Sara Blakely vendía máquinas de fax. Una mujer coqueta, le disgustaba cómo se notaba su ropa interior cuando usaba pantalones blancos. Con mucho ingenio, decidió cortar sus pantimedias para crear una versión más cómoda y estilizada. Esta simple idea fue el comienzo de Spanx.
Sara vio que su problema era también el de otras mujeres y ahí encontró una oportunidad: había una necesidad no satisfecha en el mundo de la moda.
Aunque no tenía experiencia en la industria textil, Sara no dejó que eso la detuviera. Con su simpatía buscó personas adecuadas que pudieran ayudarla. Contactó con fábricas, presentó su idea y buscó mentores que la guiaran en el proceso. La construcción de estas relaciones fue crucial para el desarrollo y lanzamiento de su producto.
Había un escollo más: conseguir el dinero. Todos sus ahorros eran 5000 dólares. Le daba un poco de miedo ¡era todo su capital! Pero decidió invertir en sí misma y en su idea ¡así empezó su imperio!
La apuesta de Sara Blakely valió la pena. Spanx se convirtió rápidamente en un éxito, y en 2012, Blakely fue nombrada la multimillonaria más joven del mundo hecha a sí misma por Forbes. Su compañía ha crecido exponencialmente y ahora ofrece una amplia gama de productos, desde ropa interior hasta leggings y trajes de baño.
El mundo está lleno de oportunidades: para crear empresas, para conocer la persona de tu vida, para hacer el viaje de tus sueños. Si quieres gestionar el optimismo, la clave está en que sepas cómo aprovechar estas oportunidades.
Hay dos maneras de mirar el mundo: desde la escasez o desde la abundancia. Desde la escasez siempre falta algo, la queja es una constante, todo está perdido.
Desde la abundancia, las oportunidades están alrededor, solo es cuestión de conectar con ellas. La Gestión del Optimismo juega un papel crucial en este proceso, porque nos permite mantener una perspectiva positiva y proactiva ante las circunstancias.
Estar atentos a las oportunidades
El primer paso para aprovechar las oportunidades es tener una actitud de alerta y apertura. Estar atentos a nuestro entorno y a las señales que indican la aparición de nuevas posibilidades. Estar plenamente presente en tu vida, observando y escuchando activamente lo que pasa y lo que hay.
Mantente plenamente informado: lee los periódicos, googlea sobre cosas diferentes, participa en eventos y conferencias, ¡asiste a mis webinar! Saber lo que pasa en el mundo a veces muestra oportunidades ocultas.
La curiosidad es un valor fundamental. Explora cosas nuevas y hazte muchas preguntas… ¡muchas! ¿Qué pasaría si…? ¿Cómo podría…?
Y, sobre todo, mantén la mente abierta. Desecha la certeza. No te cierres a tus ideas de siempre. Pon en duda lo que te ha traído hasta aquí, que no será lo que necesariamente te lleve al siguiente escalón de tu vida.
Cultivar vínculos sólidos
Las relaciones son una fuente inagotable de oportunidades. Los vínculos sólidos con colegas, mentores, amigos y familiares pueden abrirnos puertas y darnos apoyo en momentos cruciales.
Lo primero es ser socialmente activo. Sé que a veces no tenemos ganas de ir a esa reunión o a esa fiesta de cumpleaños. Llegamos cansados…. Pero lava tu cara y ¡vamos! Nunca se sabe dónde conoces a la persona que abre una puerta para ti.
La empatía también es importante: nos ayuda a entender y conectar con los demás a un nivel profundo, creando relaciones más significativas y duraderas. Nos ayuda a entender quién es el otro, qué le pasa, cómo ayudarle.
Así podemos ofrecer Valor. Las relaciones deben ser recíprocas. Al aportarle valor a otros, ya sea a través de nuestro tiempo, conocimientos o apoyo, fomentamos un entorno de colaboración y confianza. Tendemos puentes en ambas direcciones.
Acostúmbrate también a agradecer a quienes te dan algo, lo que sea. Si te atienden bien, si te hacen un contacto que luego puedes aprovechar… está siempre dispuesto a enviar un mensaje de agradecimiento, a dar un regalo, a invitar a una comida…. Agradece y sé generoso para fortalecer siempre los lazos y motivar a los demás a seguir interactuando contigo.
Estar dispuesto a asumir riesgos
Desde luego, el salto a nuevas oportunidades requiere ampliar la zona de confort y aventurarse en territorios nuevos. Por supuesto hay riesgos y hay que evaluarlos. No se trata de lanzarnos sin entender bien a qué nos enfrentamos, qué necesitamos. Pero nunca hay garantías totales y puede haber cambios de escenario. Aprovechar oportunidades requiere aceptar esas posibilidades y estar preparados para improvisar en el camino.
Sé flexible. Está atento y sigue adelante.
Toma decisiones
Lo sé. Nada hay más difícil que tener que decidir, sobre todo cuando uno está en territorio nuevo. Pero las oportunidades no son eternas, no te esperan demasiado. Están ahí y las aprovechas tú o las verá otro. ¡¡¡Decide!!! Ya habrá tiempo de corregir el rumbo.
La mejor decisión no es la que meditamos durante mucho tiempo sino la que tomamos, comenzamos a andar y enderezamos en el camino.
Confía en ti y trabaja duro
Perseverancia, constancia, actitud positiva. Confía en ti. Ponte todas las pilas. Y avanza. A veces las cosas parecerán salir mal. Aprende de ello y sigue adelante. Confía en ti, en tus intuiciones, en tu capacidad, en que puedes lograrlo. ¡Ponte fichas! Como decía mi mamá.
Levántate cada mañana con el fin en mente. Esto hará que como por arte de magia comiences a ver cosas que antes no veías. Mantente fuerte y firme. Y disfruta el camino.
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