub-linaje BA.2. El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas ANLIS Malbrán informó que se trató de un paciente de 62 años que reside en la ciudad de Buenos Aires y había regresado de Uruguay.
Desde el Ministerio de Salud de la provincia señalaron que, hasta el momento, no se ha detectado en Mendoza.
Sin embargo, el doctor Sergio Saracco, especialista en Salud Pública, consideró que su ingreso es prácticamente inevitable: “Va a llegar y se va a volver dominante”, afirmó. Y advirtió: “Más con el escenario que tenemos en que se han relajado todas las medidas de prevención”.
Características de BA.2
BA.2 es una “versión” de la variante ómicron, familiar de BA.1 que hasta ahora ha estado circulando en Argentina.
Fue detectada a fines de noviembre en Filipinas y los primeros datos sobre ella comenzaron a surgir en enero, cuando Mendoza estaba en plena tercera ola de Covid.
Como ha sucedido con las nuevas variantes que han ganado fama durante el transcurso de la pandemia, las nuevas son más contagiosas y esta no es la excepción. Así han podido determinarlo los investigadores que se han abocado a su estudio, especialmente en el Reino Unido.
Si bien en varios países ya es dominante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no la ha considerado aún una variante de preocupación. En el Reino Unido, las autoridades sanitarias la han designado como “variante bajo investigación”, lo que implica un seguimiento.
BA.2, es también conocida como “ómicron silenciosa”, porque no tiene un marcador genético usualmente usado para diferenciar BA.1 de delta, que es lo que se estaba haciendo para detectar ómicron.
No relajar los cuidados
“Esa variante ha producido brotes que resintieron el sistema sanitario de otros países, por lo tanto es muy importante para prevenir el impacto, completar los esquemas de vacunación y continuar con las medidas preventivas de barbijo en lugares cerrados”, destacó la infectóloga Victoria Codina.
El asunto es que se espera que este invierno haya más circulación de otras enfermedades respiratorias, que durante los dos años anteriores habían sido mantenidas “a raya” por el virus del Covid-19 y los cuidados.
Tal situación podría implicar una sobredemanda sobre el sistema de atención primario. Ya se vio en Mendoza, que ómicron generó consultas concentradas en ese nivel de atención a lo que sumarían las otras enfermedades. De hecho, la gripe ya circula por anticipado y por ello, se ponen fichas en la vacunación contra ambas patologías.
Saracco destacó que ómicron no tiene tanto impacto a nivel pulmonar y por ello no se esperan muchos cuadros graves, con la excepción de aquellas personas con factores de riesgo. “El triple esquema es hoy el esquema completo, son tres dosis para tener 80% de protección”, subrayó respecto de la vacunación Covid.
Ayer, el Ministerio de Salud de la Nación actualizó las medidas de prevención contra el coronavirus y de otras enfermedades respiratorias, en una resolución publicada en el Boletín Oficial. Allí se deja “sin efecto el distanciamiento social de dos metros”, pero insiste en “continuar con el uso adecuado del barbijo en espacios interiores, incluyendo los ámbitos laborales, educativos, sociales y el transporte público”.
Qué puede esperarse
Sobre lo que no hay demasiada evidencia científica es sobre que produzca cuadros más graves, por el momento no parece ser así. Cabe señalar que cuando surgió ómicron, notoriamente más contagiosa que las versiones anteriores del coronavirus pandémico, se diseminó muy rápidamente e incluso se volvió dominante en pocos días tras ingresar a un territorio. Sin embargo, esta no generó cuadros más graves que las versiones previas. En parte, por un lado debido a que, a diferencia de las anteriores afectó más las vías superiores generando menos complicaciones. Pero los expertos no han dejado de señalar que las vacunas han hecho lo suyo evitando cuadros graves y en este sentido, la nueva versión podría encontrarse con el mismo escenario.
El Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus Sars-CoV-2 de la OMS analizó datos sobre la gravedad clínica de la infección obtenidos en Sudáfrica, el Reino Unido y Dinamarca, países donde la población tiene una elevada inmunidad conferida por la vacunación o la infección natural y la conclusión fue que ambos sublinajes causan síntomas de gravedad similar.
Además, expertos de la organización aseguran que todo indica que, quienes se infectaron previamente con BA.1 parecen tener una fuerte protección contra un contagio con BA.2, al menos por un periodo limitado.
“Tiene una mayor capacidad de transmisión, que puede ser del 50 al 60% más que ómicron, pero cuando miras los casos, no parecen ser más severos ni tampoco parecen evadir las respuestas inmunes que provienen de las vacunas o de infecciones previas”, dijo el doctor Anthony Fauci, asesor médico de la Casa Blanca, al programa ABC.
Crecimiento rápido
De todas formas, los especialistas no dejan de reconocer que parte del incremento de los contagios puede deberse a la relajación de las medidas preventivas.
Según datos de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, referidos por BBC, una dosis de refuerzo aumenta la protección y previene hospitalizaciones y muertes ante la posibilidad de que la eficacia de las vacunas se vea reducida, incluso por el paso del tiempo.
Un informe de la cadena explica que los contagios, que estaban en disminución, volvieron a subir en Europa en las últimas semanas, y eso fue atribuido a BA.2 por la OMS. En Estados Unidos BA.2 de ómicron ahora es la cepa dominante de Covid-19, con 55% de los casos reportados, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).