Mañana 30 de noviembre es el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y, en vistas a esta jornada, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, explicó de qué se trata esta problemática y cómo afecta a las personas.
Los trastornos de la alimentación son afecciones psicológicas que se relacionan con las conductas alimentarias que impactan negativamente en la salud. La búsqueda de un ideal de belleza hegemónico se traduce muchas veces en personas con problemas alimentarios y disconformidad con su peso y figura, advirtieron los especialistas.
Estos trastornos impactan negativamente tanto en la salud, las emociones y la capacidad de desempeño en diversas áreas fundamentales de la vida. Algunos de ellos son: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por evitación y restricción de la ingesta de alimentos, trastornos de rumiación y trastorno por atracón, entre otros. Para desarrollar un TCA intervienen varios factores: predisponentes, desencadenantes y de mantenimiento, de cuya interacción y combinación surge el trastorno.
“El contexto cultural dietante y la delgadez como valor, sumado a la exposición a imágenes corporales poco realistas, puede influir en las percepciones sobre su propio cuerpo, como también su sentido de satisfacción corporal”, aseguraron los especialistas. Por su parte, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que “la anorexia nerviosa puede producir la muerte prematura, a menudo debido a complicaciones médicas o al suicidio, y tiene asociada una mortalidad superior a la de cualquier otro trastorno mental”.
Algunos ejemplos de mensajes que recibimos todos los días y que pueden favorecer un ambiente para el desarrollo de los TCA tienen que ver con la constante presencia de cuerpos hegemónicos en las redes sociales y en los medios, un ideal de belleza único, las promesas de dietas “mágicas” o bien la dificultad que supone conseguir talles de acuerdo a la propia figura.
Claudia de La Merced Gastaldi, médica especialista en Nutrición, dijo, en diálogo con Télam, que “tanto los TCA, como la anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracón, constituyen una patología cuya prevalencia se ha incrementado en los últimos años”. Al asociar la belleza con la delgadez extrema, la mujer advirtió que muchos pacientes acuden “fuentes sin respaldo científico, buscando dietas que logren pérdida de peso, sin control médico adecuado”.
Además, resaltó que es fundamental que un profesional médico nutricionista sea quien supervise la implementación adecuada de un plan alimentario que permita lograr y sostener un peso acorde a edad, contextura y momento biológico, preservando la salud, Y concluyó: “Un adecuado plan de alimentación y hábitos alimentarios saludables preservan la salud y previenen enfermedades, de allí que configuran un pilar fundamental, en la salud integral de todo individuo”.
Otro caso, que afecta en especial-aunque no exclusivamente-a los varones es la vigorexia. Esta se da cuando las personas “desean aumentar tanto su masa muscular que cambian su forma de alimentarse basándose solo en dietas proteicas o suplementadas sin control nutricional alguno”, explicó la nutricionista María Inés Villar.
En este sentido, la licenciada señaló que “hay una cultura de la delgadez en donde el ser delgado significa que podés pertenecer a una sociedad tan hegemónica y exigente como en la que estamos viviendo, y tener un cuerpo real se hace muy difícil”.
Villar, advirtió que mostrar el cuerpo tal cual es “no significa no tener un cuerpo no saludable, lo saludable es aceptar también nuestro cuerpo, alimentarnos para que esté sano, teniendo o no un cuerpo delgado a los ojos de los demás”.
“Hay varias campañas, marcas y referentes sociales o famosos que se muestran tal cual son, apoyando la idea del cuerpo real, aceptado y sin tantos prejuicios, lo cual nos abre un camino a la hora de prevenir y trabajar en este tipo de trastornos alimentarios” concluyó la nutricionista.