En poco más de cinco meses de pandemia, Mendoza suma 4.789 contagiados, 1.272 recuperados y 92 personas que lamentablemente fallecieron tras contraer el virus. Estos últimos comenzaron a registrarse el 27 de marzo, cuando se acaba de dictar el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Hasta el 23 de abril se contabilizaron nueve decesos y lo peor parecía haber pasado en Mendoza. Así transcurrieron dos meses sin nuevos muertos, hasta el 27 de junio, cuando se conoció el décimo caso. En 18 días no volvieron a aparecer hasta el 15 de julio, fecha desde la cual la curva de fallecimientos comenzó a subir. Julio cerró con 24 muertos y agosto ya lleva 58, aunque durante la jornada de ayer no se registraron.
De este total actual (92), la mayoría mostraba en su historia clínica alguna enfermedad preexistente. De hecho, sólo cuatro no presentaban problemas de salud, es decir, un 4,37%; mientras que los 88 restantes (95,63%) sí los padecían.
Con el total de muertes hasta el pasado jueves (85) desde el gobierno informaron que un 52% padecía enfermedades cardiovasculares (hipertensión, cardiopatías congénitas, entre otras), un 40% enfermedades asociadas directamente al sobrepeso y la obesidad (diabetes, principalmente) y un 8%, cáncer o linfomas en estudio. Pero, además, tal como se observa en los informes diarios, aparecen con menor frecuencia comorbilidades como enfermedades respiratorias (EPOC), autoinmunes (lupus), insuficiencia renal, trastorno psicoorgánico severo, postoperatorios de cirugía de cadera, entre otras.
Mayores de 75 años
La edad promedio de los fallecidos en la provincia es de 76 años. Mientras que el 77% se da entre los 60 y 89. En detalle, un 15% en la franja de 60 a 69, un 30% entre los 70 y los 79 y el 32% restante entre los 80 y los 89, tal como se detalla en el informe semanal del Ministerio de Salud del pasado viernes. Sólo aparece puñado de personas jóvenes que perdieron la vida como consecuencia de la enfermedad. La menor fue una mujer de 25 años, que hacía 45 días estaba internada por un linfoma y contrajo el virus en la institución hospitalaria. Le sigue un hombre de 44 años, una mujer de 45 y un varón de 50.
Consultado al respecto, el subsecretario de Salud, Oscar Sagás, aclaró que las comorbilidades de por sí son factores de riesgo y pueden complicar cualquier patología respiratoria. En tanto, destacó que para la Covid-19 la edad es un agravante.
Las enfermedades que a nivel mundial han demostrado que pueden traer mayores complicaciones también se han presentado en Mendoza. En primer lugar, en las estadísticas se encuentra la diabetes. “Fundamentalmente porque los pacientes diabéticos tienen un trastorno de inmunidad suelen tener mala respuesta a las infecciones”, explicó el funcionario.
En segundo punto habló de las patologías cardíacas y cardiovasculares. “Aquellas personas que tienen enfermedades cardiovasculares o hipertensión arterial suelen desarrollar cuadros un poco más severos”, manifestó Sagás.
Siguiendo en el orden estadístico general, aparecen las afecciones neurológicas. Sobre todo, las que pueden atacar la parte muscular, como por ejemplo pacientes con secuelas del accidente cerebro vascular (ACV). “En esos casos muchas veces presentan restricciones en la musculatura pulmonar que evolucionan mal”, detalló.
Por otro lado, se ubican las enfermedades respiratorias crónicas. “Principalmente en aquellos que tienen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y no tanto el tabaquismo como tal, que puede llevar al EPOC”, diferenció. Quienes padecen esta última patología tienen una alteración de los alvéolos, en el intercambio gaseosos del oxígeno con la sangre y pierden la capacidad de elasticidad del pulmón. “Son condiciones que generan que se responda mal a un proceso respiratorio como la Covid-19”, indicó Sagás. Además, aclaró que si bien el asma es una enfermedad respiratoria crónica, no está descrita como la que puede tener complicaciones severas.
También se menciona la insuficiencia renal crónica. “Esta enfermedad generalmente se desata porque el paciente es diabético, tienen hipertensión arterial, o alguna enfermedad vascular o inmunológica, por lo que suelen tener también alguna alteración en la inmunidad que juega en contra”, comentó. Por último, se refirió al cáncer, que también ha sido descrito como una enfermedad que aumenta el riesgo. “Esto ocurre porque en el cáncer también hay alteración de la inmunidad”, añadió.
Desde la experiencia en este período de pandemia, Sagás precisó que casi la totalidad de pacientes mendocinos presentaron estas afecciones como una constante. “Por lo general todo paciente mayor de 65 años tiene estas comorbilidades. Además de los que han fallecido, si bien han tenido coronavirus, no han muerto por el virus sino por la patología de base que se exacerbó”, subrayó. Por esa razón desde el Gobierno le prestan especial atención a los casos de geriátricos, que son donde hay mayor cantidad de personas concentradas con estas patologías.
La mayoría de las víctimas son varones
Con el sexo de los decesos por Covid-19 en Mendoza pasó algo particular ya que los primeros nueve fueron todos varones, mientras que con el pasar del tiempo la balanza se fue equiparando, aunque ellos continúan siendo la mayoría. Entre el total de fallecidos 49 son hombres y 31 son mujeres. Tal como explicaron las autoridades oportunamente, hay dos factores que hacen al género masculino más propenso a cursar este virus con gravedad. En primer lugar, los hombres tienen mayores receptores para el virus, lo que le permite ingresar de forma más rápida a las células y, por ende, son más propensos a la lesión pulmonar. Pero, además, se les suma la vulnerabilidad por las comorbilidades como hipertensión y diabetes, entre otras, que están más presentes en la población masculina.
La mayoría cursa la enfermedad de forma leve
Si bien en Mendoza se han registrado fallecimientos por Covid-19, el subsecretario de Salud, Oscar Sagás, quiso llevar tranquilidad a la población al remarcar que entre un 80% y un 85% de personas que se contagian con Sars-Cov-2 cursan la enfermedad de forma leve. “Generalmente esto se da en menores de 65 años, que no tengan comorbilidades. Mientras más jóvenes, menos sintomatología”, expuso. Al mismo tiempo, explicó que hay entre un 15% y un 20% de enfermos que atraviesan esta patología provocada por el virus de forma moderada a severa. “En ambos casos requieren la internación”, señaló el funcionario. En tanto remarcó que sólo entre un 2,5% y 5% llega a requerir la internación en unidades de terapia intensiva.