En un año, Mendoza sumó 13.811 niños pobres, según datos del Indec. En 2019 el porcentaje era del 55,8% y había 127.396 niños pobres de entre 0 y 14 años, pero en el año 2020 subió al 60,8% y la cantidad llegó a 141.207. Esto representa 13.811 niños más que en el 2019, siempre comparando los datos de los segundos semestres.
La situación de Mendoza con relación a la pobreza infantil no es buena. Es que está por encima del país, que llegó al 57,7%, y, así, se encuentra en el lote de las 10 provincias con más niños pobres de la Argentina y lidera la pobreza infantil en Cuyo, pues supera a San Luis (55,1%) y a San Juan (51,0%).
En 2019, Mendoza estaba octava en el ranking de provincias con más niños pobres, debajo de Rawson (57) y arriba de Corrientes (55,5). El año pasado subió un lugar y quedó en el séptimo puesto, junto con Tucumán, debajo de Corrientes y por encima de Córdoba.
A ninguno de estos datos los van a ver en los tuits de legisladores, funcionarios, académicos, empresarios ni políticos que tengan algo que ver con Mendoza.
Niños, mujeres y pobreza
Un estudio sobre la pobreza infantil -no se ilusionen, no fue realizado por los académicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales: ellos están bien comidos y calentitos dando clases por Zoom desde el año pasado- elaborado por Unicef sobre su impacto en el país, indica que afecta más a niñas, niños y adolescentes que residen en hogares con jefatura femenina, principalmente monoparentales. El estudio agrega que, en el caso de los hogares con jefatura femenina, los niveles de pobreza alcanzarían a finales de 2020 al 67% de los hogares.
Allí detectaron también que una de las incidencias más elevadas de la pobreza se produce cuando la vivienda donde residen los niños y niñas está situada en una villa (91,7%).
La incidencia de la pobreza también aumenta significativamente cuando las niñas, niños y adolescentes residen en hogares donde la persona adulta de referencia tiene hasta seis años de educación (92,9%), o es un migrante internacional (70,8%).
Las niñas y niños residentes en viviendas de barrios populares tienen, relativamente, una mayor proporción de mujeres como persona de referencia (jefas de hogar), un menor clima educativo en el hogar, y variables laborales que muestran profundas brechas explicadas por relaciones laborales precarias e inserciones informales, así como una elevada incidencia de desempleo e inactividad.
Recomendaciones
Desde Unicef le hacen tres recomendaciones al gobierno. Primero, resulta fundamental mejorar la suficiencia y el poder adquisitivo de la Asignación Universal por Hijo (AUH) como principal mecanismo de protección de ingresos a la niñez, particularmente para familias en situación de pobreza extrema, para asegurar el flujo de bienes necesarios para la subsistencia.
En segundo lugar, es necesario ampliar la base de los programas de protección social, como la AUH, la Asignación Universal por Embarazo y la Tarjeta Alimentar. La magnitud del desafío suma un argumento más para pensar en respuestas universales, no condicionadas, para cubrir a niñas, niños y adolescentes y que, en particular, sean de una magnitud suficiente que permitan a todas las familias salir de (o evitar caer en) situaciones de pobreza extrema. Es por esto que consideran que no es el momento de pedir la libreta escolar o la de salud para cobrar la totalidad de la AUH.
Finalmente, los resultados del trabajo muestran la existencia de fuertes disparidades entre sectores sociales específicos que requieren un esfuerzo adicional para implementar políticas diferenciales que complementen las medidas universales y tengan en cuenta la situación de niñas y niños que residen en hogares que tienen una prevalencia de pobreza mayor, por lo que están en situación de riesgo y vulnerabilidad.
Es así como consideran que los mayores problemas los tienen hogares con jefatura femenina, hogares monoparentales liderados por mujeres o extendidos, con un bajo clima educativo, o cuyos padres tienen una relación laboral precaria o informal.
Entre estos grupos es central el refuerzo de medidas específicas para los hogares ubicados en los barrios populares de todo el país. En estos contextos, se combina la pobreza monetaria y la pobreza estructural, las dificultades para cumplir con las medidas de distanciamiento social y el acceso limitado a servicios básicos como el agua potable, el saneamiento y otros recursos energéticos.
Además, estas familias se encuentran insertas de manera precaria e informal en el mercado laboral, realizan “changas” o emprendimientos ligados a la economía popular y están viendo recortadas o eliminadas sus posibilidades de obtención de ingresos.
El impacto de las políticas sociales
Un estudio realizado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina, el Barómetro de la Deuda Social y la Universidad Católica Argentina (UCA), estudia el impacto de las políticas sociales durante la pandemia. Estiman un efecto inmediato de la Tarjeta Alimentar de 1,5 puntos porcentuales en la reducción de la tasa de indigencia y de 1,2 en la de pobreza. Ese porcentaje de la población habría evitado pobreza e indigencia gracias a esta transferencia.
El efecto del IFE fue más sustantivo. Se estima que permitió una reducción de 8,2 puntos porcentuales de la tasa de indigencia y de 6,6 de la tasa de pobreza. El IFE habría sido la política con mayor efecto absoluto sobre las tasas de pobreza e indigencia, en comparación con las demás políticas de transferencias consideradas.
El efecto “inmediato” de todas las políticas de transferencia de ingresos actualmente aplicadas se estima en 17,9 puntos porcentuales en la reducción de la tasa de indigencia y de 9,2 para la tasa de pobreza.
Pobreza
1 Gran Resistencia 71,8
2 Partidos GBA 66,5
3 Concordia 63,5
4 San Nicolás 62,7
5 Río Cuarto 61,2
5 Mar del Plata 61,2
6 Corrientes 61,0
7 Gran Mendoza 60,8
7 Gran Tucumán 60,8
8 Gran Córdoba 59,2
9 TOTAL PAÍS 57,7
10 Gran Santa Fe 57,4
12 Gran Paraná 57,3
12 Gran Rosario 56,7
13 San Luis 55,1
14 Salta 54,3
15 Neuquén 54,2
16 Jujuy 53,7
17 Stgo del Estero 53,0
18 Gran San Juan 51,0
19 Santa Rosa 48,3
20 Formosa 48,0
21 La Rioja 47,9
22 Posadas 47,1
23 Rawson-Trelew 45,4
24 Gran Catamarca 45,3
25 Cdro Rivadavia 44,0
26 Río Gallegos 39,3
27 Gran La Plata 38,5
28 Bahía Blanca 33,2
29 Ciudad de Bs As 23,7
Fuente: Indec