Si bien aún está en etapa experimental, el plasma de personas recuperadas de Covid-19 podría beneficiar a quienes están transitando la enfermedad. Es por eso que Rocío (nombre de fantasía para preservar la identidad) cuando vio en el noticiero esta alternativa, sin dudarlo llamó, dijo que ella quería donar plasma e intentar ayudar a quienes aún tienen la patología.
Rocío es una mujer mendocina que tuvo coronavirus en marzo. Si bien ya está completamente recuperada y en su caso la enfermedad sólo le provocó una leve fiebre y pérdida temporal del olfato y del gusto, no fue fácil transitar aquel momento. De hecho, fue bastante duro y así lo recuerda: con miedo y mucha incertidumbre porque en ése entonces no había tantos casos ni información como ahora.
Transformar el dolor en amor
De todas maneras, Rocío siempre fue una persona de esas valientes que van para adelante a pesar de la adversidad. Y en este caso, no hubo excepción. Así es que, con una sonrisa y en calma, cuenta que no dudó ni un segundo en donar cuando supo que, tal vez de esta manera, podría ayudar a otras personas a superar la enfermedad que es pandemia.
“Se me han venido canciones a la cabeza: El amor después del amor y Entre el espanto y la ternura. Esta última sobre todo, la de Silvio Rodríguez, porque la angustia y el miedo que viví quiero convertirlo en solidaridad. Me pareció que este podía ser mi modo de reparar. Lo que más me inspiró es la posibilidad de convertir el dolor en amor”, comenta la mujer.
El procedimiento de donación
El Centro Provincial de Hemoterapia es en Mendoza el encargado de desarrollar todo lo vinculado a este procedimiento que está en vías de ser probado. Se trata del Ensayo Clínico Nacional, que busca evaluar los riesgos y beneficios de este tratamiento que, básicamente, consiste en que las personas recuperadas de Covid-19 donen el plasma de su sangre ya que tiene anticuerpos que podrían beneficiar a los que están con coronavirus.
“Cuando falleció mi vieja, al año fuimos con mi hermana a donar sangre. Ahora cuando me enteré de este ensayo, quise donar plasma. Primero te hacen una entrevista y te sacan sangre para ver si sos apta. Se puede donar hasta cuatro veces así que la semana que viene iré de vuelta”, remarca Rocío minutos después de volver, también con su hermana, del hospital Del Carmen adonde concretó la donación.
Además, cuenta que no es un procedimiento para nada invasivo y que, si alguien tiene temor de hacerlo, debe saber que no provoca dolor ni mucho menos. “Dura una hora aproximadamente y es bastante piola. Es una máquina que divide la sangre del plasma, con suero te van volviendo la sangre al cuerpo y sólo extraen el plasma. Lo único que me dolió fue cuando me sacaron la cintita del brazo”, cierra bromeando Rocío, mientras reafirma que ojalá con esto pueda ayudar a algún otro paciente.