Las antiguas estaciones de trenes son un punto de atracción para muchos mendocinos y visitantes, gracias a que varias de ellas han logrado recuperarse de la irreparable pérdida de uno de los transportes fundamentales.
La Estación Mendoza (Juan B. Justo-Las Heras y Belgrano, Ciudad), al menos ve pasar la formación del Metrotranvía , medio eléctrico que ha logrado unir Maipú, Godoy Cruz, Capital y Las Heras. Al final del andén, hacia el noroeste, una hilera de locomotoras y vagones abandonados recuerda la intensa actividad ferroviaria que tuvo el país hasta 1993, cuando partió la ultima formación con destino a Estación Retiro, Buenos Aires.
En medio de esas ruinas se levanta un museo que ha logrado mantener vivo el espíritu ferroviario. Roberto Bocanegra, antiguo trabajador y amante de los trenes, limpia el espacio como si fuera su propia casa. Como cada sábado, está pendiente de la llegada de nuevos visitantes para contarles historias que tienen que ver con su oficio y que con el tiempo se transformó en una pasión. Al Museo Tren Cultural Mendoza se ingresa por la antigua garita de Juan B. Justo y Belgrano. Al fondo se encuentra una histórica locomotora de maniobras que guarda tesoros relacionados a la actividad en nuestra provincia, desde los mismos inicios, en 1885.
Desde aquellos años se cuenta con una inmensa infraestructura y muchas de las estaciones han logrado sortear el desmantelamiento. Gracias al Metrotranvía se puede recorrer un buen tramo, desde Las Heras hasta la estación Gutiérrez. “Gran parte del desarrollo que tiene hoy Maipú, se lo debe al tren, que marca un antes y un después de su puesta en funcionamiento. Esto sucedió en todo el país y aquí podemos ver que bodegas y otras actividades agrícolas e industriales se establecieron cerca de las estaciones”, señala Rodrigo del Monte, de la Asociación Ferrotur Trasandino Mendoza.
Otras estaciones remodeladas
Hace unos días, en la Estación Gutiérrez, con la presencia numerosa de vecinos se dejó habilitada la primera parte de la remodelación del acceso, el nuevo estacionamiento y la Estación de Transferencia Multimodal. El municipio de Maipú lleva adelante la obra en su totalidad, que tendrá una inversión de 109 millones de pesos. El avance de la estación multimodal permite el ingreso de los colectivos al corazón de la estación convirtiéndola en un punto de transferencia seguro, inclusivo y más cómodo para los usuarios. Además vincula el Metrotranvía con el sistema de transporte público (colectivos, taxis, uber) con las ciclovías y autos particulares. El nuevo estacionamiento habilitado permite dejar el vehículo en un lugar protegido de las inclemencias del tiempo, en una zona más segura y a bajo costo, para poder trasladarse en Metrotranvía u otro medio de transporte.
Pronto le tocará el turno a la Estación Paso de los Andes, de Chacras de Coria. Es que a fin de año se conoció que ese edificio lo recuperó el municipio de Luján de Cuyo y encargó la tarea de ponerla en valor a los reconocidos arquitectos y vecinos de Chacras, Adolfo Mallea y Miguel Liendo. La comunidad ya se ha expresado que desearía convertir la estación en un espacio dedicado a la cultura y el turismo, pero también gestionan el regreso de la actividad sobre las vías, en formato Metrotranvía, y así solucionar gran parte de los inconvenientes de tránsito del distrito.
La pintoresca exestación del Tren Trasandino, ubicada al oeste de Chacras, casi pegada a la ruta 82, tendrá su proyecto de puesta en valor este año. Entre 1904 y 1925, la Paso de los Andes mantuvo un servicio local con cinco frecuencias diarias hasta la estación cabecera del Trasandino (unos 13 km), ubicada en la Quinta Sección de la ciudad de Mendoza, en Belgrano y Sargento Cabral, casi Arístides Villanueva (allí hoy funciona el Archivo General de la Provincia). El recorrido total del Trasandino, conforme a los registros de entre 1907 y 1960, comprendía el viaje desde Buenos Aires hasta la Estación Mendoza (Las Heras y Belgrano), trasbordo en Belgrano y Sargento Cabral.
Luego se sumó la estación de carga y pasajeros ubicada en Guaymallén (Mitre y Godoy Cruz). El tren arribaba a la Paso de Los Andes, para luego hacer escalas en Blanco Encalada, Cacheuta, Potrerillos, Guido, Uspallata, km 121 Río Blanco, Polvaredas, Km 133 Zanjón Amarillo, Punta de Vacas, Puente del Inca, Las Cuevas. Y en Chile se paraba en las estaciones Portillo, Juncal, Guardia Vieja, Río Blanco, Vicuña y Los Andes. Desde Mendoza a Los Andes, el tren a vapor demoraba 17 horas y 50 minutos según los horarios de 1907. Se podría realizar un segundo trasbordo para continuar hacia Santiago o a Valparaíso.
Un museo
Tras el cierre del Trasandino, el último jefe de la Estación Blanco Encalada, Néstor Antonio Flores, decidió armar un museo ferroviario en el sitio pedemontano. Don Flores acondicionó la estación y expuso diverso material ferroviario que logró rescatar. Así, el emprendimiento se instaló en la estación y desde hace casi dos décadas dispone de un museo ferroviario.
“Gracias al accionar del jefe de estación, hoy podemos visitarla, ver los aparatos, herramientas y objetos necesarios para el funcionamiento del ferrocarril”, señala la web ferrocarril-trasandino.com.ar En la actualidad, el museo, denominado Alejandrino Alfonso está cerrado hasta tanto se consigan fondos para colocar los objetos en vitrinas y elaborar un centro de interpretación del lugar y la actividad, según expresó la titular de la Fundación Estación Néstor Flores, Nadin Minuzzi, quien es nieta de Flores. También tienen la intención de abrir un centro cultural para la comunidad y dictar talleres.
“La colección que posee la Estación Blanco Encalada es de alto valor de nuestro patrimonio ferroviario”, expresa Rodrigo Del Monte. El sitio se encuentra camino a Cacheuta, a unos 10 km al oeste de la zona de las discotecas de Chacras. Por encontrarse cerca del río Mendoza, allí se cargaba agua para antiguas las máquinas a vapor. También era una zona de espera cuando se producía algún inconveniente de transitabilidad en alta montaña.
En este punto, Del Monte cuenta que en una oportunidad, gran cantidad de ganado se reunió en esta zona a la espera de poder pasar al vecino país con esa carga. Las vacas permanecieron varias semanas allí y se cree que ahí nació la raza de vacas lecheras Holando-Argentina.
Luego de cruzar Potrerillos, camino a alta montaña, la Estación Guido era una escala obligada. Está sobre el río Mendoza, abandonada pero su construcción se mantiene intacta. Allí se hacía el recambio de personal y por eso es de mayores dimensiones que las otras. En la actualidad , varias empresas dedicadas al senderismo organizan salidas hacia ese histórico lugar.