La pandemia por el COVID-19 colocó a los enfermeros y enfermeras en la primera línea de trabajo y permitió que la opinión pública reconociera la actividad de estos profesionales de la salud que cotidianamente trabajan en hospitales y centros públicos y privados.
En esta coyuntura, su rol fue más allá de la atención directa de los enfermos, lo que contribuyó a identificarlos como una pieza indispensable e insustituible dentro del sistema sanitario argentino.
El campo de la enfermería se ha configurado históricamente a partir de tres categorías de personal: licenciados, técnicos y auxiliares de enfermería. Esta diversidad se vincula con el histórico proceso de institucionalización de la profesión, en el que han incidido las políticas sanitarias de diferentes gobiernos a lo largo de la historia, los enfoques de los programas que llevaron adelante las distintas instituciones formadoras y las prácticas resultantes.