Malargüe, es una joven ciudad al sur de Mendoza que nos conecta directamente con lo que nos gusta, complace e identifica: los paisajes naturales. Al sur, por la mítica Ruta Nacional 40, se llega a este destino seguro; reconocido recientemente con el sello jinternacional “Safe Travels” del Consejo Mundial de Viajes y Turismo, como uno de los 61 destinos preparados del país y uno de los dos de la provincia.
A medida que nos adentramos en Malargüe da la impresión de estar dentro de una postal de paisajes perfectos, que dejan a uno perplejo y asombrado. Las rutas y los caminos permiten vislumbrar lugares que se manifiestan a cada kilómetro de su extenso, rico y variado territorio.
El circuito de los valles por la Ruta Provincial N° 222 atesora paisajes únicos: la Laguna de la Niña Encantada (con rampas accesibles), Los Molles, el Pozos de las Ánimas, el Valle de Las Leñas y termina con un sitio tan impactante como su nombre, Valle Hermoso. Todo el recorrido ofrece una rica oferta gastronómica y gran variedad de cabañas, hoteles, refugios y camping inmersos en la Cordillera de Los Andes, donde el color de las montañas, las flores autóctonas y las vertientes hacen, de todo este recorrido, un paraíso incomparable. Imagínense al lado de la laguna del Valle Hermoso comiendo un cordero al disco o jamón de chivo o con una fondue y qué decir de los wraps de chivito en Los Molles. Muchos motivos y atracciones para visitar estos lugares.
Si desea relajarse, en Malargüe tendrá el río, las montañas, el ruido del agua entre las piedras, una mañana con aromas de tomillo y jarilla y porqué no una invitación a pescar.
La pesca con mosca es toda una experiencia, con el desafío de la captura y la devolución de las truchas, práctica que en verano es ideal. A diferencia de otros sitios del país, Malargüe brinda a quienes disfrutan de este deporte aguas más rápidas y de colores variables, unos 500 kilómetros de ríos accesibles ya que todos están bordeados por rutas transitables.
Malargüe acaba de cumplir 70 años de vida, está lleno de lugares importantes en su casco histórico como la estancia La Orteguina, la Capilla, el Molino –Monumento Nacional-, el Museo, los Corrales de Rufino Ortega o el Parque del Ayer.
Además, encontrará sitios de interés como el Centro Convenciones y Exposiciones Thesaurus, la Plaza del Expedicionario (homenaje al héroe de América, el General San Martín) y el kilómetro cero del senderismo con sus mapas digitales para capturas con códigos QR y la posibilidad de adentrase al paseo con bicicletas, caminatas o trotando. Todo esto ubicado a metros de las oficinas de la Dirección de Promoción y Políticas Turísticas, donde usted será recibido por las impresionantes réplicas de paleoesculturas de los dinosaurios “Titanopodus mendozensis” y por un Reloj Calendario con su gran variedad de colores luminosos, cita obligada para la fotografía y un lugar especial para el descanso y la conectividad a internet libre para poder enviar y subir inmediatamente las mejores imágenes capturadas.
De allí, vamos a recorrer la Avenida San Martín con su amplia y confortable Plaza homónima, su renovado verde boulevard, el Reloj de la Torre del Cincuentenario y el Mural Monumento a Los Crianceros, obra del Maestro Luis Quesada como imagen intachable del esfuerzo de su gente, sus pioneros y la impronta de un pueblo joven y pujante.
La ciudad y sus alrededores te ofrecen una gastronomía creciente y variada con platos típicos, donde la trucha, el chivito, el cordero, las pastas caseras, los frutos rojos, la miel hacen de las delicias de locales y visitantes. La actividad de fábricas artesanales de chocolates, helados y alfajores son para hacer un buen regalo, se dejan comer a la hora del té y el mate .
La cerveza local día a día se impone en las preferencias y muy pronto podrá sumarle -a una buena pinta- shows, músicos y decks para disfrutar de la tarde malargüina.
Y ya que merodean la ciudad, pueden descubrir los Laberintos Carmona (dos de los ocho que hay en el país) con una estructura sorprendente e impactante. Se puede disfrutar de un día especial al mejor estilo de los cuentos “borgeanos”.
Otro atractivo para pasar el día es el Dique Blas Brisoli en conjunto con el criadero de truchas Cuyam-Co. Aquí se pueden degustar variadas comidas nacidas a partir de un antiguo recetario del siglo XIX y algunos postres como la ambrosía que fueron los preferidos de antiguos próceres nacionales. Truchas, ahumados, patés, hacen de este afamado lugar un sitio para el disfrute y el paseo y súmele un buen predio con camping, pileta y churrasqueras. Es una zona de fincas con un marco que lo asombrará está EcoMalargüe Posada & Hostel, que ofrece cabalgatas al atardecer. También aquí hay cabalgatas adaptadas e inclusivas para que todos disfruten de un paseo en mansos caballos.
Malargüe cuenta con lugares verdaderamente potenciados en turismo científico; desde el Planetario Malargüe (increíble parque temático) hasta el Observatorio Pierre Auger, que estudia la naturaleza y dirección de llegada de rayos cósmicos con energías superiores para comprender mejor el universo que nos rodea y su origen. El Observatorio astronómico posee un circuito autoguiado para sus visitantes y así descubrir el fascinante mundo de las partículas cósmicas. Y si de astronomía se trata, el 14 de diciembre tendremos un fenómeno extraordinario: El Eclipse Total, se podrá apreciar el 86 % de este evento; un motivo más para agendar y programar un viaje hacia el sur.
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