Así como hay plantas buenas para comer, hay muchas que sirven para sumergirlas en el agua y crear diferentes tés, con la finalidad de producir bienestar en el organismo, como es el control de la presión sanguínea.
La hipertensión y presión arterial alta es un problema cardiovascular que cada vez padecen más personas y un modo económico y seguro de no sufrir de eso es con infusiones, un poco atípicas.
Profesionales afirman que antes de tomar infusiones para bajar la tensión arterial alta, es importante que, si estás siguiendo algún tratamiento médico, consultes con tu especialista antes de combinarlo con estos remedios y no alterar tu salud.
Qué hacer para bajar la tensión alta
Padecer hipertensión supone una disminución de la calidad de vida, además de elevar el riesgo de padecer enfermedades que podrían ser mortales. Sin embargo, es una enfermedad que se puede regular y mejorar, sobre todo siguiendo unos hábitos de vida saludables.
En pocas palabras, la hipertensión se produce cuando las arterias se estrechan. Como consecuencia, la sangre debe ejercer más presión de lo habitual para fluir. Esto hace que el corazón se esfuerce para hacer que la sangre llegue a todo el cuerpo, por lo que puede debilitarse y afectar a las funciones de ciertos órganos como los riñones, el cerebro y el páncreas.
Infusiones que ayudan a controlar la hipertensión
Té de apio
Los compuestos antioxidantes y fotoquímicos del apio lo convierten en una excelente alternativa para controlar y bajar la tensión arterial de forma natural. Estas sustancias son antiinflamatorias y también controlan la retención de líquidos.
Sus aportes de minerales esenciales ayudan a reducir la producción de cortisol, una hormona que, en niveles altos, puede aumentar el riesgo de padecer hipertensión.
Para disfrutar de estos beneficios, poné a hervir una taza de agua y, cuando llegue a su punto de ebullición, agregá 20 gramos de apio. Dejá reposar durante 15 minutos, cuélala y tomá una taza todos los días.
Té de lavanda
Esta planta tiene propiedades sedantes que, además de calmar el estrés, es idónea para bajar la tensión arterial, sobre todo si es debido a problemas nerviosos. Sus activos naturales ayudan a estimular la actividad celular y favorecen la circulación de la sangre a través de las arterias.
Para preparar esta infusión, calentá 250 ml de agua y añadí una cucharadita de lavanda cuando rompa a hervir. Dejá reposar entre 15 y 20 minutos y colá, tomando una taza al día como mínimo tres veces por semana.
Infusión de orégano
El orégano tiene propiedades antiinflamatorias y diuréticas que contribuyen a aliviar la presión arterial alta. Sus compuestos activos, sobre todo el carvacrol, ayudan a limpiar las arterias para evitar problemas circulatorios.
Herví una taza de agua y agregá cuando llegue a ebullición una cucharadita de orégano. Dejá reposar 15 minutos, colá y tomá una taza a media mañana, como mínimo, tres veces a la semana.
Cola de caballo
Otra de las infusiones para bajar la tensión arterial es la cola de caballo. Un gran número de casos de esta afección se deben a la retención de líquidos. Esta infusión es un gran aliado.
Esta planta cuenta con propiedades diuréticas y antioxidantes que, al ser asimiladas por nuestro organismo, ayudan a eliminar los líquidos acumulados. Solo debes poner a hervir una taza de agua y agregar una cucharada de cola de caballo cuando comience a hervir.
Dejá reposar entre 10 y 15 minutos y colala antes de tomar en ayunas durante mínimo dos semanas.
Diente de león
Es una planta con propiedades diuréticas y otro de los remedios caseros para bajar la tensión. Sus antioxidantes y minerales ayudan a proteger los tejidos inflamados, estimulando la circulación sanguínea.
Para prepararla, herví una taza de agua con una cucharada de diente de león y dejá cocer a fuego lento durante tres minutos. Fijate que repose y colala antes de beber, pudiendo tomarla una vez al día durante tres semanas como mínimo.
Té de veriana
La valeriana es una hierba con propiedades sedantes y antiinflamatorias. Por ello, sus principios activos naturales ayudan a bajar la tensión generada por el estrés, lo que contribuye a restablecer el ritmo cardíaco.
Es un tranquilizante natural que puede reducir el dolor muscular, la depresión y el insomnio. Además, es uno de los remedios caseros para bajar la tensión y normalizar los lípidos de la sangre más eficaces. Puedes tomarla tanto en infusión como en extracto.