En el catastro neuquino la Federación Argentina de Espeleología (FAdE) hay 95 cavidades naturales. En el catastro mendocino hay 165 (incluyendo, ahora sí, Paramillos), o sea cuatro más que el catastro oficial de la Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR).
Estamos acostumbrados a asociar la palabra “Espeleología” con Caverna de Las Brujas, pero hete aquí que esta no es ni por lejos la más importante (menos la única), caverna de Mendoza ni del país.
Lo más espectacular aparece cuando consideramos las cosas globalmente: la Cuenca Neuquina contiene la mayor cantidad de cavernas del país, básicamente en sus tres litologías clásicas: caliza (Las Brujas, por ejemplo), yesos del Jurásico (Cueva del León, por ejemplo) y basaltos pleistocénicos (la Payunia está llena de cavernas lávicas de decenas de kilómetros de extensión de las que aún no se descubrieron las bocas de acceso).
En la parte principal de la Cuenca Neuquina (centro-norte de Neuquén y sur de Mendoza) se concentra el 90% del patrimonio espeleológico del país, o sea el mayor kilometraje de cuevas, sin contar las Minas de Paramillos en Uspallata, que sumarían 25 km más y que, para la Espeleología son cuevas; artificiales, pero cuevas al fin (1).
En el catastro neuquino la Federación Argentina de Espeleología (FAdE)(2) hay 95 cavidades naturales. En el catastro mendocino hay 165 (incluyendo, ahora sí, Paramillos), o sea cuatro más que el catastro oficial de la Dirección de Recursos Naturales Renovables (DRNR), que a su vez contiene cuarenta (40) cuevas menos que el catastro de algunos espeleólogos porteños a quienes la DRNR considera “especialistas”, a pesar de que violan la ley 5978/93 al ocultar información.
Esta ley fue sancionada a instancias del entonces diputado provincial Celso Jaque, luego senador nacional, Gobernador, embajador en Colombia, y próximo a asumir una tercera intendencia.
En Malargüe se hicieron todos los congresos científicos espeleológicos más importantes, incluyendo aquel en el que, en el año 2000, se fundó la FAdE. El congreso latinoamericano de 1997 (cuando aún no existía el Centro de Convenciones Thesaurus) fue inaugurado por el entonces intendente Jaque junto al presidente en ejercicio de la Unión Internacional de Espeleología (UIS), el especialista italiano doctor Paolo Forti (Universidad de Bolonia, Italia).
Malargüe es sede de la FAdE y reúne en su seno a especialistas de 8 provincias argentinas. Es la única asociación que lleva casi un cuarto de siglo de vigencia jurídica, ininterrumpidamente.
Muestreo desaparecido
Las Brujas es importante porque en ella se han formado estalagmitas que, estudiadas en su interior, permiten reconstruir antiguos climas y ambientes, hasta ahora 132.000 años. El muestreo realizado en 2010, que debería estar en exposición en dicha área protegida (la otra mitad fue a parar a la Universidad de Georgia, EEUU), desapareció. Nadie sabe dónde está. Nadie responde las denuncias, nadie sabe qué pasó con esa pieza que nos permite saber cuándo hubo desierto y cuándo hubo bosques sobre la cueva (3): al igual que en los anillos concéntricos de los árboles se hacen estudios de Dendrocronología, en los de las estalagmitas se aprecian anillos blanquecinos indicadores de que hubo humus y árboles en la superficie, y hay ópalo en los círculos que denuncian que en superficie sólo hubo arena. Todo esto no puede continuarse porque a pesar de ser área protegida, los negocios turísticos tienen prioridad (4)
En el caso de las cavernas en yeso, éstas constituyen una inmensa mayoría, hasta ahora. Se trata de yesos que se formaron cuando no existía la Cordillera de los Andes y todo esto era litoral del océano hoy llamado Pacífico. Con el levantamiento de la Cordillera, esas masas de yeso ahora se encuentran a 1.800 a 2.500 metros sobre el nivel del mar, y tienen centenares de metros de desarrollo. En muchas de ellas hay lagos subterráneos y de todas ellas fluyen ríos provenientes de acuíferos subterráneos (en realidad de adentro de la montaña) con aguas a muy baja temperatura: esas cuevas son atravesadas por ríos de agua producto del deshielo de los glaciares cercanos, por lo que también son de suma importancia para estudios de reconstrucciones paleoclimáticas.
En el caso de las cuevas basálticas, Payunia es un diamante en bruto, por la extensión (300 kilómetros promedio) de los antiguos ríos de lava en los que se formaron cuevas. Es posible que Payunia albergue las cavernas más grandes del país (quizás del mundo) lo que posibilitaría, entre otras cosas, una diversificación del espeleoturismo, actualmente concentrado en Las Brujas, que sigue soportando una carga turística superior a la deseada por carencia de plan de manejo adecuado.
Pero además Payunia cuenta con la cueva Doña Otilia, donde se ha realizado el más espectacular descubrimiento de fauna endémica de cuevas, bichos ciegos y despigmentados cuyos parientes de la superficie se extinguieron hace milenios. Son especies nuevas para la ciencia, que muestran además que la Biodiversidad es muy importante aún en las zonas áridas (5).
Todo esto ha sido reconocido internacionalmente, pero no ha sido noticia en Mendoza (6, 7). Ante la indiferencia oficial, la FAdE firmó un convenio con el propietario del campo para que Doña Otilia sea una cueva-reserva privada, sólo para investigaciones biológicas.
El próximo paso será la creación de una tecnicatura o diplomatura en Espeleología, en Malargüe, sueño largamente acariciado.
(*) Carlos Alberto Benedetto, Museólogo-Instituto de Formación Docente N°8-La Plata. Exmiembro de Colegio de Museólogos de la Argentina y de la Asociación de Directores de Museos de la República Argentina. Presidente de la Federación Argentina de Espeleología y exsecretario adjunto (2005-2009) de la Unión Internacional de Espeleología-UIS.
Producción y edición: Miguel Títiro - mtitiro@losandes.com.ar
Citas:
1)http://revistadigital.culturademontania.org.ar/articulo/64ed478f07ed65f9fc2dc298
https://www.youtube.com/watch?v=aOxdO7UIFsQ&feature=youtu.be