José R. tiene 35 años, vive en Las Heras y recuerda patente el día en que le comunicaron su diagnóstico de VIH: fue el 18 de enero de 2010 en el instituto Coni. Aquella mañana, el mundo se le vino encima: hijo de una familia católica y numerosa, había enfrentado a sus padres un tiempo antes cuando confesó que era homosexual.
Hoy, casado y con deseos de ser padre, repasa aquellos tiempos turbulentos y asegura que debió correr mucha agua debajo del puente para alcanzar la felicidad plena.
Aquel 18 de enero, confirmaba el resultado que nunca quiso escuchar. “Hasta ese momento me había aferrado al 1% de estar libre del virus ¡Una locura! Tenía el 99,9% de chances de estar enfermo y seguía confiando. Pasaron 11 años y siento que fue ayer, salí de la clínica llorando, aturdido. Un trabajador social me contuvo y me tranquilizó. Lo vivía en carne propia, me contó que era gay y también VIH positivo”, evoca.
José, que a los 28 debió jubilarse de su empleo estatal por incapacidad y hoy trabaja en el área de Diversidad de Género de la Dirección de Juventudes, accedió a contar su historia a Los Andes porque, dijo, “nada mejor que un relato en primera persona para que la sociedad tome conciencia de la importancia de la prevención”.
Se refirió al Día Mundial del VIH-Sida, que se conmemoró el pasado miércoles, y a las campañas que desarrolla la provincia con testeos gratuitos y confidenciales.
El doctor Víctor Bittar, director del Programa Provincial de Sida del Ministerio de Salud, ejemplificó que en solo un día -miércoles pasado- se detectaron 17 casos positivos en Mendoza de un total de 1994 testeos.
“Esta campaña arrojará más resultados positivos aunque las cifras son esperables, las mismas que en la pre-pandemia”, resaltó, para agregar que la atención focalizada en los enfermos de Covid generó una demanda contenida. “Mucha gente no se ha testeado a causa de la pandemia, pero sigue teniendo una vida sexual, por eso nuestra idea es continuar desarrollando campañas”, apuntó.
De acuerdo con los datos suministrados por Salud, se están diagnosticando en los últimos 4 meses entre 5 y 8 casos nuevos por semana, es decir, el mismo nivel que existía antes de la pandemia. En otras palabras, consideran que había una franja que no se diagnosticaba.
“Para nosotros, retomar la agenda del diagnóstico, que además son estudios gratuitos y confidenciales, abre la puerta para que los que están infectados reciban tratamiento y, quienes no, reciban el asesoramiento necesario”, concluyó Bittar.
La noche, el descontrol y la promiscuidad
José continúa el relato de su vida y confiesa que a sus padres, con quienes hoy tiene una excelente relación, les costó aceptar la realidad.
“Después de contarles comencé un período de descontrol, noche, droga y promiscuidad”, rememora.
Un contacto sexual lo llevó al VIH, aunque no lo supo hasta mucho después, cuando se fue a vivir con amigos. “Me enfermaba a cada rato, siempre tenía neumonía y sentía las defensas bajas. Me sugirieron hacerme estudios de VIH”, continúa.
Apenas recibió el diagnóstico, asoció el Sida con la muerte. “Incluso pensé en terminar con mi vida. Hoy miro hacia atrás y si bien he pasado situaciones difíciles, rechazo de la medicación en mi organismo y otras enfermedades como cáncer, la medicina avanzó muchísimo y eso es muy positivo”, reflexiona.
Recuerda tres momentos clave en su vida porque sintió el rechazo y la discriminación de la sociedad como nunca antes. Uno fue cuando una pareja lo abandonó. “Me acusó y me señaló por no habérselo dicho antes”, recuerda. Otro, cuando le confesó su condición a su jefe, en el ámbito laboral, ya que solía faltar seguido por sus estudios de sangre. “Me dijo que estaba exponiendo a mis compañeros, que si comían del mismo plato era un riesgo. Y empezamos los trámites de la jubilación anticipada por incapacidad”, recuerda. El último episodio doloroso que trae a su memoria fueron ataques que recibió a través del Facebook hace unos años . “Fue muy fuerte y con palabras dolorosas. Me decían que merecía estar muerto por mi elección sexual y por transmitirle el virus a otras personas”.
José, que tiene tres hermanos, vive con su esposo detrás de la casa de sus padres. “Todos nos llevamos bárbaro”, cuenta. En 2013 conoció a su actual pareja --que también tiene VIH-- con la que se casó el 5 de mayo de 2017. Hoy están realizando los trámites de adopción. José es consciente de que su felicidad tuvo su costo, aunque el camino valió la pena. Sonriente y lleno de esperanza, asegura: “Soy un tipo feliz”.
Testeos gratuitos
Las acciones enmarcadas en el Día Mundial del VIH-Sida, coordinadas por el Programa Provincial de Sida, se extenderán hasta hoy en 49 lugares de la provincia ofreciendo testeos rápidos y gratuitos. Además, se dará asesoramiento a quienes deseen tener más información al respecto.
“Este programa busca que todos los mendocinos puedan testearse rápidamente”, aseguró la ministra Ana María Nadal en su visita al Coni y agregó: “Le damos importancia porque sanitariamente quienes tienen el diagnóstico pueden ingresar al sistema de salud, recibir tratamiento, mejorar su calidad de vida y evitar la tranmisión”.
La ministra comentó que tanto el Coni como el Hospital Central son centros de referencia, están todo el año atendiendo y haciendo el abordaje de las personas son VIH. “No solo es una cuestión biológica sino que se realiza un seguimiento de la situación psicológica y social de los pacientes. Todo esto nos ayuda a promover la prevención”, sostuvo la funcionaria provincial.
La campaña tiene como objetivos promover la accesibilidad al diagnóstico para reducir la cantidad de determinaciones tardías, seguir promoviendo el testeo de mujeres embarazadas para evitar la transmisión vertical del VIH y de las infecciones de transmisión sexual e incluir a sus parejas y disminuir el estigma y los mitos a través del asesoramiento y consejería.
Según la información sobre VIH-Sida de 2020 publicada en el Boletín Oficial, se estima que 136.000 personas conviven con la enfermedad y 17% desconoce su diagnóstico, siendo el promedio de edad de 32 años en varones y de 34 en mujeres.
En nuestro país, 30% de los casos son diagnósticos tardíos, es decir, con enfermedad marcadora de VIH. Además, más de 98% de las infecciones se producen por relaciones sexuales sin protección y se notifican un promedio de 4.800 casos por año. “Queremos recuperar la visibilidad del VIH y por eso esta campaña es icónica, ya que desde 2013 teníamos unos 300 nuevos casos diagnosticados por año, bajamos a 185 en 2020 y queremos recuperar la accebilidad al diagnóstico, a la enfermedad y la prevención”, remarcó Víctor Bittar, del Programa de VHI-Sida.