Una escena controvertida se registró durante el Festival Nacional de la Papa, evento que se lleva adelante en la localidad cordobesa de Villa Dolores. En dicho show se produjo el “traspaso” de atributos entre la reina saliente y la entrante y, cuando llegó el momento del discurso de despedida de la joven que concluía su reinado no la dejaron hablar.
La secuencia tiene como protagonista a Amira Oggas (18), la soberana que concluía su mandato. Cuando llegó el momento de pronunciar sus palabras de despedida, Amira extrajo un papel donde tenía escrito el discurso y el locutor del festival sujetó el micrófono para que la chica hable tranquila.
La chica saludó a los presentes y agregó: “Con todo respeto, debo decir que me arrepiento de haberme involucrado en este mundo irreal. Desde mi vivencia puedo afirmar que la Municipalidad no le da al festival la importancia que se merece. Como segunda embajadora de la 33ª edición”.
Tras unos silbidos y un incómodo silencio, el locutor retiró el micrófono y se dirigió al público: “Creo que dada la responsabilidad que tenés y que tuviste representando a la ciudad, ese reclamo no es momento de hacerlo ahora”.
Acto seguido, el animador presentó a la flamante reina, Milagros Buco Soto, y le dio paso a esta chica para que saludara al público, dejando de lado a Amira. Sin embargo, ocurrió lo inesperado: Milagros intentó saludar, el público pidió que la otra joven pudiera terminar sus palabras y la nueva soberana reaccionó.
“Ami, ¿querés terminar de hablar?”, le preguntó amablemente. Tras esto, le acercó el micrófono a su compañera y Oggas pudo continuar: “Desde el comienzo todo fue complicado, el día de la elección nos cortaron la luz y ni un clavel nos regalaron, no pudimos decir ni una palabra, nos bajaron y nos sacaron los atributos sin previo aviso. Los medios ya no estaban y nadie nos convocó a conferencias de prensa hasta hoy, lo sentí como una falta de respeto y empatía”, admitió.
Habló de “momentos difíciles durante el año” y que en diferentes eventos “no nos proporcionaron ni comida, ni bebida”. También aseguró que su coordinadora, Lara Sánchez, tuvo que “sacar dinero de su bolsillo para cubrir nuestras necesidades básicas”.
La representante de la ciudad de Fátima, además, delegó culpas en el secretario de Turismo de la ciudad cordobesa, Ignacio Castro, y en el intendente de Villa Dolores, Maximiliano Rivarola, quien “nunca nos convocó” para así también hacer referencia a otro inconveniente vivido: los viajes. “Las invitaciones nunca faltaron, pero el contador de la municipalidad no quiso autorizar casi ninguno”.