El plan de la Dirección General de Escuelas para lo que resta del año es producir la menor cantidad de variaciones posible a un sistema educativo súper estresado por la contingencia sanitaria imperante. Es decir, no registrar cambios en el calendario académico, hacer las mínimas modificaciones en la forma de dictar clases y, en lo posible, migrar hacia un cursado semipresencial de manera paulatina siempre que las circunstancias lo permitan. Y este regreso a las aulas deberá tener el aval de los padres, según comentó el director General de Escuelas, José Thomas. “Seguramente las clases empiecen como están ahora, con clases a distancia y un esquema de semipresencialidad que a medida que vaya bajando la pandemia vaya subiendo en cursado, siempre focalizados en los chicos con trayectorias más débiles y con mayor necesidad de acompañamiento pedagógico”.
El titular de la DGE, ha mantenido durante esta semana distintas reuniones con funcionarios nacionales para consensuar un protocolo de retorno a las aulas durante el segundo cuatrimestre, lo cierto es que hasta la semana próxima no hará definiciones al respecto: “se está trabajando en cómo se va a trabajar hasta final de año, alternado lo menos posible el sistema, para darle estabilidad ya que está muy convulsionado por la misma pandemia”, y explica que esta construcción debe darse en el marco del Consejo Federal: “Es una comisión formada por ministros, gente del Ministerio de Salud, representantes de los gremios y especialistas, la idea es tener el protocolo terminado la semana que viene”.
En cuanto a la noticia de las tres semanas de vacaciones, Thomas explica que en realidad se trata de una tercera que abarca cinco días (del 20 al 25) de jornadas institucionales, en las que los docentes deberán armar y definir de qué modo abordarán el segundo cuatrimestre “no es una extensión de vacaciones”, menciona.
El motivo de que se realicen estas jornadas en mitad del año -cuando siempre se realizaron en febrero- responde, según Thomas a que “va a ser distinto a lo que tuvimos hasta ahora, y a lo que siempre estuvimos acostumbrados, con lo cual necesita un profundo consenso y discusión en el seno de cada comunidad educativa” para determinar de qué manera se adoptarán los protocolos.
El objetivo es incluir también la mirada de los padres y otros actores de la comunidad educativa, ya que el desafío en la segunda mitad del año no será solo para los docentes.
Sin embargo otros factores también están siendo contemplados en vista de los probables cambios. El titular de la Dirección General de Escuelas expresó: “Estamos pensando en los chicos de quinto año que necesitan acreditación y en los de séptimo que pasan de año”. Más allá de lo estrictamente académico, la situación de aislamiento por la que han pasado los alumnos genera otros matices que desde la DGE intentan abordar:
“El retorno a la semipresencialidad es importante por las necesidades emotivas y emocionales que tienen los chicos de verse al menos una vez a la semana y eso lo debe decidir cada comunidad educativa”.
En este sentido, el funcionario de la cartera educativa provincial hizo hincapié en la participación de los padres y docentes, ya que cada escuela tiene un entramado prácticamente único: “Hay una escuela albergue en Malargüe que tiene 75 alumnos de los cuales 40 viven en la escuela. A 50 kilómetros hay otra que tiene 23 chicos que cursan 15 días por 15 días; y en el centro de Mendoza tenés escuelas primarias con 450 chicos”, concluye José Thomas para explicar las diferencias que existen en las distintos establecimientos educativos.
El director de Escuelas remarcó en la importancia de que los padres estén de acuerdo en que los chicos, vuelvan tomar clases en las aulas ya que “hay mucho temor, entonces hay que construir un consenso importante en la comunidad”.
Disminuyó la cantidad de repetidores y mejoró la promoción secundaria en Mendoza
Disminuyó la cantidad de repetidores y mejoró la promoción en todos los años del nivel secundario orientado de Mendoza. Así lo aseguraron desde la Dirección General de Escuelas, brindando datos concretos que reflejan este gran avance en el área educativa. Es que, tal cual explicaron, cuando aumenta la promoción lógicamente disminuye la repitencia. Y eso sucedió entre la comparativa 2018 y 2019.
Yendo a los números específicos y siempre centrados en el nivel secundario, en 2018 promocionó el 75,78%, es decir 47.627 alumnos y repitió el 24,22%. Mientras que en 2019 la promoción llegó al 77,56% del alumnado, con 50.905 egresados, y el índice de repitencia bajó al 22,44%. “En general hay menos repetidores y mejor promoción en todos los años. Estamos en un 77,56% de promoción este año, de un total de 65.354 alumnos. Son datos de toda la provincia en secundaria orientada. Hay técnicas, en donde la tendencia es la misma, y privadas, en las que siempre ha sido superior el promedio”, detalló Emilio Moreno, director de Educación de Nivel Secundario.
Las causas de la mejora
Consultado acerca de los motivos por los cuales se ha logrado este avance entre un año y el otro, el funcionario aseguró que juegan distintos factores. “Se cambió el formato de la práctica áulica, hay proyectos integrados, un gran trabajo docente y se ha mejorado la retención desde el servicio de orientación para que los chicos no se vayan del sistema educativo”, enumeró Moreno.
Además, destacó que si bien la repitencia ha disminuido en todos los años del secundario, la promoción de segundo a tercer año fue particularmente buena “porque tenemos 1.374 alumnos más que el año pasado”.
Asimismo, hizo énfasis en el crecimiento de la matrícula 2020 de estudiantes de nivel secundario orientado; se registraron 2.022 alumnos más que en el ciclo lectivo 2019 y hay casi 5.000 estudiantes más comparado con 2017. Así, las secundarias orientadas de la provincia registran en el corriente año un total de 67.376 estudiantes que continúan sus trayectorias escolares en secundarias orientadas estatales.
La visión de los profesores
Para saber cuál es la visión que los profesores tienen desde el aula, o mejor dicho desde la virtualidad ahora, Los Andes habló con profesionales de la Educación que tienen distintas perspectivas. Por un lado, Nicolás, que es profesor de lengua en el sur provincial, señaló que las posibilidades de acreditación han aumentado, hay más facilidades para los estudiantes y eso ayuda a agilizar el egreso de la secundaria. Las pruebas son más personalizadas y se adecuan a las posibilidades de cada estudiante.
“Es un tema que se puede prestar a la polémica porque hay cada vez más facilidades para los chicos terminen, las pruebas son más fáciles. Entonces, si bien está bueno que haya más egresados, que más alumnos terminen la secundaria y que los cursos no se llenen de repetidores, el nivel educativo está bajando”, aseguró este profe.
Por otra parte, Giuliana, que trabaja en una escuela del Este, destacó que tanto los docentes coordinadores como el Servicio de Orientación trabajan en su establecimiento con mucha anticipación con los alumnos que van a rendir. “Yo misma me encargo de preparar a los alumnos para las mesas un mes antes, utilizando las guías que me brindan los profesores que van a participar de las mesas. Hace más de cuatro años lo hacemos así y los resultados han mejorado notablemente”, se explayó.
Además, esta profesora también aseguró que los alumnos se sienten acompañados, saben qué tema y textos les van a tomar y que “si presentan la guía que han desarrollado en el período de apoyo reciben un porcentaje que suma en la nota final. Incluso con los chicos que ya han salido de la escuela y tienen que rendir materias previas de 5° actuamos de la misma manera y reciben el mismo apoyo”, remarcó.
Achicar el desgranamiento
Continuando con la línea de análisis, Moreno subrayó que lo positivo también es que están logrando achicar el desgranamiento. “Es decir, que los estudiantes que empezaron primer año puedan llegar hasta quinto y completar el nivel secundario. Lo ideal es que termines con la misma cantidad de alumnos que empezaste. Y si bien estamos lejos de ese ideal, nos estamos acercando”, afirmó el director del Nivel Secundario.
En este sentido, Moreno destacó también el gran trabajo que realizan los docentes día a día. “Hemos implementado políticas que mejoran la educación, lo ideal es que no tengamos chicos fuera del secundario y que puedan terminar la mayor cantidad posible, por eso venimos cuidando mucho las trayectorias y trabajando en la recuperación de saberes, un mes de apoyo previo a la instancia de evaluación final con evaluaciones parciales”, reafirmó.
En participar, el funcionario de la DGE recalcó el trabajo que se realizó a través de proceso de recuperación de saberes -que se llevó a cabo durante marzo y parte de abril- y que estaba destinado a estudiantes que debían hasta cuatro espacios curriculares. “Fue muy exitoso ese proceso; promocionaron más de 3.400 estudiantes, casi el 89 por ciento de los que estaban inscriptos”, puntualizó.
Finalmente, en lo que a matrículas respecta también desde DGE arrojaron cifras concretas. “En primer año hay 242 estudiantes menos con respecto al ciclo lectivo 2019, en segundo año hay 447 estudiantes más, en tercer año hay 1.374 más, en cuarto año se registraron 317 y en quinto, 250 alumnos más”, cerró Moreno.