La Dirección General de Escuelas (DGE) incrementó la cantidad de platos de comida que se brindan en los comedores escolares para contener a 2.400 estudiantes con jornada escolar completa, con siete horas de clases, y para los grupos de niños que tienen un acompañamiento a su trayectoria en contraturno en la jornada extendida.
El objetivo es que puedan fortalecer sus trayectorias educativas, sobre todo teniendo en cuenta la medición del desempeño de estos chicos en la lectoescritura, en aquellos que han mostrado niveles críticos en su desempeño.
En los distintos diagnósticos del nivel de aprendizaje de los alumnos se ha demostrado que donde la pobreza golpea con más fuerza hay una incidencia directa en los niveles de presencialidad y la mayor o menor asistencia a la escuela, que también afecta para alcanzar los saberes mínimos esperables.
De abril a mayo hubo una suba de 59.516 raciones a 61.925 para las 29 escuelas que tienen jornada completa de siete horas y para nuevos alumnos que se incorporan a la extensión de la jornada con acompañamiento en lengua y matemática.
“A partir de mayo, 29 escuelas se incorporaron al programa de jornada completa y en jornada extendida hemos ido sumando más cantidad de paquetes de fortalecimiento para los chicos que han ido resultando en los niveles críticos en el Censo de Fluidez Lectora”, confirmó a Los Andes la subsecretaria de Educación, Graciela Orelogio.
La funcionaria adelantó que volverá a haber una suba presupuestaria en alimentos porque se incorporará a más estudiantes en la extensión de la jornada en segundo y en tercer grado que, según la dinámica de la escuela, ingresan antes o se quedan más tiempo en la institución para revisar y profundizar temas de lengua y matemática en las que pueda haber dificultades.
“Estamos focalizando en los alumnos de segundo y tercer grado donde surgirán nuevos paquetes de fortalecimiento. A medida que vamos mejorando matrícula y en temas pedagógicos, vamos sumando raciones”, recalcó Orelogio.
Refuerzo
En detalle, estas 2.400 raciones representan un 3,3% más, sobre 60.000 porciones que se brindan en los comedores escolares. Mientras que en la merienda, donde también hubo un aumento, un 2,2% más.
Para el gobierno escolar este esfuerzo presupuestario no se explica sólo por la crisis económica, sino en la necesidad de fortalecer la trayectoria con más horas de clase, una mayor dedicación de los docentes y más horas en la escuela.
En números concretos, son 175 escuelas bajo el sistema de jornada completa, lo que implica 5.1 millones de pesos diarios. Mientras que en la jornada extendida de fortalecimiento de trayectorias son 503 escuelas, que demandan $12.7 millones diarios.
En mayo se sumaron nuevas escuelas a la jornada completa, experiencia que comenzó a mediados del año pasado luego de la iniciativa planteada por el Ministerio de Educación de Nación.
En un principio se dio como una experiencia piloto en la que se afectaron las escuelas de la periferia y rurales con la capacidad edilicia para afrontar siete horas de clases y a la vez con docentes que pudieran aumentar sus horas con estos alumnos.
Las meriendas, además de distribuirse en las escuelas primarias y secundarias, también se reparten en algunos establecimientos de jóvenes y adultos que normalmente empiezan su año escolar más tarde.
En esta época del año, los menúes también se adaptan al invierno, incorporando más alimentos calóricos, acordes a las necesidades nutricionales de los alumnos.
Hace algunas horas, estas políticas como de la extensión de la jornada fueron ampliadas para la modalidad especial. Con esto se abre una instancia para mejorar los aprendizajes en la educación especial, afectando más horas, conforme el proyecto institucional de que se trate.
Se duplicaron las raciones
Al inicio del ciclo lectivo, el director General de Escuelas, José Thomas, resaltó que hubo un importante incremento en el presupuesto para las escuelas y también este refuerzo se notó en las partidas alimentarias.
En abril pasado Los Andes informó que se brindan 230.000 raciones por día en concepto de desayuno o merienda y 60.000 almuerzos. En 2022 se necesitaron $3.000 millones para asegurar las partidas de comida en escuelas pero este año, con un marcado incremento de la inflación y también de la pobreza, el presupuesto se duplicó.
Más allá del fundamento pedagógico de los programas, hay todo un contexto socioeconómico que influye en la educación y por eso se trata de contener a los chicos más vulnerables.
“Las necesidades en las escuelas son crecientes y eso lo vemos a diario con el aumento de la pobreza y las consecuencias de la inflación”, señaló Thomas en esa oportunidad.
“Esto se disparó especialmente durante los últimos dos años en los que hubo que aumentar las raciones y en escuelas donde en otras épocas se brindaba alimento a una parte de los alumnos, hoy se brinda a toda la matrícula”, admitió en el mismo artículo periodístico el director de Alimentación Escolar de la Dirección General de Escuelas, Franco Pulido.